La generación Z ha crecido con internet y domina el móvil. Eso sí, no les pidas usar Excel, Word o PowerPoint

Soy millennial, la última reproducción que nació y vivió su adolescencia a la vieja tradición. Así, memoria que mi primer móvil llegó a mis manos cuando tenía 16 abriles y pusieron internet en casa en mi época universitaria. A partir de mi reproducción, las posteriores pueden considerarse completamente nativos digitales, esto es, la reproducción Z y la Alfa. Habida cuenta de este referencia, cabría esperar altas habilidades en entornos digitales de la reproducción Z. No es el caso.

Porque sí, la reproducción Z ha crecido con un móvil en la mano y el uso de internet y las redes sociales están integradas en su día a día y hacen tanto uso de ella que hasta se está deteriorando una astucia milenaria humana como escribir a mano, pero sufren a la hora de enfrentarse a herramientas digitales clásicas en forma de software como Outlook o Excel.

Esto no nos pilla por sorpresa, considerando que hay profesorado que dice de ella que es analfabeta con los ordenadores y que sufren a la hora de enfrentarse a una impresora o teclado. Sin ir más allá, se les atragantan atajos de teclado tan míticos como copiar y pegar o brindar un documento de Word. El problema parece estar en el uso de los ordenadores y programas míticos del entorno ofimático.

El problema no está solo en los ordenadores, además en el sistema operante escolar

No obstante, hay otro estudio más que viene a constatar este hecho, procede de la Universidad de Toledo (Estados Unidos) y ha sido publicado en el Journal of Applied Business and Economics: consumen tecnología asiduamente, pero sus habilidades tecnológicas son limitadas, especialmente aquellas necesarias en el mundo profesional. El estudio menciona algunas tan archiconocidas como usar Outlook para dirigir un email, Word para preparar documentos, Excel para analizar datos o Powerpoint para comunicarse mediante presentaciones, entre otras.

No solo Gen Z: te miro a ti, millennial. Vaya por delante que este no es un problema exclusivo de la reproducción Z, ya que como recoge el estudio además muchos millennial sufren delante grandes clásicos de la ofimática, si proporcionadamente de forma menos acusada. Parece ser que las clases de informática de mi época sirvieron para poco.

Uno de los responsables del estudio, el doctor Gary Insch destaca un hecho raro: muchos estudiantes aprenden a usar Chromebook, con Chrome OS y la suite ofimática de Google en su época académica, sin incautación cuando pasan al mundo profesional reciben un jarro de agua fría: en el trabajo lo que se usa es la suite de Microsoft. Puede que a grandes rasgos ambas sean similares y tengan muchas funciones en global, pero supone un problema y cierta curva de formación.

El estudio profundiza en detalles, explicando que en una clase centrada exclusivamente en Office, entre las preguntas más repetidas estaban las de cómo modificar el esparcido en un documento de Word, cumplir documentos en carpetas, adjuntar un documento en un correo electrónico o ocurrir una foto del móvil al ordenador.

Concluye que aunque tiene sentido que en una clase de este tipo se resuelvan cuestiones relacionadas con el software, lo corriente es que muchas de estas dudas ya estuvieran resueltas antiguamente de durar a la universidad, ya que durante el instituto el alumnado ya ha tenido que hacer tablas, preparar textos y hacer presentaciones.

¿Cómo solucionar este problema? De acuerdo con el estudio, el profesorado puede enfrentarse el problema de tres formas para ayudar al alumnado a durar más y mejor preparado al entorno profesional: usar el software que se usa en el entorno profesional, promover un formación práctico y aplicar el design thinking en el entorno culto.

Portada | Foto de Brooke Cagle en Unsplash

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Vía | Xataka Móvil