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Meta, la compañía propietaria de Facebook, Instagram y WhatsApp, acaba de despedir a una veintena de empleados tras arrostrar a mango una investigación interna que determinó que habían compartido información confidencial con medios ajenos a la empresa, lo que viola una estricta política interna al respecto.
Esta fulminante valentía de Meta se produce a posteriori de una sucesión de episodios en los que información sensible de reuniones internas, incluidas aquellas lideradas por Zuckerberg, terminaron filtrándose a la prensa. Hace unas semanas, el propio CEO se quejaba de eso en un evento interno:
"Intentamos ser en realidad abiertos y luego todo lo que digo se filtra. Eso molesta".
Y sí, esas declaraciones además se filtraron a la prensa.
El malestar en el interior de Meta no es nuevo. En los últimos meses, la compañía ha implementado cambios drásticos en sus políticas internas, incluyendo la matanza de sus 'iniciativas de multiplicidad' o el fin de sus programas de 'demostración de información'.
Estas decisiones han sido criticadas por algunos empleados que consideran que Meta está intentando alinearse con el gobierno de Donald Trump, lo que ha generado un creciente descontento en la plantilla.

A esto se suman los recientes despidos masivos: a mediados de enero, la compañía anunció la reducción del 5% de su plantilla, lo que supuso la salida de aproximadamente 4.000 empleados considerados como "de bajo rendimiento". Este contexto ha contribuido a un clima sindical tenso, con trabajadores preocupados por su estabilidad y por la dirección que está tomando la empresa.
Dave Arnold, portavoz de Meta ha explicado al medio estadounidense The Verge que la empresa ya advierte a sus trabajadores, desde el mismo momento en que se incorporan a su plantilla, de la existencia de la prohibición de divulgar datos internos, así como que ofrece recordatorios periódicos sobre las consecuencias de hacerlo:
"Nos tomamos este tema en serio y continuaremos tomando medidas cuando identifiquemos filtraciones".
Este problema no solo ha puesto en alerta a la directiva de Meta, sino que además ha provocado un endurecimiento en las medidas contra los empleados que divulgan información confidencial.
De hecho, tras los últimos despidos, Guy Rosen (director de seguridad de información de Meta) envió un memorándum interno advirtiendo sobre las repercusiones de las filtraciones:
"Cuando se roba o se filtra información, hay consecuencias más allá del impacto inmediato en la seguridad. Nuestros equipos se desmoralizan y perdemos tiempo que podría invertirse en trabajar en nuestros productos y objetivos".

El director tecnológico de la compañía, Andrew Bosworth, además abordó el tema en una reunión interna en febrero, asegurando que Meta estaba "avanzando en la identificación de personas" responsables de estas filtraciones.
Y, de nuevo, sí: estos comentarios además terminaron filtrándose a la prensa.
Y ahora, la empresa tiene delante sí un "año intenso", según palabras del propio Zuckerberg, en el que Meta está compitiendo con otros gigantes tecnológicos en el expansión de IA vanguardia. En este círculo, la lucha contra las filtraciones podría volverse aún más agresiva, dando así motivo nuevos despidos y medidas disciplinarias más estrictas.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | "Todas nuestras aplicaciones serán escritas por una IA", afirma Zuckerberg. "Y probablemente ocurra este 2025"
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