por qué aquí siguen protegidas por copyright

Estos días, muchos medios han publicado que, con la presentación de 2025, varios nuevos personajes han pasado a ser de dominio sabido. Algunos de ellos son muy conocidos. Tenemos a Tintín y a Popeye. Pero, en la destreza, solo han pasado a ser de dominio sabido en algunos países del mundo, como Estados Unidos: en España el panorama es acertadamente diferente y tendremos que esperar unos abriles.

Es un nuevo año, y eso significa que más obras pasarán al dominio público. Este año, miles de obras protegidas por derechos de autor creadas en 1929, incluidas las primeras versiones de Popeye y el personaje de cómic belga Tintín, ahora se pueden reutilizar y readaptar en Estados Unidos.

El Centro para el Estudio del Dominio Sabido de la Maña de Derecho de Duke ha reunido una vez más todas las obras más emblemáticas que se han descocado de los límites de los derechos de autor: La primera película sonora de Alfred Hitchcock, 'El intriga de las siete esferas' de Agatha Christie, 'Adiós a las armas' de Ernest Hemingway, 'Una habitación propia' de Virginia Woolf y varias obras de Salvador Dalí.

Por qué los españoles tenemos que esperar

En España tendremos que esperar tiempo para que todas estas obras que ya están liberadas de derechos en el mencionado país norteamericano estén incluso libres aquí. En España, las obras pasan al dominio público 70 abriles posteriormente de la homicidio del autor, u 80 abriles si el fallecimiento ocurrió antiguamente de 1987.

En otros países, los plazos varían según la código locorregional. Por ejemplo, en Estados Unidos, las obras publicadas antiguamente de 1978 suelen advenir al dominio sabido 95 abriles posteriormente de su publicación. En la Unión Europea, el plazo normal es de 70 abriles post mortem, similar al gachupin.

Qué significa que una obra sea de dominio sabido

El dominio sabido se refiere a aquellas obras cuyos derechos de autor han expirado y, luego, se permite que cualquier persona pueda utilizarlas independientemente sin escazes de autorización ni cuota. Esto incluye la reproducción, modificación y distribución de dichas obras.

Como explican desde Abogados Culturales: "Este sistema sondeo equilibrar los derechos patrimoniales de los creadores y sus herederos con el interés sabido, asegurando que, con el tiempo, estas obras se conviertan en patrimonio cultural colectivo".

Una vez que una obra entra en dominio sabido, cualquier persona puede utilizarla sin escazes de pedir permiso ni retribuir derechos de autor. Esto incluye su reproducción, habilitación, traducción e incluso su comercialización. Aunque hay matices. Por ejemplo, el uso de la obra flamante es independiente, pero no las versiones protegidas hechas luego.

Es opinar que, al igual que ocurrió con Mickey Mouse el año pasado y con Winnie the Pooh en 2022, en los países donde se han descocado los derechos por su código, sólo se puede reutilizar la interpretación más temprana de los cómics.

Imagen | Foto de omid roshan en Unsplash

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