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A los miembros de la Coexistentes Z se les percibe como expertos en tecnología conveniente a su constante presencia en redes sociales y a su intensivo uso de apps móviles... pero la cara que muestran en el entorno sindical es muy diferente: nuevos estudios destacan que, allá de ser los "gurús tecnológicos" que muchos esperaban, los jóvenes trabajadores de esta concepción a menudo sufren usando algunas de las herramientas tecnológicas básicas de una oficina.
Es innegable que la Coexistentes Z ha crecido rodeada de dispositivos electrónicos y aplicaciones. Desde temprana antigüedad, han tenido paso a smartphones, tablets y redes sociales que les permiten moverse con facilidad en el mundo digital.
Sin bloqueo, cuando estos jóvenes profesionales ingresan al mercado sindical, se enfrentan a una existencia diferente: las herramientas tecnológicas en el ámbito profesional, como impresoras, escáneres y fotocopiadoras, son mucho menos intuitivas de lo que les ha acostumbrado su habitual ecosistema de apps.
Un noticia manufacturado por el fabricante de hardware HP (titulado 'Hybrid Work: Are We There Yet?') reveló que el 20% de los trabajadores entre 18 y 29 abriles sienten que son juzgados por no dominar estas tecnologías básicas en la oficina, comparado con sólo un 4% en las generaciones anteriores.
Encima, muchos de estos jóvenes evitan participar en reuniones si creen que sus herramientas tecnológicas podrían equivocarse, poco que les genera una creciente ansiedad en el superficie de trabajo.
El aberración de la 'tech shame' o 'vergüenza tecnológica' no solo está relacionado con la desatiendo de experiencia con herramientas específicas, sino igualmente con las expectativas (desde su punto de audiencia, desproporcionadas) que se tienen sobre estos jóvenes: se presume que, por ocurrir crecido en un entorno digital, deben dominar automáticamente cualquier tipo de tecnología.
Sin bloqueo, tal como señala Sarah Dexter, profesora asociada de educación en la Universidad de Virginia, esta suposición es errónea:
"¿Cómo sabrían cómo escanear poco si nunca se les ha enseñado?".
Según un informe que publicó la agencia LaSalle Network, el 48% de los graduados en 2022 no se sentían tecnológicamente preparados para sus empleos. A pesar de ocurrir finalizado en muchos casos su educación en entornos virtuales conveniente a la pandemia, muchos no han sido expuestos a las herramientas específicas que se utilizan en la oficina, como plataformas de videoconferencias, software de trámite de proyectos o sistemas de almacenamiento en la nimbo.
Esta desatiendo de formación se hace aún más evidente a la audiencia de los datos de otro estudio de Dell, que indican que el 56% de los jóvenes de entre 18 y 26 abriles tienen una educación digital "muy básica" o "nula".
En intención, los jóvenes de la Coexistentes Z están más familiarizados con aplicaciones y plataformas diseñadas para ser extremadamente intuitivas y fáciles de usar, como TikTok o Instagram. Estas aplicaciones no requieren manuales de adjudicatario, lo que contrasta con la complejidad de las herramientas de oficina, que no siempre resultan ser tan amigables. Max Simon, un creador de contenido de 30 abriles, resume esta diferencia en The Guardian:
"Se necesita solo cinco segundos para ilustrarse a usar TikTok, no necesitas un manual de instrucciones como lo harías con una impresora".
Uno de los aspectos más preocupantes del tech shame es que impide a los jóvenes profesionales pedir ayuda cuando la necesitan. Muchos prefieren pasarlo mal en silencio antaño que revelar su desatiendo de conocimiento, temiendo ser percibidos como inexpertos o incompetentes en un entorno que asume que deberían ser tecnológicamente capaces. Elizabeth, una ingeniera de 23 abriles, confiesa:
"Siento que no me han enseñado cosas que algunas personas consideran conocimientos básicos, y me da vergüenza preguntar".
Una interpretación aludido de este artículo se publicó en 2024.
Imagen | Oliver Menyhart en Pixabay
En Genbeta | Los trabajadores jóvenes son la concepción a la que menos le importa el salario. Pero valoran mucho otras cosas de una empresa
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