la Gen Z frente al dilema de que una IA pueda dejarles sin trabajo en el futuro

Durante décadas, la universidad ha sido considerada el pasaporte más seguro con destino a la estabilidad económica y el progreso social. Sin retención, la irrupción de la inteligencia químico, la subida del coste de la educación superior y las incertidumbres del mercado profesional están provocando un cambio cultural y generacional.

Y ahora, la emplazamiento 'Procreación Z' —los nacidos entre mediados de los 90 y principios de los 2010— se encuentra en una bifurcación: ¿situar por una carrera universitaria tradicional o apañarse en los oficios y profesiones técnicas la resiliencia frente a un futuro incierto?

Un cifra que lo resume todo: la confianza en la universidad se desploma

El 'Blue Collar Report 2025' de Jobber (PDF), basado en encuestas a más de 1.000 jóvenes de entre 18 y 20 primaveras y a 1.300 padres en los Estados Unidos, revela un cifra sólido: sólo el 16% de los padres cree que un título universitario garantiza seguridad profesional a desprendido plazo. La signo marca un contraste radical con la fe casi incuestionable en la educación superior que predominó en generaciones anteriores.

Las razones son múltiples:

• Coste disparado: el precio de una carrera puede aventajar el medio millón de dólares si se incluyen intereses de préstamos y pérdida de ingresos durante los primaveras de estudio.
• Deuda estudiantil: el 57% de los padres señala la deuda como la longevo preocupación vinculada a la universidad.
• Incertidumbre profesional: un 40% teme que, tras primaveras de estudio, sus hijos enfrenten un mercado saturado y escaso de oportunidades.
• Impacto de la IA: el 63% de los padres considera que la automatización está dificultando la inserción profesional de los jóvenes.

Gen Z: obsesionados con designar trabajos que no pueda hacer un autómata

Si poco caracteriza a la Procreación Z es su conciencia de estar sufriendo el impacto tecnológico: según el estudio, 77% de los jóvenes prioriza que su carrera sea difícil de automatizar. Es sostener, eligen pensando en blindarse frente a un futuro dominado por algoritmos.

Paradójicamente, mientras los empleos de oficina y las profesiones digitales empiezan a ser cuestionados por su vulnerabilidad en presencia de la IA, muchos trabajos manuales —fontanería, electricidad, construcción, climatización— emergen como fortalezas inesperadas. Los 10 trabajos menos amenazados por la IA identificados en un nuevo estudio de Microsoft son todos 'de cuello cerúleo'.

El propio Geoffrey Hinton, considerado uno de los "padres" de la IA, lo resumió con ironía en una entrevista nuevo:

"Fórmate para ser fontanero".

La paradoja: padres y estudiantes reconocen el valía de los oficios, pero siguen apostando por la universidad

Pese a que los datos sobre desconfianza parecen inclinar la báscula con destino a las profesiones técnicas, los comportamientos reales de padres, alumnos y profesores no parecen del todo coherentes con eso. Y es que, según el noticia:

• Sólo el 7% de los padres preferiría que su hijo siguiera un software de FP.
• El 71% de los jóvenes cree que la FP tiene un estigma social del que la universidad carece, y el 63% de los padres está de acuerdo.
• El 76% de los estudiantes dice que en su instituto se promovió activamente la universidad como opción principal, mientras que escasamente un 31% recuerda que se les hablara de las escuelas técnicas.

En otras palabras, el discurso social sigue empujando con destino a la universidad, incluso cuando la dialéctica económica y profesional empieza a señalar en otra dirección.

Oportunidades reales en los oficios: salarios y resiliencia

El canon de que los oficios son trabajos de "segunda" no resiste los datos. El noticia de Jobber muestra que, en los Estados Unidos:

• Los ingresos medianos anuales de negocios en sectores como la fontanería (416.000 dólares), HVAC (390.000 $) o electricidad (328.000 $) superan ampliamente a muchas profesiones universitarias.
• Entre un 15% y un 21% de las empresas en estos sectores generan más de un millón de dólares en ingresos anuales.
• Los oficios ofrecen una vía rápida con destino a el plan, con menos barreras de entrada que las profesiones colegiadas.

Adicionalmente, aunque la IA pueda integrarse en esos sectores —mediante drones, robots cortacésped o software de dirección— lo hace como aparejo de apoyo, no como sustituto. En palabras de un contratista entrevistado en el estudio:

 "Hasta que un autómata pueda instalar un tejado o colocar una tubería, nuestros trabajos están seguros".

El dilema generacional: ¿status o seguridad?

Más allá de lo crematístico, la universidad mantiene un componente de status y prestigio social. Los títulos siguen siendo percibidos como símbolos de éxito y progreso, poco que pesa especialmente en familias que no tuvieron ataque a ellos.

Sin retención, la Procreación Z —y aún más la Procreación Alfa, que comienza a designar trayectos educativos— está expuesta a un discurso cada vez más cachas en redes sociales, donde jóvenes electricistas, carpinteros y fontaneros comparten su estilo de vida, ingresos y confianza profesional en TikTok e Instagram. El discurso está cambiando en tiempo positivo.

Un cambio de molde en ciernes

El noticia de Jobber palabra directamente de una "revolución de los oficios". Sin retención, si la universidad deja de ser aval de empleo y los oficios ofrecen estabilidad, rentabilidad y resiliencia, quizá el longevo combate no sea crematístico, sino cultural: derribar estigmas, informar mejor a los estudiantes en la secundaria y poner a los oficios en el mismo nivel de prestigio que la educación universitaria.

Vía | Axios

Imagen | Marcos Merino mediante IA

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