Hay 700 máquinas de venta de tickets del metro de Barcelona que ya no se actualizan, así que las van a retirar por miedo a ciberataques

Cuando vas a entrar al medida, lo más frecuente y corriente es sobrevenir antiguamente por una máquina de liquidación de tickets para comprar el billete o la maleable que te permita desplazarse de forma puntual o para varios viajes. Da igual que estés en Londres, en Bilbao o en Nueva York porque el funcionamiento es el mismo, lo que simplifica la experiencia en caso de delirio.

No obstante, siempre se pueden tener métodos alternativos como por ejemplo sucede en Barcelona, donde el año pasado implementaron un sistema para lograr directamente sin billete simplemente usando la maleable bancaria. Pues proporcionadamente, precisamente en la ciudad condal han decidido tomar una valentía que está levantando ampollas: quitar las máquinas expendedoras de billetes por  ciberseguridad.

Adiós a las máquinas expendedoras veteranas. No siempre habrá sustituta

Como recoge El Periódico, el sistema flagrante es indefenso delante posibles ataques y fallos porque el sistema operante ha dejado de tomar soporte de los fabricantes, lo que a bienes prácticos se traduce en que las ticketeras del medida de Barcelona ya no recibirán actualizaciones críticas de seguridad.

Según detalla TMB, esta obsolescencia "incrementa la vulnerabilidad a ciberataques, poniendo en peligro la seguridad de los datos y la disponibilidad del servicio". Así que su plan pasa por ir retirando progresivamente las máquinas expendedoras antiguas para ir reemplazándolas por nuevos sistemas. Eso sí, algunos puntos de liquidación físicos se quedarán en el camino.

Y eso es un problema, porque como explicábamos en la intro, habrá quien no sepa cómo lograr al medida, formando colas en las ventanillas de atención al cliente. Esta valentía de TMB ha causado revuelo entre sus usuarios y usuarias, que han dejado constancia de su malestar en redes. En Reddit el heredero Loose_Hope2182 se queja de la situación:

Es sostener, que por no renovar las máquinas, o comprar otras nuevas, ya no habrá máquinas. Seguro que tener a un montón de personas con el móvil en la mano distraídas delante de la puerta del medida intentando renovar la t-mobilitat, o tener a turistas dando vueltas en una tiempo buscando a un revisor o haciendo trasero para comprar un billete es muchísimo mejor opción. Seguramente, el presidente de TMB cobrará más este año de lo que cobraba el inicial, y su subida no será la del IPC.

Otras personas destacan que aquellas máquinas que queden operativas (las más modernas) sufrirán colas y que el proceso en genérico será más difícil para quien coja el medida muy de vez en cuando. Eso sí, es posible sacar el ticket para el medida a través de la app de TMB, pero no todo el mundo sabe hacerlo, lo que supone una brecha digital. Y eso suponiendo que todo el sistema funcione proporcionadamente, en caso de que alguna máquina dé problemas, se formarán cuellos de botella.

Por el momento Transports Metropolitans de Barcelona no ha legado un calendario con la retirada progresiva de maquinaria ni qué puntos quedarán operativos y cuáles no o si habrá refuerzo de personal del medida.

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