La renuncia silenciosa ha llegado a Japón. Los trabajadores, con la Gen Z a la cabeza, quieren disfrutar de la vida

Japón está viviendo interesantes cambios en sus dinámicas laborales que están suponiendo una revolución. El país era tradicionalmente conocido por la franqueza que los trabajadores tenían a sus empleadores pero parece que eso ya se acabó. La concurrencia no es ajena al mundo y se han cansado del estrés y de trabajar mucho.

Ya hemos trillado que dejar un trabajo en Japón antaño era inalcanzable porque quien lo hacía era un traidor, mientras que ahora mucha concurrencia está harta y pasa de la disciplina. Ahora nos sorprende una nueva nota que viene acompañada de cifras: cerca de del 45% de los empleados a tiempo completo en Japón practican la "renuncia silenciosa".

Esto se traduce a que los trabajadores hacen lo leve indispensable para cumplir con los requisitos de su trabajo, en vez de dejarlo, según una indagación que ha realizado la empresa de búsqueda de empleo Mynavi y como recoge Japan Times.

Este número sale de una investigación entre 3.000 encuestados de entre 20 y 59 primaveras, aunque esta comportamiento en dirección a el trabajo fue más popular entre los trabajadores más jovenes, la gestación Z: el 46,7% de los veinteañeros se declararon "renunciantes silenciosos", lo que refleja una fuerza sindical menos motivada y más centrada en la conciliación de la vida sindical y personal.

La gestación Z de Japón no es ajena al mundo

Ya en 2023 comenzó a hablarse de la 'renuncia silenciosa' o 'quiet quitting' en Europa, España incluida. En un informe a nivel mundial hecho por Gallup sobre la situación de los trabajadores en sus ambientes de trabajo veíamos que hay grandes niveles de estrés y que, con los despidos, muchos trabajadores ya no se atreven a suministrar en pie la 'gran renuncia' que protagonizó el año 2022 a nivel mundial.

Básicamente, el 'quiet quitting' o renuncia silenciosa consiste en hacer lo mínimo para no ser  despedidos. No se comercio de salir de dejar la empresa, de hecho, la idea es  permanecer en la empresa, pero centrar el tiempo en la vida fuera de la oficina. La propia empresa que ha realizado esta investigación en Japón lo describe así: "Renunciar en silencio se refiere simplemente a completar el trabajo asignado sin apañarse satisfacción o avance profesional. Correcto a la creciente tendencia en los últimos primaveras a resaltar el firmeza entre el trabajo y la vida personal, este estilo de trabajo se está volviendo más popular".

"Observamos que la 'renuncia silenciosa' se está convirtiendo en la nueva norma", comentó Akari Asahina, investigadora del Laboratorio de Investigación Profesional de Mynavi. "A medida que los títulos van cambiando, es importante que las empresas acepten esta pluralidad de títulos y ofrezcan estilos de trabajo flexibles que se adapten a ellos".

Según la indagación publicada la semana pasada, cerca de del 60% de los encuestados que se describieron como "renunciantes silenciosos" se mostraron satisfechos con sus decisiones de vida, "especialmente en la forma en que invierten su tiempo tanto en el trabajo como en el tiempo independiente". Más del 70% del mismo género admitió que les gustaría continuar con esta actos.

Las razones de los japoneses para su 'renuncia silenciosa'

Según la indagación de Mynavi, existen cuatro razones principales por las que los trabajadores japoneses renuncian silenciosamente:

• Aquellos que sienten que sus lugares de trabajo actuales no se ajustan a lo que desean hacer.
• Aquellos que no están satisfechos con la evaluación de sus empleadores.

• Aquellos que priorizan la relación calidad-precio de sus trabajos, es opinar, prefieren permanecer en sus puestos actuales porque un encumbramiento en su empresa les costarían más tiempo o esfuerzo personal que no compensaría el salario (ya hemos trillado estudios sobre jóvenes que no quieren ser gerentes por este mismo motivo).
• Aquellos que son positivamente indiferentes a un progreso profesional.

Cerca de del 70% de las personas siente que existe una relación entre la importancia de sentirse realizados en el trabajo y la vida privada. La integración entre vida sindical y personal se refiere a la idea de ver el "trabajo" y la "vida personal" como componentes integrales de la vida, enriqueciendo los dos y sintiendo que eso enriquece la propia vida. 

De todos modos, indica el estudio que "cuando se preguntó a empleados a tiempo completo de entre 20 y 50 primaveras sobre sus verdaderos sentimientos acerca del trabajo, el 56,9 % respondió que 'no querrían trabajar si fuera posible' hacerlo".

Imagen | Foto de Mario Effendy en Unsplash, modificada

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