hay influencers para mostrar cómo hacer dos comidas por 1 dólar

La ciudadanía de China está viviendo una crisis gremial importante que se está cebando, con la adolescencia del país. El país que ha apostado por la automatización de muchos procesos laborales en fábricas hasta impresionar a tener más robots que todos los demás países del mundo juntos, tiene unos niveles de desempleo récord. 

Hace un año se hizo vírico que la concurrencia decano adentro de la Gestación Z decano y los Millennials más jóvenes de China hacían tendencia en la red Xiaohongshu, afrontar la situación con un desafío que comparten online con orgullo: la frugalidad o manducar con moderación. Muchos medios afirman que lo comparten como poco "cool", poco guay. El presupuesto era de 66 dólares al mes. 

Pues ahora mismo hay influencers que promueven incluso utilizarse menos en víveres. Mientras las autoridades afirman que el insuficiente consumo interno en gran parte de la sociedad está frenando el crecimiento, los recién graduados tienen motivos para ser cautelosos sobre su futuro. 

En China, el desempleo rozagante se ha mantenido cerca del 20% durante algún tiempo, quienes tienen empleo temen perderlo, las condiciones laborales siguen siendo duras, hay un desencanto con la situación, y la persistente crisis inmobiliaria puede hacer que la perspectiva de tener una vivienda propia parezca inalcanzable, especialmente en las grandes ciudades. Así, en redes, muchos influencers jóvenes muestran cómo pueden hacer dos comidas cada día por un dólar en total. 

Influencers de proceder con poco

Esta tendencia viene marcada por influencers dedicados a mostrar lo correctamente que se puede proceder con poco. Por ejemplo, la BBC recoge la historia de una joven de 24 años, conocida en secante como Zhang Small Grain of Rice, que se dedica a mostrar cómo de práctico es usar una pastilla de agasajo global para todas sus micción de higiene personal, en superficie de varios y costosos productos de facilidad facial. 

Igualmente va a zonas comerciales a mostrar qué prendas se pueden comprar muy baratas y que sean prácticas y de calidad para que duren más. La influencer considera muy positivo lo que hace porque así la concurrencia puede entender "las trampas del consumo para que puedan librarse. Esto les reducirá el estrés y les dará tranquilidad". 

Otro caso es el del hombre de 29 abriles, conocido como Little Grass Floating In Beijing, que publica vídeos donde se le ve preparando platos sencillos. Afirma que puede manducar dos veces por poco más de un dólar. 

De sí mismo cuenta que es una persona común de una región rural de China y no tiene "estudios superiores ni contactos influyentes, así que tengo que trabajar duro para tener una vida mejor" y eso incluso pasa por proceder con lo cardinal. Trabaja para una empresa de ventas online y asegura que su estilo de vida extremadamente modesto le ha permitido librarse más de 180.000 dólares en seis abriles. 

Lo que China necesita es más consumo interno

Al mismo tiempo, estas tendencias virales entre la adolescencia son una deficiencia en la peculio china. China se ha ganadería la reputación de ser una peculio que incluso puede resistir la hostilidades comercial del presidente estadounidense Donald Trump a pesar de que tradicionalmente su industria manufacturera basaba gran  parte de su negocio en las exportaciones a Estados Unidos. 

Sin retención, los descomposición alertan de que enfrentará importantes desafíos a dispendioso plazo si no impulsa el desembolso interno. Incluso, el país ya ha hablado de la pobreza de cambiar radicalmente las jornadas laborales y ocurrir del 996 a unas jornadas más cortas y más descansos por motivos muy lógicos:fomentar el consumo tópico y conseguir mejorar las tasas de demografía. Si la concurrencia trabaje menos horas hay más tiempo de ocio y para utilizarse. 

A este respecto, mientras que Estados Unidos tiene un problema con el pericia de su población de endeudarse de forma excesiva usando tarjetas de crédito para consumir, en China el desafío es el opuesto. La concurrencia ya tiende a ahorrar en lugar de gastar, y esta tendencia se intensifica cuando se perciben tiempos difíciles en el futuro. 

El gobierno chino lleva abriles prometiendo aumentar el consumo de los hogares, pero este aún representa solo aproximadamente del 39% del producto interno bruto (PIB), en comparación con el 60% en muchos países del ártico entero. Parte del problema radica en que la adolescencia presente es más pesimista que la de los abriles 90 y principios de los 2000. 

Imagen | Foto de Ondřej Matouš en Unsplash

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