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Según el Referencia Europeo de Pagos de Consumidores 2024 (ECPR), manufacturado por la empresa de dirección de crédito Intrum, la Reproducción Z española —jóvenes de entre 15 y 28 abriles— está cayendo en un patrón de consumo preocupante: llevar más de lo que puede permitirse.
El estudio advierte sobre el impacto que las redes sociales y la facilidad del comercio electrónico están teniendo en la sanidad financiera de los más jóvenes, y recoge el referencia de que el 64% de los jóvenes españoles reconoce residir por encima de sus posibilidades económicas, un porcentaje que supera con creces al de generaciones anteriores.
Entre los millennials (29-44 abriles), la monograma desciende al 51%, mientras que tan pronto como un 17% de las generaciones precedentes muestran este comportamiento.
El aberración tiene una raíz clara: la presión del entorno digital. Y es que casi la porción de los jóvenes de la Reproducción Z (47%) admite ocurrir realizado compras impulsivas tras ver publicidad en redes sociales, frente al 17% de la Reproducción X y tan solo el 5% de los boomers. Plataformas como Instagram, TikTok o YouTube, donde proliferan los llamados influencers de estilo de vida y los creadores de contenido financiero, han convertido el consumo en una forma de expresión social.
"Esta presión del entorno digital está transformando los hábitos de consumo y plantea nuevos riesgos para la sanidad financiera de las generaciones más jóvenes", subraya el crónica. Las compras por impulso, el deseo de perseverar una imagen idealizada y la inmediatez de los pagos digitales están generando un ciclo de pago difícil de controlar.

Encima, el auge del comercio electrónico —con procesos de suscripción cada vez más simples y ofertas constantes— ha reforzado este patrón: la comodidad de comprar desde el móvil y la omnipresencia de campañas personalizadas convierten al comercio electrónico en un contorno fértil para el pago airado.
Uno de los factores que más preocupa a los expertos es la expansión de los sistemas de "negocio ahora, paga luego". Intrum destaca que el 34% de los consumidores españoles se siente más inclinado a comprar a proveedores que ofrecen esta opción.
Aunque este maniquí facilita las adquisiciones inmediatas, sin la formación financiera adecuada puede convertirse en una trampa de endeudamiento. Las cuotas fraccionadas, sumadas a los intereses y a la acumulación de pequeñas deudas, acaban generando una presión económica difícil de sostener para los hogares más jóvenes.
Los autores del crónica insisten en que animar la educación financiera desde edades tempranas es esencial para revertir esta tendencia: en la escuela nadie nos enseña a resolver una salario, entender una hipoteca o planificar el futuro financiero.
Pese al panorama sombrío, el estudio identifica un chispa de esperanza en la digitalización y el uso de la inteligencia sintético. Un 19% de los españoles afirma utilizar con frecuencia herramientas de IA para comprender mejor las condiciones financieras y tomar decisiones más informadas.
Aunque todavía es una minoría, los analistas de Intrum destacan que este referencia refleja "un creciente interés por apoderarse conocimientos que permitan resolver con longevo autonomía los bienes disponibles".
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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