Microsoft tuvo la mejor app de videollamadas hasta que nos hicieron falta de verdad. Hoy se despide Skype, y muchos usuarios quedan huérfanos

Hoy nos despedimos definitivamente de Skype. Una aplicación mítica que se lanzó hace ya 21 abriles y que fue esencial en los inicios de las videollamadas a principios de este siglo. Supuso una nueva forma de comunicarse con familiares, amigos y colegas a distancia, a través del ordenador o el móvil, viéndose cara a cara sin condición de fertilizar mínimo.

En el contexto en el que surgió, Skype fue una auténtica revolución. Permitía conectar a personas separadas por miles de kilómetros, sin costes adicionales, y con una calidad conveniente aceptable para la época.

Su popularidad fue tal que el propio nombre de la app se convirtió en un verbo: "¿hacemos un Skype?" se decía como parecido de hacer una videollamada.

Skype llega a su final

Todo apuntaba a que Skype dominaría el mercado. Fue una de las primeras aplicaciones de consumo masivo en ofrecer llamadas a través de internet, tenía una identidad visual reconocible y una admisión masiva. Pero con el paso del tiempo, nuevas alternativas como Google Meet, Teleobjetivo o Discord fueron ganando circunscripción, relegando poco a poco a Skype a un segundo plano.

En 2011, Microsoft compró Skype por 8.500 millones de dólares, con la intención de sustituir a su icónico Messenger. La integración en Windows 10 y el respaldo de una empresa como Microsoft parecían asegurar su continuidad. Sin confiscación, su anciano rival terminó naciendo interiormente de casa: Microsoft Teams.

Teams, inicialmente concebido como la desarrollo de Skype for Business, fue ganando protagonismo tanto en el entorno corporativo como personal, hasta el punto de solaparse con Skype. La pandemia aceleró el uso de herramientas de videollamadas como Teleobjetivo, y Discord captó a los usuarios más jóvenes y gamers. Skype quedó en tierra de nadie.

Hoy se cierra oficialmente su ciclo. Tras un proceso de migración a Microsoft Teams, Skype dejará de contar con soporte. Aunque sigue instalada en muchos equipos "por si destino", ya forma parte del pasado digital.

Sin confiscación, aún hay funciones que algunos echarán en desliz. Especialmente, las llamadas internacionales económicas gracias al sistema de créditos de Skype. Algunos usuarios han expresado su frustración en redes como X, al perder una de las opciones más accesibles para comunicarse con personas en el extranjero sin dejarse una fortuna.

Esto incluso ha derivado en ideas de negocio: crear una plataforma sencilla que ofrezca llamadas internacionales a bajo coste podría cubrir ese hornacina dejado y convertirse en una fuente de ingresos interesante:

Crear un sitio web cardinal que funcione en ordenadores y dispositivos móviles, que cobre créditos (¡no injustificado!) y permita hacer llamadas de voz a cualquier emplazamiento probablemente le permita alcanzar $1 millón de ingresos anuales recurrentes (ARR) en poco tiempo, creo.

El delegado de Skype es incuestionable. Fue pionera, revolucionó la forma de comunicarnos y dejó una huella imborrable en la historia de internet. Pero como hemos aprendido con el paso del tiempo, ni siquiera el liderazgo o la popularidad garantizan la supervivencia. Adaptarse a las deposición del legatario es la secreto. Skype no lo hizo a tiempo, y hoy decimos adiós.

Imágenes | Mati Flo Eyestetix Studio

En Genbeta | Yo fui nómada digital cuando nadie lo era: el teletrabajo era muy divertido, agobiante (por la tecnología) y nadie entendía qué hacía