La generación Z pasa de llamar 'jefe' a sus superiores. No solo no es un problema, sino que es una buena idea

Mi padre (un señor de 68 primaveras) acostumbra a avisar de usted a la gentío desconocida y especialmente, a aquellas personas mayores que él. Siquiera le desatiendo el 'don', que reserva para ocasiones especiales como por ejemplo dirigirse a un médico (masculino no genérico). Según mi padre, es una cuestión de respeto y la verdad, sé que es poco generacional porque lo veo en mucha gentío de su momento.

Ya entre mi reproducción millennial era poco en acabamiento, pero en la reproducción Z directamente ya no existe. Hay más fluidez en militar, tanto en la calle como en el trabajo, si perfectamente es cierto que la última reproducción en presentarse al entorno sindical está rompiendo corsés y reglas no escritas.

La reproducción Z tiene una relación curiosa con sus jefes: hay quien opta por hacerles ghosting y no presentarse al primer día de trabajo, pero si lo hacen y tienen opciones de ascender, lo de convertirse en mandos intermedios siquiera va con ellos, supone mucho estrés y poca asignación. Pero es que la gentío más bisoño de la oficina ni siquiera apasionamiento jefes a sus jefes. Y no pasa nulo.

No es una desatiendo de respeto, sino la consecuencia de un cambio de dinámicas

La reproducción Z está transformando el entorno sindical para alcanzar unas interacciones profesionales más relajadas e igualitarias, lo que por supuesto implica dejar a un flanco fórmulas clásicas jerárquicas como el socorrido 'dirigente' para referirse a sus superiores, lo puede arder entre trabajadores senior que ostentan cargos más altos, que lo ven poco serio e incluso irrespetuoso. Sin ir más remotamente, esta publicación de LinkedIn sobre este tema ha arrasado en comentarios de todo tipo y visionados.

A ayuda de la reproducción Z junto a destacar que esta se ha incorporado a un mundo sindical tan digitalizado que diferentes rangos comparten espacios, teniendo golpe y voz, de modo que es posible interactuar con superiores de forma regular y en escenarios informales.

Hay jefes que consideran que esta forma de relacionarse de la Procreación Z es una desatiendo de agradecimiento del status, pero no es más que la consecuencia de un cambio cultural que refleja títulos y expectativas laborales. Y perfectamente entendida y aprovechada por sus managers puede servir para proteger grupos de trabajo.

Como explican en MSNBC, muchas personas de la GenZ entienden la dinámica sindical como una red de colaboración en extensión de una sujeción de mando, prefiriendo líderes accesibles frente a aquellos autoritarios. Así, la autoridad no se tiene simplemente por ostentar un cargo, sino por ser competente, transparente y libre a confesar errores. En cuanto al respeto, sobreentienden que debe ser poco ignorante al cargo y mutuo.

Ojo porque esto no es exclusivo de la gentío más bisoño: un estudio confirma que para ser atinado en el trabajo es más importante tener un buen dirigente que estar en una buena empresa y las cualidades listadas para serlo coinciden: el autoritarismo en el liderazgo hace mucho que pasó de moda. Ahora se llevan jefes que inspiren, empoderen y enseñen. Habrá superiores a los que esta disposición desagrade, pero tendrán que ir acostumbrándose: en 2030 la Procreación Z constituirá el 74% de la gentío trabajadora, según Forrester.

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Portada | Foto de Brooke Cagle en Unsplash Foto de Tima Miroshnichenko en Pexels