La seguridad de millones de sitios web depende de 100 lámparas de lava: su función no la puede hacer ni un superordenador

Cloudflare puede ser para muchos una empresa desconocida, pero que está presente en muchas de las visitas que hacemos por internet, aunque no lo sepamos. Las páginas web que se visitan necesita tener un buen sistema de protección contra ciberamenazas y Cloudflare es una de las principales empresas que ofrecen este tipo de servicio de seguridad que es crucial para que nuestra navegación sea efectivo.

Para poder desarrollar esta tarea, podemos imaginarnos que en sus oficinas hay grandes servidores en el interior de jaulas y ordenadores muy potentes con ingenieros de stop nivel. Pero una empresa tecnológica de este calibre esconde una utensilio que seguramente no te estás imaginando: 100 lámparas de residuo.

Lámparas de residuo para alentar la seguridad de una empresa tecnológica

Anticipadamente tener unas lámparas de residuo no es poco que parezca que concuerde con una empresa de seguridad como Cloudflare. Pero la sinceridad es que cuentan con una función crucial. Precisamente estas empresas necesitan que cualquier contraseña que se genere no siga ningún tipo de patrón, para evitar que un atacante la pueda terminar descifrando.

Pero los ordenadores en este caso no son buenos para suscitar títulos 100% aleatorios conveniente a que siguen una dialéctica. Esto hace que siempre quieran suscitar números con un patrón detrás (aunque sea enrevesado) que puede ser crucial para que un hacker lo pueda descifrar. Es por ello que una empresa como Cloudflare prefiere aparecer a la naturaleza para tener una fuente significativa de títulos aleatorios. Y más concretamente a la física aleatoria que hay detrás de las lámparas de residuo.

La decisión de la compañía es usar en su sede 100 lámparas de residuo para obtener estos títulos aleatorios. Todas estas lámparas se ubican de guisa listado en una estantería contra una albarrada y una cámara va tomando imágenes a intervalos irregulares. Tomando en cuenta que cada píxel tiene un valía aritmético concreto dependiendo de su tonalidad, las fotografías van a contar con secuencias numéricas aleatorias y muy amplias, ya que en cada momento la mancha está en una situación concreta que genera un valía diferente.

De esta guisa, estas imágenes que se están tomando se introducen en un software llamado productor de números pseudoaleatorios (PRNG) que toma esta entrada impredecible y genera los resultados impredecibles. Pero como es difícil memorizar si todos estos datos son aleatorios a lo amplio del tiempo, es necesario ir introduciendo nuevas entradas aleatorias. Estas imágenes de las lámparas de residuo se conoce como 'semilla criptográfica'.

Y esto postrero es importante. Porque si la semilla no cambiara, el atacante podría hacerse con ella y a partir del software descubrir todas las claves. De esta guisa, la continua puesta al día de semillas hace que sea mucho más difícil que un atacante lo averigüe. Aunque lógicamente, hay otros sistemas de apoyo por si este termina fallando en algún momento.

Estas imágenes son usadas para crear los códigos de enigmático más seguros y que un superordenador no puede conseguir. De esta guisa, un tipo atractivo tan mítico como una mancha de residuo puede ser un tipo de seguridad puntero que se invitado a diario. Y si por casualidad en la imagen aparece uno de estos visitantes, incluso estarán colaborando en la clave de seguridad.

Fuente | Cloudflare

Imagen | Martin Lostak

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La notificación

La seguridad de millones de sitios web depende de 100 lámparas de residuo: su función no la puede hacer ni un superordenador

fue publicada originalmente en

Genbeta

por
José Alberto Lizana

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