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La pandemia, el toril que permitió a millones de trabajadores evitar los traslados diarios, las restricciones que vinieron a posteriori y que llevaron a mucha masa a mudarse fuera de las grandes ciudades.... fueron fenómenos que trajeron nuevas formas de ver la vida. Todo eso, unido al encarecimiento de los precios de la vivienda en las principales urbes, lleva a las personas a inquirir nuevas formas de residir.
Ciudades castellanas como Valladolid y Segovia están siendo testigos directos de estos cambios. Han pasado de registrar grandes éxodos de su población en dirección a Madrid a lo contrario. Ahora, se consideran ciudades dormitorio para miles de personas que han decidido residir en sus ciudades natales o, simplemente, en ciudades de tamaño medio, e ir varias veces a la semana a la renta, en tren, mientras que, en algunos casos, pueden teletrabajar algunos días (el maniquí de trabajo híbrido se ha hecho más popular en estos abriles post pandemia).
Ya hemos pasado que muchas ciudades de tamaño medio en España han registrado un encarecimiento de la vivienda que, en parte, se ha pasado motivado por muchas nuevas personas que, gracias al teletrabajo, han decidido dejar las grandes ciudades o se han mudado a las aledaños, dando más vida a los barrios periféricos que a los centros.
Aunque el empeño por retornar a las oficinas ha roto el sueño de mucha masa de residir en zonas rurales, veremos que el buen transporte manifiesto ayuda a reconfigurar la geogonia de un país y dejar de pincharse la 'España vaciada'. Ahora vamos a analizar a fondo lo que está pasando en ciudades de Castilla y Valiente que tienen buena conexión en transporte manifiesto con Madrid.
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En el año 2019, el periódico El Día de Valladolid recogía que 68.000 vallisoletanos se habían ido a trabajar y, luego, residir a Madrid en los anteriores 10 abriles, lamentando que "la emblema no ha dejado de crecer de los 5.334 que se fueron en 2012 a los 8.547" del año 2018, según el estudio Datos Básicos de Movilidad publicado por el Servicio Divulgado de Empleo Estatal (SEPE). Con eso, los castellanos y leoneses habían creado una asociación en la capital española para exigir medidas que facilitasen el regreso de las personas a su tierra, si así lo quisieran.
Tras una pandemia universal, un toril forzoso en casa y la admisión masiva del teletrabajo, la situación se ha revertido. Hace unos días, publicaba El Confidencial que, aunque desde 1997, el saldo migratorio entre Madrid y Valladolid era cenizo para esta última, en 2023 y 2024 la tendencia se ha revertido.
Concretamente, datos del Radio de Hacienda, Personal y Modernización Administrativa del Junta de Valladolid apunta a que en los últimos dos abriles, la renta de la provincia ha recibido a 758 personas, "en términos de saldo migratorio neto", desde la Comunidad de Madrid.
Las cifras oficiales apuntan a que la ciudad pasó de 297.111 personas en 2022 a casi 304.000 en enero de 2025. Y es que es desde el año 2022 cuando se encuentran muchos artículos hablando de personas que, tras el toril, no quisieron retornar a Madrid y que están usando el tren para poder ir a trabajar.
Segovia está más cerca de Madrid que Valladolid y, de acuerdo con datos publicados por El Confidencial en un reportaje al respecto, se calcula que son 3.000 las personas que viajan a diario (o casi a diario) a la renta española por trabajo. El tren tarda cerca de de media hora, mientras que en carretera el delirio de ida llega a ser de más de una hora. Eso sí, los precios varían y los abonos que sean asequibles son los mejores aliados de los trabajadores para no desgastar demasiado en ese proceso.
Eso sí, el interés de las personas por mudarse a ciudades más pequeñas que no estén muy alejadas de Madrid y que permitan tener una vida más tranquila y menos cara no ha nacido improcedente.
En julio del pasado 2024, El Mundo recogía que ciudades castellanas como Guadalajara, Ávila, Toledo, Segovia o Cuenca estaban registrando altas subidas a los precios de sus alquileres y traspaso de viviendas. Y achacaban el problema a que tantas personas nuevas han dejado la renta en escudriñamiento de otros lugares no muy alejados y más tranquilos y asequibles. Concretamente, 2024 se incrementó el precio de las viviendas de locación en un 21% en la ciudad.
Aún así, como recoge Xataka, viendo los precios de Madrid, para la masa es asumible el cambio. De acuerdo con Idealista, por poner un ejemplo, el patrón cuadrado cuesta en Valladolid 1.832 euros mientras que en Madrid se sitúa en 5.467. En Segovia es de 1.403 euros por metro cuadrado.
El pasado año, la Asociación de Usuarios de Alta Velocidad de Valladolid publicaba en un post en la red social X que: "Trabajar en #Madrid y residir en #Valladolid es una selección que beneficia a todos: fija población y aumenta el salario medio en nuestra ciudad. ¡Somos un motor de crecimiento para Valladolid!".
Asimismo recuerdan desde este colectivo la importancia de contar con transporte manifiesto de calidad. Afirman que "el tren fija población. Democratiza la vivienda y trasvasa trabajadores". Y es por eso que están exigiendo abonos más asequibles y rebatiendo las quejas de quienes no estuvieron de acuerdo con la disminución al transporte manifiesto que impulsó el Gobierno de España.
Por ejemplo, el periodista José F. Peláez, en su blog Magnífico Margarito, comparte su propia experiencia como persona vallisoletana que dos o tres días a la semana va a Madrid por temas laborales. Con el título de "El AVE nos salvará" contaba en septiembre de 2023 su propia experiencia, con reflexiones interesantes sobre la centralización de la actividad económica de España en su renta viendo a ciudades como Valladolid una mano para frenar "la despoblación y para que la España vacía tenga cerca un núcleo importante, dependiente de Madrid y subsidiario de ella".
Analizaba el periodista cómo el buen transporte en ciudades como la renta de Castilla y Valiente puede no solo retener a vallisoletanos en su tierra, "que, de modo natural, vivirían en Madrid, sino que podemos atraer a vecinos de Madrid que prefieren residir en una ciudad atractiva, segura, con más calidad de vida y precios más competitivos que residir en Getafe o en Móstoles".
Y igualmente recordaba otro engendro esencial: el teletrabajo. No hay información oficial de cuántas de las personas que se desplazan desde Valladolid, Segovia y otras ciudades de Castilla y Valiente y Castilla la Mancha en torno a Madrid cuentan con empleos híbridos que hace que no tengan que moverse a diario, pero sí se sabe que muchas empresas en España han optado por permitir a sus empleados teletrabajar algunos días de la semana.
Adicionalmente, muchos reportajes sobre este fenómeno de repoblación de ciudades de provincia, vienen acompañados de historias de personas que están en empresas que permiten el trabajo híbrido, por lo que no deben desplazarse a diario.
En España, según el Instituto Doméstico de Estadística a través de la última EPA, un 7% de los trabajadores teletrabajan frecuentemente todas las semanas y otro 7% lo hace ocasionalmente. Una emblema que ha ido cayendo mientras las empresas se han ido empeñando en someter a la masa a retornar a las oficinas. Aún así, el número de personas que trabaja en remoto algunos días a la semana es decano que en los abriles previos a la pandemia. Adicionalmente, según recogimos en Genbeta, en los sectores de trabajadores cualificados sí que encontramos que un 81% puede teletrabajar aunque sea a veces.
Por ejemplo, en Redpiso, empresa especializada en el mercado inmobiliario español, recuerdan que teletrabajo ha cambiado para siempre la forma en que percibimos nuestro hogar y ha reconfigurado la demanda en el mercado: los compradores ahora priorizan el espacio, la tranquilidad, y la calidad de vida, lo que está impulsando la demanda de viviendas en zonas rurales y suburbanas.
El engendro de los trabajadores que recorren muchísimos kilómetros para ir a la oficina porque prefieren eso a residir en una ciudad excelso y cara, es poco universal. Y ahora vemos que se va haciendo igualmente popular en España.
Vía | Xataka
Imagen | Foto de Fernando Santander en Unsplash y captura de pantalla de Renfe
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