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Desde hace más de tres abriles, las instituciones de la Unión Europea vienen discutiendo una de sus propuestas más polémicas en materia digital: el 'Reglamento sobre el injusticia sexual de niño' (CSAR, por sus siglas en inglés), conocido popularmente por su objetivo zaguero: 'Chat Control'.
Y es que, oculto bajo el generoso objetivo de combatir la difusión de material de injusticia sexual de niño en Internet, nos encontramos, a modo de heroína de Troya, el intento de desplegar la puerta a la vigilancia masiva de las comunicaciones privadas.
La Comisión Europea había presentado una primera traducción de esta propuesta en mayo de 2022, que finalmente fue rechazada en octubre de 2024: se llegó al acuerdo de que sólo se buscaría controlar las comunicaciones privadas de los que ya fueran sospechosos de difundir material pedófilo, y así no se tratará como sospechosa a toda la población de la UE.
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Pero eso no podía durar. De modo que, a finales de 2024, cuando ya parecía enterrada, la Comisión Europea volvió a poner sobre la mesa una traducción renovada del Chat Control. Resumiendo, la medida contemplaba:
Los riesgos eran múltiples: millones de falsos positivos, criminalización de usuarios inocentes, creación de vulnerabilidades aprovechables por ciberdelincuentes... y todo eso dando por supuesto, claro, que sea cierto que lo único que las autoridades vayan a escrutar en nuestras comunicaciones sea material pedófilo. Que es mucho suponer.
Ya entonces Meredith Whittaker (presidenta de Signal), señaló las trampas del discurso de la Comisión Europea:
"No existe modo de preservar la encriptación de extremo a extremo y al mismo tiempo exponer los contenidos encriptados a vigilancia [...] la nueva propuesta de Chat Control es la misma vigilancia de siempre con una nueva calificativo".
"Pedimos a quienes están haciendo estos juegos de palabras que paren ya y reconozcan lo que los expertos han trillado muchas veces: o el secreto de extremo a extremo nos protege a todos y garantiza seguridad y privacidad, o está roto para todos".
"La imposición del escaneo masivo de comunicaciones privadas socava fundamentalmente el secreto. Punto. [...] Todas las medidas [contemplables] crean vulnerabilidades explotables por los hackers".
La propuesta volvía a estar encima de la mesa, pero durante unos meses no se dieron los pasos necesarios para que volviera a votarse una vez más. Hasta que, este verano, Dinamarca se hizo con la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Entonces, la aprobación de este plan se convirtió en una de sus principales prioridades.
El ministro de Honestidad danés, Peter Hummelgaard, vino a decir que vulnerar la privacidad del conjunto de la población está correctamente porque la privacidad que más debe importarnos "es la de los miles de niños abusados".
El intento danés de resucitar la medida contó con el apoyo de varios Estados miembros... entre ellos España. Recordemos que, ya a mediados de 2023, se filtró un documento del Consejo de Europa en el que aparecía la posición sobre el primer dechado de 'Chat Control' del ministro de Interior Ancho-Marlaska:
"Es imperativo que tengamos paso a los datos (...) Es igualmente imperativo que tengamos la capacidad de analizarlos, sin importar cuán amplio sea el comba".
Otros países favorables, como Austria, ya habían apto leyes nacionales que permitían a los servicios de inteligencia interceptar mensajes cifrados mediante software agente.
Hoy, 11 de septiembre de 2025, el Parlamento Europeo se prepara para sufragar nuevamente la medida. La correlación de fuerzas parece clara:
Por fortuna, en el Parlamento Europeo no votan los gobiernos sino los partidos (incluso los extragubernamentales), pero con esos apoyos todo apunta a que el reglamento podría ser apto mañana mismo. De concretarse, la norma supondría un ayer y un posteriormente para los derechos civiles en Europa.
Las consecuencias potenciales de Chat Control 2.0 son profundas:
Las organizaciones críticas no niegan la exigencia de combatir el injusticia de niño online, pero defienden métodos más eficaces, como el refuerzo de las unidades policiales especializadas, en ocasión de tratar a toda la población como sospechosa. De hecho, sería mucho más útil si lo que se averiguación es que el injusticia a los menores no llegue a tener ocasión, en ocasión de perseguir exclusivamente la difusión posterior de fotos y vídeos.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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