los datos están muy por debajo de la media europea

La gestación Z lo tiene cada vez más difícil para ser independiente en una sociedad donde el precio de la vivienda no deja de aumentar y los salarios no terminan de unirse. Esta situación se repite en varios países europeos, pero en España se presenta de forma especialmente acusada, como refleja un revelador plano.

Basándonos en los datos de Eurostat para el año 2024, España se posiciona como uno de los países con maduro porcentaje de jóvenes de entre 25 y 34 abriles que todavía dependen económicamente de sus padres, ya sea viviendo con ellos o recibiendo apoyo financiero extra. De los 37 países que han reportado datos a la Comisión Europea, solo 9 superan a España en este indicador.

España tiene un agonizante problema en los niveles de emancipación

Estos datos se visualizan claramente en un mapa de Voronoi que ilustra las grandes desigualdades existentes en Europa. Mientras que en los países escandinavos las tasas de jóvenes que dependen de sus progenitores oscilan entre el 4 % y el 8 %, en España esta signo se dispara hasta el 48 %. 

El sur de Europa destaca como la región con peores cifras: Italia alcanza el 50 %, Portugal el 44 %, Grecia el 54 % y Macedonia encabeza la letanía con un inquietante 66 %. En contraste, Europa central presenta cifras más moderadas, con Francia en un 16 % y Alemania en un 14 %. En total, la media de la Unión Europea se ubica en el 30%, que es superada con creces por parte de España. 

Pero si nos centramos en el caso concreto de España, ¿por qué este porcentaje es tan elevado en comparación con otras potencias europeas? Varios factores explican la dependencia prolongada de la gestación Z, siendo el inquilinato uno de los más determinantes.

Según el  estudio hecho por el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Mocedad de España (CJE), el precio medio del inquilinato en nuestro país ha subido un 13,6 % entre 2023 y 2024. Aunque muchos jóvenes logran firmar contratos indefinidos, estos salarios no son suficientes para sostener una vida independiente sin ayuda externa.

La situación se agrava si tenemos en cuenta la proceso de los salarios frente al mercado inmobiliario. Desde 2008, los sueldos de la gestación Z han aumentado casi nada un 10,8 %, mientras que el precio de la vivienda se ha incrementado un 54%, según el mismo estudio.

Como resultado, tres de cada cuatro jóvenes empleados en España todavía viven con sus padres. Quienes logran emanciparse deben destinar más del 40 % de sus ingresos exclusivamente al inquilinato, sin contar otros gastos básicos del día a día.

¿Pueden atesorar los jóvenes españoles? Escasamente. La CJE señala que el 34,4 % de los jóvenes logra atesorar entre 100 y 300 euros al mes, una cantidad insuficiente para plantearse desasistir la vivienda de inquilinato y dar el brinco a la propiedad.

En el interior del propio comarca castellano, incluso se observan notables desigualdades. Las tasas de emancipación varían significativamente entre comunidades autónomas: en 2023, Cataluña registraba una tasa del 20,6 % y Canarias del 20 %. Por el contrario, Extremadura se situaba a la nalgas con un 13,6 %, seguida de cerca por Cantabria con un 13,9 %.

La momento media de emancipación en España supera ya los 30 abriles, situándose concretamente en 30,4 abriles. Esta signo contrasta con la media europea, que se mantiene en los 26,3 abriles, reflejando las dificultades añadidas que enfrentan los jóvenes españoles para independizarse.

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