Las conductas conocidas de Steve Jobs como líder de Apple que chocan de frente con la ética laboral de la generación Z

Muchos son los jefes y profesionales senior que se están quejando abiertamente de la ética gremial de la reproducción Z, los más jóvenes del mercado gremial presente. Al mismo tiempo, muchas investigaciones y estudios muestran que la pubertad ha aterrizado en el mercado gremial con una ética que no acepta muchas dinámicas tradicionalmente aceptadas.

Pensando en las críticas, no hay que olvidar que los millennials pasamos nuestra pubertad escuchando alabanzas en dirección a ciertas prácticas de Steve Jobs o Bill Gates como jefes muy buenos por ser muy duros con sus empleados. Tan duros que muchas de sus rutinas más suenan a explotación gremial que a un entorno de trabajo disciplinado. Incluso hay medios de comunicación especializados en psicología analizando si la forma de liderar de esta reconocida figura era más bien una pesadilla. 

Hace unas semanas vio la luz un vademécum sobre Apple en China y la figura de Steve Jobs antaño de su fallecimiento y un capítulo sacó a la luz la historia de las autodenominadas como “viudas de Apple”. Con esta historia, que vamos a memorar y otras anécdotas sobre Jobs liderando la empresa, vamos a ver cómo ahora mismo sería el terror de la ética gremial que exige o, al menos, escudriñamiento, la Gen-Z.

No hay tiempo para la grupo

Ya hemos conocido que hay profesionales de la Vivientes Z que se quejan abiertamente de que la caminata gremial de 40 horas no deja tiempo para carencia. Y probablemente tiene razón. Incluso hay estudios que demuestran que la pubertad prima su bienestar y  flexibilidad en la empresa antaño de todo.

Pues en Apple la exigencia era mucho viejo. Por ejemplo, cuando la empresa desarrollaba productos nuevos, muchos ingenieros debían mudarse da California a China donde durante largas temporadas tenían que trabajar muchísimas horas al día, lo que, por otra parte de la distancia con sus familias, les daba poco espacio  para poder, incluso, cuchichear con sus parejas e hijos entre sus jornadas  maratonianas.

De acuerdo con la información del vademécum "Apple in China", había empleados que pasaban meses y meses en China, trabajando los siete días de la semana con jornadas de hasta 80 horas.  Y eso derivó en muchas familias totalmente distanciadas y mujeres que querían divorciarse de un marido al que nunca veían y que priorizaba el  trabajo a su grupo.

En 2017, un vademécum de Brian  Merchant documentaba el ámbito de presión y miedo que Jobs creó durante el partida del iPhone, "un ámbito que costó a muchas  personas sus matrimonios", de acuerdo con "El Dispositivo Único: La Historia Secreta del iPhone". Según el libro, a los miembros del proyecto iPhone se les dijo:  "Probablemente tendréis que renunciar a las noches y los fines de  semana durante un par de abriles mientras desarrollamos este producto".

La obsesión de Jobs porque la competencia no le quitara a sus trabajadores

Hay mails filtrados de la época donde se ve a Steve Jobs reclamando al CEO de Adobe de estar reclutando concurrencia de Apple. En el correo, el emprendedor  afirmaba que su empresa tenía una política mediante la que Apple no  podría contratar a concurrencia de Adobe y que "parece ser que vosotros tenéis otra política. Uno de los dos debe cambiar sus políticas, dime cuál". Jobs tuvo un problema muy similar con Microsoft.

Frente a esto, una indagación de Gallup, empresa especializada en entornos de trabajo, concluía que, en común, todo el mundo está perdiendo su confianza en sus empleadores,  menos los boomers, que están más comprometidos que nunca. El problema  de las empresas radica en que muchas de ellas no hacen a sus  trabajadores sentirse cuidados, ni ofrecen oportunidades de enseñanza y crecimiento (ya habíamos conocido que este aspecto era esencial, sobre todo para los más jóvenes).

Mientras que Steve Jobs quería retener a su talento a costa incluso, de amenazas, la concurrencia mozo no quiere mantenerse partidario a un empleador cuando no se siente proporcionadamente tratado. Múltiples informes revelan que los profesionales están abiertos al cambio y a nuevos empleos, aunque ya estén trabajando. En España, de hecho, el mensaje Tendencias del Talento España 2023 reveló que el 92% de los profesionales tecnológicos buscan trabajo  aunque estén empleados.

Por otro costado, State of the Global Workplace analizando 2023 señaló que el 51% de trabajadores escudriñamiento trabajo de  forma continuada. Y, aunque es un problema común, se acentúa con los  más jóvenes que, según expertos, están más involucrados en proyectos que  en empresas como un general.

Ambientes de mucha presión

En común, el cambio de  rutinas que llegaron con la pandemia de la Covid-19 nos han hecho  replantearnos muchas cosas. A menudo vemos cómo muchos empleados  prefieren seguir trabajando desde casa o tener viejo flexibilidad al respecto, mientras muchas empresas se empeñan en retornar a las oficinas.

Entre la reproducción Z hay dos temas de gran importancia a tener en cuenta. Valoran muchísimo su vitalidad mental y todavía tener flexibilidad. Al mismo tiempo, el ámbito gremial que se han antagónico en sus primeros abriles trabajando es de mucho estrés y presión. Hay informes que muestran que estamos a niveles récord de estrés.

Sobre Steve Jobs, la concurrencia que lo ha descrito en el entorno gremial suele destacar la gran presión sobre sus subordinados aunque cierto es que las críticas amainaron según iba llegando su fama con productos sino y totalmente rompedores. En 1987, The New York Times escribió: "A principios de los 80 Jobs era ampliamente odiado en Apple. Los altos directivos tenían que soportar sus rabietas. Creaba resentimiento entre los empleados convirtiendo a algunos en estrellas e insultando a otros, a menudo haciéndoles fluir".

Una ex empleada también ha hablado abiertamente de este tema: "en la época de los 2000, el concepto de bienestar de los empleados, al menos en la planta ejecutiva de Apple, era inexistente. No conocía ningún software de bienestar corporativo para controlar el estrés, desarrollar la resiliencia y mejorar el bienestar común, que yo necesitaba desesperadamente en aquel momento. Si tal software existía, no se utilizaba ampliamente. Nuestra civilización empresarial no transmitía el mensaje de que cambiar en tu bienestar fuera una prioridad".

Imagen | Foto de Md Mahdi en Unsplash

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