Tu próximo wearable con inteligencia artificial escuchará todo, todo el tiempo

Pasé un día inconmovible en el CES llevando una pulserita amarilla. Para los humanos desprevenidos que estaban cerca, probablemente parecía una pulsera de fitness. Pero todo el tiempo, este wearable amarillo de Bee AI grabó todo lo que me rodeaba. No almacenaba audio como una aplicación típica de disco, pero procesaba mis conversaciones y me ofrecía listas de tareas personalizadas y resúmenes legibles de mis charlas en persona.

Unos días antiguamente de la feria, hablé con el fundador de otra nueva empresa, Omi, que se ha presentado oficialmente por primera vez. ¿Adivina qué hace? Labrar todo lo que te rodea para crear un registro de actividades y, a continuación, hacer que la IA difunda la información para ofrecerte perspectivas y tareas procesables de tu día, casi como un asistente personal. El wearable de Omi puede colgarse del cuello, pero es mejor llevarlo pegado a la frente, cerca de la sien. Tiene un electroencefalograma en su interior, y Omi afirma que si piensas específicamente en hablarle al wearable, el dispositivo entenderá y se animará para tomar tu petición.

Bienvenidos al nuevo mundo

Un mundo dispositivos inteligentes que registran continuamente todo lo que nos rodea. Los asistentes de voz, que primero se instalaron en altavoces y teléfonos, pero rápidamente se trasladaron a nuestras muñecas y rostros, al menos requerían una intervención activa, como un toque o una palabra de despertador, para activar su capacidad de audición. Pero la próxima oleada de asistentes de hardware, puede absorber información de forma pasiva y trabajar en segundo plano. Siempre están escuchando.

El hardware portátil que lidera este sector suele ser de poco valor (el temporalizador de Bee AI cuesta solo 50 dólares y el colgante de Omi, 89 dólares), pero la verdadera nigromancia está en el software, que a menudo requiere una suscripción, ya que recurre a múltiples modelos de jerigonza de gran tamaño para analizar tus conversaciones.

Bee AI

El wearable amarillo de Bee AI audición tus interacciones y transcribe el texto en una aplicación móvil.

Foto: Tristan deBrauwere

Bee AI fue fundada por Maria de Lourdes Zollo y Ethan Sutin. Uno y otro trabajaron anteriormente en Squad (Sutin fue el fundador), que permitía compartir la pantalla en chats de video para que la muchedumbre pudiera ver a distancia la misma película o video de YouTube. La empresa fue adquirida por X (cuando se llamaba Twitter), y uno y otro se incorporaron brevemente para trabajar en Twitter Spaces. Zollo había trabajado antiguamente en Tencent y Musical.ly, que luego se convirtió en TikTok.

Sutin asegura que exploró la idea de un asistente personal de IA en 2016, cuando los chatbots estaban de moda, pero la tecnología aún no estaba ahí. Ese ya no es el caso. La empresa lanzó su plataforma Bee AI el pasado febrero en período beta, con una comunidad activa que proporciona comentarios. Hace poco más de una semana que empezó a entregar su hardware Pioneer (el nombre "Bee" juega con la idea de computación ambiental, como si poco estuviera zumbando y captando información). No es necesario el hardware de la empresa para utilizar Bee AI (baste con interactuar con la IA a través de la aplicación para iPhone), pero Zollo afirma que el wearable ofrece una experiencia más enriquecedora, ya que puede cincelar continuamente durante todo el día. A finales de mes estará arreglado una aplicación para Android.

El wearable es sencillo. Tiene dos micrófonos para aislar el ruido, y Sutin señala que si puedes oír a la persona con la que estás hablando en un entorno agitado, el wearable debería poder oír igualmente a ambas partes. Se puede padecer en la muñeca o aferrado a la camisa. Hay un pulsador de "Argumento" en el centro; si lo pulsas una vez, los micrófonos se silencian, y si lo vuelves a pulsar, se activan de nuevo. Puedes apoyar pulsado el pulsador, y esta bono es configurable por el heredero, por lo que puede activar cosas como procesar la conversación presente o despertar al asistente de IA "Buzz" para hacerle una pregunta. (No hay altavoz en el wearable, así que las respuestas se darán a través del teléfono). Cuando el micrófono está silenciado, hay un LED rojo. Cuando está grabando, el LED verde debería estar encendido, pero no hay mínimo que indique que este wearable está captando todo lo que te rodea.