los tecnobillonarios deben responder por el daño causado por sus algoritmos

"¿Por qué aceptamos como común en el mundo digital lo que de ningún modo permitiríamos en el mundo físico? ¿Por qué no aplicamos las mismas normas, las mismas leyes, los mismos derechos, las mismas obligaciones...? Hemos dejado inexplicablemente que los productos y los servicios digitales salgan al mercado sin controlar sus riesgos y sin asimilar cuáles son los potenciales daños". Así ha presentado el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, un nuevo organismo de control a las redes sociales.

El Observatorio de Derechos Digitales, animado desde Red.es dice buscar que los derechos y libertades que defendemos en la vida diaria lleguen a redes sociales a las que ha aguado como "campos de batalla" donde la muchedumbre ataca a otras personas y donde dice que se viralizan muchas informaciones que son falsas.

Ahora aceptablemente, ¿quién se encargará de dictar qué es una mentira y qué es verdad en un mundo de la subjetividad? Pues, de acuerdo con el propio observatorio, esta es una iniciativa público-privada financiada con fondos europeos NextGeneration y está integrado por una veintena de entidades públicas y privadas del ámbito escolar, empresarial y social. Incluso ha firmado convenios y acuerdos de colaboración con otras 177 entidades, que contarán con 280 expertos.

Entre los datos que ha dado Pedro Sánchez para justificar este nuevo método de control es que los delitos digitales ya representan un botellín de todos los delitos penales, una de cada cuatro jóvenes recibe solicitudes no deseadas de contenido sexual y los delitos de odio online crecieron un 32% en el postrer año.

Cómo funcionará este control

Por un costado, el Gobierno aprobará en las próximas semanas la designación de la Comisión Franquista de los Mercados y de la Competencia (CNMC) como Coordinador de Servicio Digitales que tendrá veterano dotación en medios materiales y humanos para cultivar la supervisión de la actividad de las plataformas digitales.

Por otra parte, ha defendido las tres medidas con implicaciones europeas que propuso en el Foro Mundial de Davos. Una es terminar con el anonimato. Por otro costado, quiere exigir a las plataformas a que compartan la información necesaria para su supervisión y para ello se reforzará el Centro para la Transparencia Algorítmica de la Comisión Europea", el cual se ubica en Sevilla.

La medida puede ser polémica ya que es el mismo Gobierno quien deje de regular la información que circula en redes. A paciencia de más descomposición de expertos en el tema, tenemos, por ejemplo, al Instituto para la Digitalización Democrática que ha recordado, sobre el anonimato en redes, que "ya estamos identificados. Al cascar una cuenta das un teléfono verdadero y las autoridades pueden conseguir" y consideran que "lo que Sánchez pide es exponernos a las agresiones por dar datos privados. Sería como circular con el DNI en la frente".

La negatividad de Sánchez en presencia de las redes sociales

Pedro Sánchez ha defendido que no se puede permitir que "se insulte, se amenace, se estafe y se abuse de las personas sin ningún tipo de consecuencia" en el mundo digital. El presidente del gobierno se ha mostrado muy cenizo con el panorama de las redes sociales y ha hecho comentarios como la inmediatez y la "obsesión por el like".

Según él, en la ahora se "distorsiona la verdad y empobrece el debate divulgado" y ha denunciado que "las redes sociales son hoy auténticos campos de batalla, donde no se discute, sino que se ataca, no se argumenta, se descalifica, y no se averiguación entender, sino imponer".

En todo su discurso ha hablado de la injerencia de potencias mundiales como Rusia a la hora de propagar informaciones falsas en las redes sociales para tener influencia sobre la política de otros países e incluso ha atacado a los "tecnobillonarios", tan de moda estos días desde que se han abrazado a Donald Trump, presidente de Estados Unidos y a su discurso.

Pedro Sánchez ha remarcado la exigencia de que "los CEO de las compañías no rehúyan el cumplimiento de sus obligaciones, como hacen los empresarios, cualquier autónomo o trabajador, y que, cuando lo hagan, respondan por los daños que provocan sus plataformas". Según el presidente del gobierno, "los tecnobillonarios y gigantes tecnológicos deben contestar por sus actos y el daño causado por sus algoritmos".

Para ello, el Ejecutor está estudiando mecanismos que aseguren la responsabilidad procesal de los directivos respecto del funcionamiento de las plataformas, garantizando que puedan rendir cuentas judicialmente si hay infracción de derechos y libertades . El segundo frente de autos "prioritario" es el impulso de la soberanía digital y tecnológica en el que ya avanzan Europa y España, porque "Europa no puede pender de otros para puntualizar su futuro digital".

Imagen | La Moncloa

En Genbeta | Una diseñadora creó un 'ChatGPT de Hacienda'. Ahora la Agencia Tributaria le ha solicitado que lo elimine