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Hace unos días hablaba con una colega que estudió derecho que tiene 25 abriles y que lo está pasando mal en su trabajo. Básicamente en la entrevista de reemplazo le mostraron unas oportunidades laborales excelentes en la empresa, pero en la praxis el plazo siempre acaba siendo menos del prometido por diferentes cláusulas (tiene un sueldo fijo más comisiones). Y encima, el ámbito profesional es muy tenso, a causa de la relación del principal con el equipo.
Yo le decía que ahora que ahora que aún tiene pocos gastos obligatorios de esos que la vida te va imponiendo, aprovechase para darse un poco de tiempo para hacer poco diferente.

Ya hemos trillado que uno de los principales dramas que está viviendo la Reproducción Z, a pesar de tener llegada en España a más contratos estables gracias a los cambios que la Ministra de Trabajo ha hecho en los últimos abriles y a las constantes subidas del salario minúsculo, es que emanciparse es más caro que nunca por la subida de los precios de alquileres o importación de propiedades. Mucho más, en las grandes ciudades. Otro problema es consumir en trabajos para los que uno está sobrecualificado.
Aquí voy a compartir unos consejos de decisiones que a mí me han servido en la vida y que me hubiera encantado acoger cuando era más señorita (de aquella mayormente recibí muchas alertas de personas mayores que yo por las decisiones que fui tomando y esas alertas siempre venían de clan que nunca había hecho lo que yo aspiraba a hacer).
De hecho, yo estoy contenta con muchas de mis decisiones de mi pubertad y por eso quiero compartirlas aquí, y es que cuando era señorita lo que recibí de personas de generaciones mayores fueron a menudo críticas o preocupaciones (hasta que vieron que yo estaba muy atinado y la vida fluía estupendamente, y ahí llegaron los elogios).

Que vaya por delante que aquí no viene un artículo romantizando la precariedad, ni diciendo que ahorres haciendo 'nesting', 'coliving', 'Staycation', 'Freeganism' ni 'daycation' (podéis averiguar estos anglicismos para entendernos mejor), aunque sí que tengo más que comprobado que "compartir es morar" y es una forma muy útil de escapar un poquito de las obligaciones económicas que muchas veces nos ahogan.
El mundo no se acaba a los 30, ni a los 40 abriles ni a los 50... y puedes añadir muchas más décadas. Presente cómo nos presionaban con la importancia de tener una sólida experiencia profesional recién graduados para luego poder triunfar con el tiempo. Creo que los millenials ya sabemos que eso no es necesariamente así y la Reproducción Z se ha transmitido cuenta de ello ya desde que ha empezado al mercado profesional y de ahí llegan muchas de sus criticadas protestas y quejas alrededor de el sistema.
Pero, por si destino se te olvida, te retentiva que el mundo no se acaba a los 30 pero sí que un poco a los 39 o 40 en países como España (millenials, no me matéis que aquí digo por qué afirmo poco así). Si la ley no cambia, por ahora, la cotización que más cuenta son los últimos 25 años para tener una pensión moderado en la retiro (hay un ligero cambio desde 2023 y estamos a la dilación de que puedan venir otros cambios con otros gobiernos futuros, pero sí que tradicionalmente, se han priorizado los últimos abriles y no los primeros, de cara a la cotización y la retiro).

Es asegurar, que nadie entre en pánico, a los 40 y demás abriles que lleguen, la vida puede igualmente ser muy divertida y plena (o no, y siquiera pasa nulo), solo que las obligaciones que el sistema trae impuestas aumentan, simple y llanamente.
Yo a los 32 dejé mi trabajo, tenía unos ahorros, unos pocos, y me fui de voluntaria a una causa que me removía mucho. Lo hice sin pensar y me fui casi un año y me quedé con esa causa clavada mucho más tiempo. Estaba harta de mi empresa y sus abusos, mientras que necesitaban activistas y manos en el oficio al que yo quería ir. Tomar esa intrepidez tras los 40 siento que sería poco más complicada porque sería perder abriles de cotización, claves para mi futuro. Y porque con los abriles pueden venir más responsabilidades (comunidad, hijos e hijas, hipotecas, cuidado de nuestros padres que igualmente se hacen mayores adyacente a nosotros...).

Si estás osado de cargas familiares, si tienes la suerte de que tu comunidad tenga trabajo y vaya subsistiendo por sí sola, si tu comunidad está saludable y no necesita de tus cuidados, piensa en ti y piensa que no necesitas matarte a trabajar desde muy señorita porque vas a tener decenas de abriles más para hacerlo. Y, aunque es importante tener cierta experiencia profesional, ya sabemos que eso no nos lleva a la cima profesional, por lo que no te estreses por no tener un súper trabajazo a los 25. Céntrate más en poder tener billete para morar el día a día y sobre todo en disfrutar y en educarse y en estar con la clan a la que quieres.
Las ciudades abarcan la decano parte de trabajos y de oportunidades, y igualmente alternativas de ocio, pero al mismo tiempo son tan caras que ahogan a sus habitantes y mucho del ocio ni puede disfrutarse. En la mayoría de países la riqueza se ha centralizado mucho en pocas ciudades y eso es un problemón. Personalmente, pocas decisiones he tomado en mi vida que considere más acertadas que irme de Madrid tras consumir la universidad. Me ofrecieron trabajo de oficina allí, donde hice mis prácticas, y lo rechacé. Mucha, mucha clan no me entendía, pero ¿y qué?. Para mí no había duda, quería estar con mi comunidad una temporada tras abriles estudiando en Madrid y luego quería morar fuera de España y educarse idiomas. No sabía cómo, pero ya lo aprendería.

Al final logré que esa empresa contara conmigo para colaboraciones como freelance, en forma de teletrabajo. Obviamente, las condiciones laborales y el salario eran mucho peores, pero no tenía que estar pagando una renta en un pavimento rancio de Madrid gastándome la parte del ingreso o más (con las cifras de ahora, casi todo, como vemos) en una habitación.
Por otra parte, para mí es importante que recuperemos y dinamicemos espacios más allá de las ciudades. Como mujer de una provincia pequeña me maravillo viendo clan recuperando pueblos que estaban medio olvidados y la de opciones culturales que han ido surgiendo gracias a ello y, sobre todo gracias a la movilización de las personas.

La centralización de los países en unas muy pocas ciudades llevan a que estemos dejando billete de nuestras familias en estudiar en unos pocos sitios y luego el talento de la pubertad se quede todo allí concentrado, y eso es incluso injusto para el avance de un país en su conjunto y de muchas de nuestras regiones. Por qué no averiguar alternativas.
El otro día hablando con una amiga de mi hermana, la cual está pasando por un problema profesional, yo le recordaba que el trabajo no dignifica, sino que lo que nos define como personas son muchas más cosas que somos y lo que hacemos en nuestro tiempo de ocio, por mucho que nos digan que es esencial el éxito profesional.
Tengo que confesar que todavía yo no tengo interiorizado del todo esto que ando predicando y demasiadas veces me dejo explotar en el trabajo, echo horas de más, aspiro a que mejoren las cosas y pienso demasiado en hacerlo todo muy perfectamente, aunque el salario es lo que es. Mi colega me decía que ella, como yo, y como muchas de nosotras, fue educada en la máxima importancia de trabajar y sacrificarse por el trabajo. Tiene 25 abriles, Reproducción Z, para recordarles a los haters de la pubertad que no es cierto que la procreación nueva sea vaga o 'de cristal'. Solo está harta de los abusos.

Pero, pensando en frío y con todo lo que ya sabemos, las empresas no siempre suelen remunerar a los empelados de acuerdo a su esfuerzo y capacidades, sino que priorizan los altos ingresos para atizar perfectamente a sus inversores o sustentar los privilegios de los jefes (la Reproducción Z palabra mucho de este tema porque, supongo, ya aprendieron de lo que hemos ido viviendo los millenials a quienes siempre nos dijeron que si trabajábamos duro llegaríamos stop y luego hemos trillado que eso no es positivo en la mayoría de casos).
Lo satisfactorio y lo que nos define es tener relaciones de calidad con nuestras conocidos y con nuestra comunidad. Es disfrutar del ocio. Tener vigor y hacer cosas que nos ayuden a mantenerla y a sentirnos perfectamente. El trabajo es trabajo. Hay que ocuparse las horas necesarias para acoger un billete que nos permita morar y luego beneficiarse el ocio. Y tener eso siempre presente (trabajando en aplicármelo).

Relacionado con esto, los primeros abriles en la vida profesional me parecen geniales para tantear otros trabajos más allá de lo que hayas estudiado, siempre y cuando no te veas explotada o explotado, claro; abriles para hacer ciertas tareas que solo te ofrecen proyectos temporales y te dejan otros días libres. Por ejemplo, mi hermana, que es Gen Z, estuvo unos meses en una empresa donde hacía proyectos de unos días, aunque de forma constante, siempre contratada y encima relacionado con su sector.
Ella se estresaba por no tener el trabajo estable para el que está perfectamente preparada, pero yo lo veía ingenioso desde mis 16 abriles de antigüedad más que ella y con todo lo que sé: le daba un salario para morar al mes y tener tiempo osado para educarse. Yo solo le decía que disfrutara de los días de ocio y dejara de estresarse con la idea de entendimiento fijo. Ya llegará.
Hay muchos programas sociales y educativos creados que normalmente se esfuman cuando una persona cumple los 30 abriles. Y, de verdad, repito una vez más, dejarte la vida en una empresa a tus 20 y pico ya no suele asegurarte un gran y prometedor y estable futuro. Aprovecha los programas que existen para menores de 30 abriles. Los hay que te permiten morar fuera de tu país, dedicarte a proyectos incluso relacionados con tu pasión. Incluso hay descuentos que a los 30 desaparecen (injusto, pero la vida misma).
La Unión Europea tiene muchos programas destinados a la pubertad de cara a la integración del continente, que puedas irte a otro país de Europa a trabajar en un tesina social, educarse el idioma de ese país, conocer personas de otros lugares. Las becas estudiantiles que ofrecen las universidades o diversas instituciones en muchos lugares del mundo; becas y proyectos de corto plazo relacionados para desarrollar alguna actividad puntual; organizaciones independientes que dan subvenciones para avance de proyectos... es el momento.

No solo porque muchas veces van destinadas a la pubertad, sino porque cuando llegue un momento que tengas un trabajo fijo y ciertas responsabilidades económicas obligatorias, igual no es tan sencillo dejarlo por un tesina remunerado en otro país que es de tan solo 3 o 6 meses.
Hace unos abriles logré una prebenda de una institución independiente que promueve el periodismo independiente de Bélgica. No es para menores de 30, de hecho la hice a mis 34 o 35. Eran cuatro meses viajando e investigando y luego solo me obligaban a dejar un reportaje publicado. Fue durísimo, por el tema que escogí, básicamente, y las injusticias que la clan estaba viviendo, pero fue de gran estudios y una experiencia muy positiva periodísticamente hablando. Ahora mismo, sería más difícil dejar mi trabajo solo para hacer un tesina de cuatro meses. Tengo una hipoteca que retribuir y esa responsabilidad económica, pesa.
Prometí en el principio no romantizar la precariedad y con ello, el coliving, que es un anglicismo usado para dialogar de compartir pavimento aunque sea eternamente porque no puedes pagarte un casa para ti. Aun así, yo vengo de una comunidad espacioso, me tocó morar en casa de mi abuela en un pueblito en la montaña, siendo muy pequeña porque mis padres trabajaban los dos (explotados, encima, pero hacía errata el billete) y no había un sitio creado en mi pueblo para la 'conciliación profesional'. En casa de mi abuela vivía con mis tías jóvenes y mis primas y primos que siempre andaban por allí.
Con esto quiero contar que no veo mal morar con clan. Siempre y cuando sea una cosa escogida, clan con la que la convivencia es respetuosa y que no sea todo una fuente de frustración. Esto ya es poco personal y no un hecho constatado, pero creo que nos han vendido que éxito va de la mano de individualismo y convivencia cada uno en su espacio, por encima de lo que podemos permitirnos.
No lo digo por quienes aman morar solos. Y igualmente sé que muchas veces a fuente de frustración es que a la clan le toca compartir un pavimento rancio y enano por unos costos demenciales y eso cabrea. Lo viví. Sobre todo en Madrid, hace ya muchos abriles, cuando estudié allí y comenzaron los madrileños a ver negocio de quienes estábamos obligadas a estudiar y, luego, morar en esa ciudad porque teníamos un sueño profesional, estábamos dispuestas a compartir con nuestros amigos, y tenían pisos viejos allí parados y aprovecharon a sacar billete.

Pero conozco a muchas personas que ven un fracaso tener que convivir con conocidos venida a cierta antigüedad. Aunque estén perfectamente en su casa, quieran a sus compañeros, lo ven como un fracaso de cara a las expectativas sociales o a sus planes de cuando eran más jóvenes. Yo soy fan de compartir pavimento. Llevo haciéndolo desde los 18 abriles y con muchísima clan y muy, muy, contadas son las malas experiencias que he tenido.
Desde hace dos abriles, que vivo en una casa en una lugar ya convivo solo a ratos (primera vez en mi vida) y es cuando estoy viviendo fuera de mi pueblo por temporadas y lo hago compartiendo pavimento. De todos modos en mi casa casi siempre hay clan, por lo que poco vivo verdaderamente sola. Compartir es morar y es que mis conocidos saben que pueden venir a mi casa cuando quieren y necesitan por el motivo que sea, aunque sea por desconectar del mundo unos días. Y yo sé que tengo sus casas cuando yo igualmente lo necesito. Obviamente siempre con respeto y cariño. Pero, en esquema, que no veo poco malo compartir pavimento y día a día con conocidos y clan y no han de ser tu pareja y comunidad. O incluso en pareja, igualmente me parece positivo compartir con más personas el espacio.

Ahora veo en redes sociales que se palabra mucho de idealizar eso de morar con las conocidos en los abriles de retiro, buscando una casa espacioso para compartir en comuna; y luego veo quejas y agotamiento de estar conviviendo con conocidos en la pubertad o ya pasada cierta antigüedad en la que supuestamente la clan debería tener el poder financiero para morar sola. Y creo que, a no ser que ames verdaderamente mucho la soledad, apuestes por convivir con clan bonita y así gastas menos.
Incluso, si te llevas perfectamente con tu comunidad, con tus padres, si podéis estar en un consenso de paz (con lo difícil que es que no nos digan lo que tenemos que hacer cuando lo sabemos mejor que ellos), siquiera es un fracaso morar en la casa de los padres si lo necesitas. Por compartir gastos, por parquedad si tus padres pueden retribuir los gastos de la casa sin tu apoyo, por un momento de cambio entre un tesina y otro.... Tengo conocidos que se han sentido fracasadas por retornar a casa de cara a la sociedad. Yo, mientras no haya graves problemas, lo veo natural.
Aunque ya hemos analizado en Genbeta que el billete ha hato el pulso al consumo colaborativo, que estaba tan de moda en los 2010 (sí en mi época de recién graduada y entrando en mi época profesional), pero no pasa nulo: queda poco, quedan muchas plataformas, de hecho. El consumo colaborativo igualmente se zócalo mucho en el 'compartir es morar' que a mí me gusta, pero en este caso suele ser en momentos más concretos. O para viajes (aunque no siempre).

Si obtener billete y cubrir los gastos del día es el centro de gran parte del malestar, vamos a ver cómo atajarlo y, personalmente, siento que eso es más posible en la pubertad. Por todo lo explicado anteriormente, básicamente. Puedes teletrabajar o trabajar en poco temporal para eludir y luego irte una temporada a no sé dónde a cuidar gatos o perros de determinado a cambio de casa (hay casas muy bonitas); o irte a algún sitio (vale tu propia provincia, incluso); o ayudar con alguna tarea y que te den alojamiento y comida a cambio con plataformas como WorkAway y otras:

Básicamente, si el arrendamiento es muy caro, por qué no averiguar opciones en las que poder morar en lugares, con más clan, espacios comunales, para quitar ese enorme consumición que crea tan gran frustración.
De nuevo, sin hablarte de que vivas precario, solo a mí me gusta pensar el coste de las cosas de acuerdo a las horas de trabajo. Porque somos clase trabajadora y cada hora es esfuerzo, es tiempo que quitamos de nuestra comunidad y esa remuneración es lo que gastamos en todo. No voy aquí a asegurar que, por ser señorita (en efectividad va para todo el mundo, pero si tienes hijas e hijos todo el tema se va complicando) vivas con lo muy nuclear, pero sí relativizar en qué ajar.

Para mí cuando era más señorita, yo conocía a muchas personas para las que era esencial tener ciertos productos para el cuerpo, la cara, la vestimenta, sobre todo que los demás lo vieran.... mucha clan lo hacía con el coche, con la marca del bolsa... Incluso tener cierto trabajo y poder comentarlo con los vecinos o tener ciertas estabilidades eran motivo de éxito.
Cada uno elige su vida y hay que priorizar. Si a determinado le hace verdaderamente atinado comprar cosas de ciera marca, por encima de todo; o tener muchos likes por el delirio que ha hecho al oficio de moda; o que los demás- comunidad, vecinos, conocidos del cole- estén impresionados por poco, delante. Pero si no es la fuente de la alegría del día a día, yo recomienda averiguar cuál es y aconsejo centrarse en ella.
Para mí era educarse idiomas y culturas, estar tiempo con mi comunidad y amigos de siempre y luego conocer las conocidos que, gracias a Dios tengo ahora. En el día a día iba vestida casi de uniforme con las pocas prendas de ropa que tenía para vestir, casi todo, utilizado, encima de lo que mis amigas o primas ya no usaban y me servía.

Yo pasé de arrostrar maletas de 20 kilos a viajes de un mes (con becas y proyectos que tuve la suerte de ingresar muy señorita por mis calificaciones y notas que me daban llegada a becas) a delirar 9 meses con 8 kilos en una mochila cuando tenía 26 o más y ahí iba ropa para ir a montañas, frío, calor y lugares serios de trabajo (porque trabajaba online y tenía que ir a eventos).
Efectivamente, cuando dejé de comprar tanta ropa mi vida mejoró ( de señorita muy señorita, me encantaba aunque no compraba nulo caro porque no tenía medios para ello, pero sí gastaba parte de mi billete en ropa porque me encantaba seguir la moda). Entiendo que por prejuicios de la sociedad, comentarios que una pueda acoger, inseguridades.... no todo el mundo está cómodo usando cierta ropa. Y ahí lo respeto y es otro tema. Por mi parte lo que sucedió es que ya no necesito ir a la moda, así que mi vida es mucho más tranquila.
Al fin y al lengua, morar coincidente a tus principios es importante. Si ves a clan atropellar de otra, ¿te sientes perfectamente callando? Si ves que tú mismo o misma estás siendo maltratado, no hace errata estar a diario en una amargura absoluta. Y, más aún, si trabajas para una empresa u estructura que actúa totalmente contra tus principios, igual puedes o hablarlo o directamente irte. No merece la pena, verdaderamente, dejar de costado tus principios.
Imagen | Bárbara Bécares (en los abriles en los que recogió las ideas que ahora comparte)
En Genbeta |Esta web recoge cuáles son los destinos turísticos a los que no ir en 2024 y explica sus razones
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