ARTDEPARTMENT

Solicitar una consulta

La despidieron en el acto por llamar imbécil a su jefe. Ahora un juez le otorga 35.000 euros de indemnización por despido improcedente

Publicado el 
septiembre 11, 2025

Un sentencia sumarial en el Reino Unido ha puesto de relieve la importancia del contexto y la proporcionalidad en los conflictos laborales, al dictaminar que atraer "imbécil" a un superior no constituye necesariamente una errata espinoso como para aducir un despido inmediato.

El contexto. El caso, recogido por The Guardian, involucra a Kerrie Herbert, una apoderado de oficina de la empresa de construcción Main Group Services, en Northampton. Tras sobrellevar muchos abriles en el mismo puesto de trabajo, en mayo de 2022 Herbert descubrió en el escritorio de su patrón, Thomas Swannell, unos documentos que detallaban los costes de su propio puesto de trabajo, lo que hizo que temiera que iba a sufrir un despido fulminante. 

La tensión alcanzó su punto clave poco a posteriori, cuando Swannell la convocó a una reunión para discutir problemas relacionados con su rendimiento. Angustiada y entre lágrimas, Herbert expresó su frustración: "Si cualquier otra persona estuviera en esta posición, se habría marchado hace abriles por lo que pasa en esta oficina, pero me he quedado solo por vosotros dos, imbécil", refiriéndose a Swannell y a su esposa, asimismo directora de la empresa.

Que trabajen los jubilados y los estudiantes: el plan de Ayuso para paliar la falta de profesores de matemáticas en Madrid

La reacción de su patrón fue inmediata y convincente: "No me llames puto imbécil a mí ni a mi mujer. Se acabó, estás despedida. Recoge tus cosas y lárgate". Poco que anticipadamente puede parecer lo más ordinario del mundo cuando faltas el respeto a tus superiores. Pero en este caso la cosa no siguió el camino de la deducción. 

La sentencia. Al momento de ser despedida, la trabajadora demandó a la empresa por un supuesto despido improcedente, llegando el caso hasta el tribunal profesional de Cambridge. En este caso, la jueza que presidió la sala le dio la razón a la trabajadora, declarando el despido como improcedente y obligando a la compañía a tener que readmitirla y pagarle una indemnización de 30.000 libras. 

Por qué. Para la jueza del tribunal, la empresa "no actuó de modo bastante en todas las circunstancias al tratar la conducta [de la trabajadora] como una razón suficiente para despedirla". Para defender esta postura, apunta a tres puntos diferentes. 

El primero de ellos es que fue un hecho marginado, ya que no hay indicios de que la trabajadora insultara de modo previa a sus superiores. El segundo de ellos es el contexto donde se dio el insulto, ya que estaban en parte de una "reunión acalorada" en la que la empleada veía como su puesto corría peligro. 

Por postrer, el anuencia de Herbert apuntaba a que "el uso provocador de lengua insultante o desmedido" podría ser motivo de ratificación, pero requería una advertencia previa. De esta modo, solo las faltas más serias como el "lengua amenazador" se consideraría una razón de peso para un despido sin previo aviso. 

El tribunal concluyó que la empresa no siguió su propio procedimiento disciplinario y que la ofensa, en su contexto, no alcanzaba el origen de dificultad necesario para un despido inmediato. La compañía fue condenada a enriquecer a Herbert 15.042,81 libras en concepto de indemnización y otras 14.087 libras para cubrir sus costas legales. En total, casi 35.000 euros. 

El Congreso tumba la reducción de jornada laboral a 37,5 horas. Esto es lo que ocurrirá a partir de ahora

Qué pasaría en España. Aunque este caso se ha transmitido en Reino Unido, podemos apañarse un paralelismo con el derecho profesional castellano. En este caso, si nos vamos al Estatuto de los Trabajadores, en su artículo 54 se regula el despido disciplinario, que puede fundamentarse, entre otras causas, en "Las ofensas verbales o físicas al patrón o a las personas que trabajan en la empresa o a los familiares que convivan con ellos".

 Sin confiscación, al igual que en el Reino Unido, los tribunales españoles aplican la teoría gradualista, que exige que la ratificación sea proporcional a la dificultad de la errata. 

Tal y como recogen Civic Abogados, es necesario que la ofensa sea grave, teniendo el contexto en el que se ha desarrollado, como por ejemplo si es una respuesta a una provocación. 

En prontuario, tanto en el sistema sajón como en el castellano, un insulto marginado y proferido en un momento de tensión tiene muchas probabilidades de ser considerado una errata que merezca una ratificación (como una amonestación o una suspensión de empleo y sueldo), pero no necesariamente un despido, que es la medida más drástica.

Imágenes | Engin Akyurt Şinasi Müldür 

En Genbeta | Muchas empresas en Alemania han implementado la semana de cuatro días. Lo tuvieron tratable: es el país que menos horas trabaja al año

Source link

Compartir este artículo

[social_warfare]

Consultoria Personalizada

¡Si aun no tienes presencia en internet o 
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!

Enviar Consulta Gratis

Más para leer

En ARTDEPARTMENT nos especializamos en brindar soluciones para que tu negocio, empresa o proyecto sea visible en internet.

Diseño WEB

Hosting

Google Ads

WordPress

Posicionamiento SEO

cloud-syncearthbullhorn linkedin facebook pinterest youtube rss twitter instagram facebook-blank rss-blank linkedin-blank pinterest youtube twitter instagram