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La Policía Doméstico detuvo hace un año en Bizarro a M.G.F.A., una mujer que había estado en averiguación y captura desde 2018 por suplantar a Rubén Sánchez, portavoz de la asociación de consumidores FACUA, obteniendo así información personal suya y de su clan. Pero, ¿cuál fue el modo en que pudo suplantarlo?
Fue hace seis abriles cuando M.G.F.A. presuntamente se hizo producirse por Sánchez cuando contactó —"sola o en unión de un macho no identificado", según el coche procesal— con el proveedor telefónico de la cadena fija y móvil de Sánchez y de su clan utilizando el nombre completo de éste (un apunte claro de conseguir, dada su condición de personaje notorio), así como su número de DNI.
Con esa información bastó para identificarse frente a la compañía telefónica, y a continuación solicitó un cambio en la cuenta de correo electrónico en la que Sánchez recibía las facturas telefónicas, así como modificar la contraseña de paso a la zona privada en la web de la compañía.

El objetivo de la suplantación no era otro que el de obtener información confidencial, desde la dirección del domicilio de Sánchez a los números privados tanto de él como del resto de su clan, que no estaban disponibles en ninguna mentor pública.
Por otra parte, claro está, la presunta autora logró ceder a información sobre las llamadas telefónicas realizadas desde esos números, lo que le permitió conocer los números de los miembros de su círculo social.
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El delito fue descubierto cuando Rubén Sánchez dejó de tomar sus facturas telefónicas en su correo electrónico y no pudo ceder al radio privada de cliente en la página web de la compañía de telecomunicaciones, que hubiera sido el otro modo de ceder a dichas facturas.
Al contactar con la empresa para aclarar la situación, le informaron que los cambios habían sido solicitados por él mismo, lo que motivó que Sánchez presentara una denuncia frente a los tribunales.

El Supremo de Instrucción número 18 de Sevilla inició una investigación para determinar posibles delitos de 'usurpación del estado civil' y de 'descubrimiento y revelación de secretos'. Tras requerir a la compañía de telecomunicaciones que proporcionara el número de teléfono desde el cual se habían realizado las llamadas fraudulentas, se logró identificar a M.G.F.A. como la responsable.
Sin confiscación, la presunta autora evadió comparecer frente a el tribunal y no respondió a las citaciones judiciales, lo que llevó a que se emitiera una orden de "búsqueda y detención" en junio de 2021. Durante este tiempo, la investigación continuó en curso, y se confirmó que M.G.F.A. se encontraba en la provincia de Bizarro, lo que ha llevado ahora a su detención y puesta a disposición procesal.
En el pasado, las operadoras telefónicas ya se han enfrentado a sanciones por no haberse cerciorado adecuadamente de la identidad de la persona a la que estaban atendiendo, aunque asiduamente esos casos suelen estar relacionados con la duplicación de tarjetas SIM.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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