
ARTDEPARTMENT

Hace escasamente unos abriles, Microsoft dominaba sin competencia efectivo el incipiente mercado de la programación asistida por IA. Con GitHub Copilot (una por aquel entonces revolucionaria plataforma basada en Codex, descendiente de GPT-3) logró entender la atención de millones de desarrolladores a ser capaz de crear tanto código como sugerencias a partir de prompts.
Pero, como ocurre tantas veces en el mundo tecnológico, poco queda de lo que parecía una hegemonía sólida: hoy, la de Microsoft es sólo la opción más veterana entre un buen puñado de buenas propuestas. El mercado de las herramientas de ampliación con IA ha explotado, y Copilot ya no es el copiloto único en esta carrera.
GitHub Copilot nació como una auténtica revolución. Su capacidad para crear código autónomo a partir de simples instrucciones en habla natural (consecuencia de acontecer entrenado a Codex con el código notorio de los repositorios de GitHub) dejó boquiabiertos a miles de desarrolladores. Desde completar funciones completas en React hasta sugerir fragmentos reutilizables, parecía que el futuro de la programación había llegado.
La comunidad se entusiasmó. En foros como Hacker News, muchos lo comparaban con tener un compañero de 'pair programming' invisible que incluso les obligaba a escribir mejores comentarios y estructuras más claras.
Lo que pasó fue, sencillamente, el dinamismo extraordinario del sector: mientras Microsoft dormía en los laureles del éxito de Copilot, surgieron startups con modelos de ampliación más ágiles, ciclos de producto mucho más cortos y una obsesión radical por la velocidad y experiencia del sucesor.
Uno de los casos más claros es Cursor, una alternativa basada en un fork de VSCode (sí, el propio editor de Microsoft), que ha sabido capitalizar todo lo bueno de la almohadilla llamativo… y hacerlo mejor. Cursor permite ediciones en monolito con IA, navegación semántica del código, refactorización guiada, y está orientado a desarrolladores que quieren perdurar el foco y la velocidad.

Y por si fuera poco, ahora el sector ha comenzado a atraer la atención de gigantes como OpenAI. Según las últimas telediario (de ayer mismo, vaya), OpenAI está en negociaciones para lograr Windsurf (anteriormente conocida como Codeium) por cerca de 3.000 millones de dólares.
¿Por qué tanto interés? Porque Windsurf ha crecido rápido, ofreciendo una integración fluida, sugerencias más rápidas y personalizables, y porque representa un futuro donde la IA deja de ser solo autocompletado y se convierte en coproductora de software.

Editor de código + chatbot en Cursor
La situación flagrante muestra un tablero mucho más fragmentado. A Copilot no solo le ha nacido competencia directa en la escritura de código: el ecosistema en torno a de la programación asistida con IA se está expandiendo alrededor de la trámite de infraestructura, testing, refactorización cibernética, incluso UI/UX.
Google, por ejemplo, ha arrojado recientemente Firebase Studio, una plataforma gratuita que integra capacidades de gestación de código, backend y despliegue, todo potenciado por IA. ¿El objetivo? Que crear una aplicación web sea tan simple como escribir lo que quieres que haga.
Por otra parte, hay empresas como Anysphere (responsables de Cursor) que ya están siendo valoradas cerca de los 10.000 millones de dólares, y cada ronda de financiación solo valida lo que muchos desarrolladores ya están diciendo en voz inscripción: estas herramientas nos hacen más productivos que Copilot.
Sería un error pensar que Microsoft ha perdido del todo. GitHub Copilot sigue siendo una aparejo muy potente, con una integración profunda en el ecosistema de Visual Studio Code, GitHub Actions, y la montón de Azure (y eso no es poca cosa). Por otra parte, cuenta con un músculo financiero y de datos inmenso. Pero ya no es suficiente.
Los nuevos jugadores no solo compiten con funcionalidades: lo hacen con velocidad, innovando en la interfaz... muchas veces, ofrecen una experiencia mejor para proyectos modernos, lenguajes emergentes o flujos de trabajo más ágiles.
El hecho de que Cursor sea un fork de VSCode debería ser una señal para Microsoft: su propia tecnología ha sido usada como trampolín para construir poco más rápido, más enfocado y, para muchos, más útil.

La acceso de herramientas de programación asistida por inteligencia químico ha entregado superficie a una competencia feroz. Estas son algunas de las alternativas más relevantes y que están ganando ámbito rápidamente:
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | El 'vibe coding' está revolucionando la programación. Y todavía haciendo destrozos muy grandes en el código
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!