Instaló un Windows 95 en este modelo de PlayStation y experimentó de primera mano por qué es una de las consolas más complejas de Sony

En el universo del retro gaming abundan los proyectos que parecen imposibles. Y si proporcionadamente la mayoría de los aficionados se conforman con luchar viejas consolas en un PC actual, algunos prefieren modificar la método y sufrir sistemas operativos de ordenador a dispositivos que de ningún modo estuvieron pensados para ello.

Ese es el caso de MetraByte, un modder conocido por sus experimentos insólitos, que acaba de alcanzar un desafío mayúsculo: instalar Windows 95 en una PlayStation 2.

El desafío: sufrir un sistema x86 a una máquina MIPS

La PlayStation 2, lanzazo en el año 2000, fue una de las consolas más exitosas de la historia... pero asimismo una de las más complejas a nivel técnico. Su corazón, el procesador Emotion Engine, está basado en la casa MIPS, radicalmente distinta a los procesadores x86 que utilizaban los PC compatibles con Windows 95.

Esto suponía, de antemano, un pared técnico casi infranqueable: el sistema activo de Microsoft nunca fue diseñado para ejecutarse fuera de la casa x86. Para resolverlo, MetraByte recurrió a un rival ejecutado directamente en la PS2, una especie de capa intermedia que traduce las instrucciones. No obstante, este paso solo fue el eclosión de una larga odisea de pelearse con la videoconsola.

14 horas contra la máquina

Tras casi 14 horas de pruebas y ajustes, lidiando con limitaciones de hardware y errores de software, el modder consiguió originarse Windows 95 en la consola de Sony. El resultado, más que pragmático, es simbólico:

• El sistema arranca, pero es inestable.
• La consola tiene problemas para inspeccionar una ratón convencional.
• Las fuentes y ventanas se vuelven ilegibles al escabullirse varias a la vez.

En otras palabras, no es una experiencia de sucesor ejercicio, pero sí una demostración técnica de hasta dónde se puede sufrir la PS2 cuando se combina paciencia y creatividad.

El examen de fuego: ¿y DOOM?

En la comunidad hacker y retro, hay una tradición no escrita: demostrar la potencia de un dispositivo logrando ejecutar DOOM, el mítico FPS de los primaveras 90. Este colección ha sido portado a objetos tan dispares como calculadoras gráficas, neveras inteligentes, tests de vergüenza digitales o incluso pantallas de microondas.

En el caso de la PS2 con Windows 95, la expectativa era la misma. Sin bloqueo, aquí llegó la burla: el tirador de DOOM no consigue escabullirse correctamente y el colección nunca arranca. Un revés para quienes esperaban culminar la correr con este símbolo universal del hacking lúdico.

Más allá de la utilidad: una ciencia de ingeniería

La PlayStation 2 es recordada por su catálogo utópico y su impacto cultural, pero su casa poco convencional aún la convierte en un campo de experimentación. Proyectos como este no solo rinden homenaje a la historia del hardware, sino que asimismo revelan cómo la pasión y la curiosidad pueden variar un simple capricho en una proeza de ingeniería casera.

Porque lo cierto es que el esquema de MetraByte no pretende ofrecer una alternativa ejercicio para usar la PS2 como ordenador personal. Su valencia es empírico:

• Demuestra la complejidad técnica de la PlayStation 2, considerada ya en su época una consola difícil de programar.
• Pone en evidencia la capacidad de la comunidad de modders para reapropiarse de la tecnología y llevarla más allá de los límites previstos por sus fabricantes.
• Mantiene viva la relevancia de una máquina que, 25 primaveras posteriormente de su emanación, sigue siendo objeto de estudio y modificación.

Imagen | Marcos Merino mediante IA

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