ofrecer hasta 100 millones de dólares

Meta, la empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, se encuentra inmersa en una transformación sin precedentes de su logística de inteligencia industrial (IA). Tras varios reveses en el exposición de modelos competitivos frente a gigantes como OpenAI y Google, Mark Zuckerberg ha redoblado su desafío con un avaricioso tesina: la creación de un laboratorio dedicado a la creación de "superinteligencia" (esto es, de una IA con capacidades cognitivas superiores a las humanas).

De la frustración al contraataque

Los tropiezos de Meta en IA no han pasado desapercibidos. El pasado mes de mayo, la compañía se vio obligada a retrasar el divulgación de su maniquí insignia, Behemoth, oportuno a preocupaciones internas sobre su rendimiento. La familia de modelos LLaMA, pese a su código descubierto, siquiera ha acabado posicionarse como referente empresarial por problemas de vinculación y consistencia.

Este panorama llevó a Zuckerberg a tomar decisiones drásticas: reorganizar los esfuerzos de IA, atraer talento de élite tirando de talonario y sentar las bases para un nuevo laboratorio con la superinteligencia como gran meta a cruzar.

Scale AI: el as bajo la manga de Meta

Uno de los movimientos más audaces para obtener esto ha sido su alianza con Scale AI: Meta ha determinado cambiar unos 15.000 millones de dólares, lo que le otorgaría una billete del 49% en esta pujante startup especializada en etiquetado de datos y evaluación de modelos basados en RLHF (formación por refuerzo con feedback humana).

Más aún: el damisela fundador de Scale AI, Alexandr Wang, de solo 28 abriles, ha sido reclutado para liderar el nuevo laboratorio de superinteligencia.

Scale AI ha trabajado con actores secreto del sector (como OpenAI, Microsoft y Cohere), y se ha destacado por su capacidad para ofrecer datos etiquetados de adhesión calidad y ciclos de feedback humana de precisión.

Fichajes de élite: talento por millones

Meta ha desplegado una ataque para enterarse al mejor talento del sector, ofreciendo paquetes de compensación de hasta nueve cifras a investigadores provenientes de empresas como OpenAI y Google. Zuckerberg incluso ha recibido a candidatos en sus casas en Lake Tahoe y Palo Stop, llevando a sitio un esfuerzo personal para convencerlos.

La imagen que de Meta dan algunos ex empleados (como una empresa marcada por la burocracia, luchas internas y una civilización no tan proclive a los proyectos innovadores como debiera) podría, sin secuestro, contrapesar los esfuerzos del CEO.

Lo cierto es que, hasta ahora, Meta está en el podio de las 'big tech' que más talento había perdido hasta ahora en gracia de los nuevos laboratorios de IA, según publica SignalFire:

Por ahora, su nuevo laboratorio, aún en formación, ya cuenta con unos 50 miembros y está sito cerca de la oficina de Zuckerberg, lo que deja deducir su implicación directa.

La logística de Meta no está exenta de riesgos: La negocio de una billete tan significativa en Scale AI plantea dudas regulatorias, sobre todo en EE. UU., donde la Comisión Federal de Comercio mantiene a Meta bajo vigilancia antimonopolio.

¿Qué es la superinteligencia?

Mientras que la mayoría de empresas de IA apuntan a la AGI (inteligencia industrial genérico), es afirmar, una IA que iguale al cerebro humano, Meta va más allá. Su desafío es por la superinteligencia: una IA que no solo imite, sino que supere ampliamente la capacidad cognitiva humana.

Zuckerberg ha afirmado que la IA puede convertirse en "una de las innovaciones más importantes de la historia", y que este año será crucial para trazar el rumbo de su futuro.

El exposición de una superinteligencia no se base solo en algoritmos. Requiere una infraestructura radicalmente nueva, capaz de manejar volúmenes inmensos de datos, feedback humana contextualizada y capacidades de habilitación ética y cultural.

A muchos, sin secuestro, esta retórica y esta pretensión de pretender ponerse en cabecera gastando millones en ponerse un objetivo más avaricioso que la competencia nos suena poderosamente a lo ocurrido con el 'Metaverso', el carísimo muñeco al que Zuckerberg dedicó gran parte de su atención durante un tiempo (llegando al extremo de renombrar a Facebook Inc. en su honor), y con el que prometía que lograría ir mucho más allá de la mera existencia posible, para que al final todo ese ruido (y todos esos millones) parezcan acontecer quedado en cero.

Imagen | Marcos Merino mediante IA

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