qué hay tras esta paradoja

Hace unos días, en un momento en que en España se encuentra en récord de empleo desde que arrancase la crisis económica de 2008, se hacía manifiesto que las actividades turísticas alcanzaron 3,24 millones de trabajadores entre abril y junio de 2025, ayer de entrar en plena temporada entrada, donde tendremos que ver en unas semanas cuántos puestos más de trabajo se crearon.

La Ordenamiento Mundial de Turismo ha publicado que en la hogaño España se ha colocado en el segundo puesto como destino más visitado del mundo con 83,7 millones de viajeros anuales. Y se aplazamiento que esta tendencia continúe en aumento.

Sin bloqueo, en este contexto que suena a prosperidad, muchas voces se levantan continuamente para rememorar que el turismo puede originar empleos, pero asimismo empobrece y afecta negativamente a la población lugar de los lugares masificados. Y estas voces tienen mucha razón desde diversas perspectivas que vamos a analizar aquí.

"Más turismo, más pobreza"

El economista José García Domínguez publicaba una columna de opinión en The Objective afirmando que "cuanto más turismo, en emoción, más pobreza. Y el ejemplo paradigmático de esa novísima y desoladora correlación estadística son las Baleares, un archipiélago volcado de modo obsesivo en el monocultivo turístico que hace tan pronto como cero, en 1985, todavía ocupaba el primer puesto de España en el ranking de la renta per cápita regional", poco que ha ido cayendo con los primaveras y es que muchas personas allí están en peligro de pobreza.

La vida es demasiado cara, encarecida por turistas llegados de países con sueldos más altos, para que personas que reciben un sueldo natural gachupin puedan costearla.

Un informe del BBVA a este respecto explica que a nivel estructural, estas provincias tienen una renta per cápita inferior a la media española. Cuando este parcialidad analizó en 2019 cómo influye en una heredad poner gran peso en el sector del turismo, alertaban que son provincias más vulnerables a su desaceleración. Se pueden destacar tres tipos de vulnerabilidad, destacando aquellas provincias como Baleares o Canarias que dependen estructuralmente del sector.

La cuestión es cómo y dónde vestir el boleto

La  Ordenamiento Mundial del Turismo como organismo de las Naciones Unidas explica en un detallado mensaje cómo "el turismo lleva a los países del Sur a unos consumidores relativamente acaudalados, que pueden constituir un importante mercado para los empresarios locales y un motor de incremento financiero sostenible para el sitio". La cuestión es: dónde y cómo estas personas que llegan unos días de turista deciden hacer uso de su boleto: consumiendo lugar o en empresas creadas por grandes multinacionales extranjeras, entre otros ejemplos.

Otro asunto es cómo las empresas del sector tratan a sus trabajadores. Si acertadamente  el sector turístico tiene un peso muy importante y creciente en el PIB gachupin los trabajadores y  trabajadoras del dominio están sobreexplotados, con salarios menguados, precariedad y temporalidad...

En 2019, un reportaje de Notorio recordaba que los tradicionales enclaves turísticos se sitúan como las áreas urbanas  de menor renta del país en una clasificación que incluye en sus quince primeros puestos a Benidorm, Málaga, Gandía, Puerto de la Cruz y  Arrecife, en algún caso con niveles inferiores al puertas de la pobreza. Es precisamente la dependencia a este sector lo que lleva a la pobreza.

Hay otro problema más allá del encarecimiento de la vida y de la gentrificación: la diligencia de los posibles existentes. El turismo puede imponer costos no económicos sustanciales a los locales por la pérdida del golpe a sus posibles (por ejemplo las playas), desplazamiento de las tierras agrícolas, alteraciones sociales, entre otras. Si, por ejemplo, en una región con problemas graves de sequía, hay hoteles internacionales usando grandes cantidades de agua, se reduce el golpe de este acertadamente esencial para la multitud lugar, tanto para consumo propio como para usos agrícolas.

Como recoge un estudio de Ceupe European Business School, entre los impactos negativos que pueden tener el turismo cuando no se gestiona de una forma responsable y sostenible es que puede sobrellevar inflación, especulación, contratos de estacionalidad profesional, distorsiones en la heredad lugar...

En cuanto a factores socioculturales es global ver cómo se establecen “guetos” de riqueza o que haya tensión social oportuno a la creación de empleos con salarios superiores a la media.

Asimismo, según cómo se comporten los turistas, no deja de ser una "nueva forma de colonialismo", ya que llega con desculturización del destino y fusión de imágenes estereotipadas.

Asimismo, un turismo poco responsable puede sobrellevar a la degradación del entorno, al incremento de usos no compatibles con el espacio, a un incremento urbano no integrado en el entorno o a una enorme congestión del tráfico o incremento del ruido.

Imagen | Foto de Lum Lumi en Unsplash

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