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Las mayúsculas transmiten una intensidad que, en contextos escritos, EQUIVALEN A ALZAR LA VOZ. Seguramente tú mismo lo habrás instruido así en tu capital, sin penuria de que el texto en cuestión viniera acompañado de múltiples exclamaciones.
Y es que el uso de saber mayúsculas para transmitir la idea de "desgañitarse" es una convención moderna a la que se recurre asiduamente en redes sociales y mensajes de móvil.
Sin incautación, aunque todos sabemos que esta maña se popularizó tras el inicio de la era de Internet... ¿sabemos exactamente cuándo comenzó?
Los primeros registros online que se hacían eco de esta 'moda' datan de los primaveras 80, con el surgimiento de los primeros foros y grupos de discusión en la 'Usenet'.
Concretamente, se conservan registros de un debate realizado en 1984, cuando un adjudicatario explicó en un familia de parte (el ya desaparecido net.jokes.d) que
"Si es en mayúsculas, ¡estoy tratando de GRITAR!".
Un aspecto secreto de la asimilación de esta norma fue la desliz de alternativas en los primeros sistemas digitales para destacar texto. No existían opciones como negritas, cursivas o subrayados, por lo que las mayúsculas se convirtieron en el método más accesible para añadir vigor.
Otros métodos, como el uso de asteriscos o el extendido de saber (p. ej., "a s í"), todavía se probaron, pero las mayúsculas prevalecieron por su simplicidad y visibilidad.
Sin incautación, este uso de las mayúsculas no comenzó con el surgimiento de Internet; ni siquiera con el de los ordenadores, décadas antaño. Por el contrario, se conservan registros impresos que hacían manifiesto esta costumbre ya en el siglo XIX.
Recordemos que las tecnologías del s. XIX (el telégrafo y, más tarde, las primeras máquinas de escribir) estaban igualmente limitadas en su capacidad de representar formatos complejos como cursivas o negritas.
Hace ya casi dos siglos, varias publicaciones periódicas de EE.UU. y el Reino Unido se hacían eco, en sus reportajes, columnas y relatos, de expresiones que dejaban claro que ya entonces se equiparaba el uso de mayúsculas con los gritos:
"Esta vez lo gritó con saber mayúsculas". (Yorkville Enquirer del 17 de abril de 1856)
""¿DOCE chelines y SIETE peniques?", rugió mi tía con las saber mayúsculas más grandes". (The Shamrock del 6 de mayo de 1871)
"... ¡Aquí, taxi, taxi , TAXI!" El extremo monosílabo era un aullido al que sólo las saber mayúsculas pueden dar la impresión adecuada". (Belgravia de junio de 1873)
Sin incautación, el primer indicio manifiesto de esta costumbre de la que se guardan registros es de un texto sobre cánticos para escuelas y congregaciones cristianas ('Singing for Schools and Congregations: A Grammar of Vocal Music'), de 1852:
"Se propone que LAS LETRAS MAYÚSCULAS, en romance impresa, o las líneas dobles debajo de la palabra en romance escrita, deben distinguir las palabras que se cantarán más resistente".
Referencia estrafalario: esto sólo podrás hacerlo mientras escribas en 'alfabetos bicamerales', como el latino o el cirílico. Los 'unicamerales' (como el árabe o el hebreo) no diferencian entre mayúsculas y minúsculas
Encima de los factores históricos y tecnológicos, hay razones psicológicas detrás de esta asociación. Según expertos en tipografía como Paul Espejo, las mayúsculas llenan el espacio de forma agresiva, eliminando cualquier sutileza en el mensaje:
"Las MAYÚSCULAS EN UN CORREO ELECTRÓNICO se perciben como un aullido porque, al igual que un aullido, dominan todo a su aproximadamente, dejando poco espacio para la interpretación".
Otros lo enfocan de otro modo, y creen que, en un contexto digital, donde la comunicación carece de tono y bombeo, las mayúsculas son precisamente una forma de compensar esa desliz de matices del mensaje.
Aunque las mayúsculas siguen siendo el tipificado para "desgañitarse" en texto, han surgido alternativas para transmitir emociones e intensidad en el entorno digital. Los emojis, las negritas y los GIFs ofrecen opciones más matizadas y menos agresivas.
Sin incautación, las mayúsculas mantienen su emplazamiento como una utensilio directa y efectiva, aunque controvertida (la mera existencia de la tecla "Bloq Mayús" ha sido objeto de críticas e incluso de campañas para promover su eliminación).
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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