expertos señalan el envejecimiento y el colapso sanitario entre las causas

La Seguridad Social acaba de publicar las cifras provisionales sobre la incapacidad temporal hasta diciembre de 2024, mostrando un preocupante medra en las bajas laborales. El incremento se enmarca en una tendencia que se venía registrando desde 2012, aberración que se intensificó tras la pandemia.

El exploración de los datos revela que las incapacidades por contingencias comunes alcanzaron una media de 53,3 por cada 1.000 trabajadores al cerrojo de 2024, superando los 49,4 del año previo. Este aumento se considera independiente del crecimiento en la plantilla, lo que indica que la progreso de las bajas parece ir a un ritmo decano que el número de trabajadores.

Envejecimiento, sanidad y absentismo por seguridad sindical entre las principales causas

Tal y como recogen desde El País, diversos especialistas en lozanía sindical atribuyen este ascenso a varios factores, entre los que destaca el envejecimiento de la fuerza de trabajo. Con una proporción superior al 35% de empleados de 50 abriles o más, la tendencia apunta a que, a decano antigüedad, aumenta la probabilidad de enfermedad.

Adicionalmente, se subraya el ofensa en los tiempos de respuesta del sistema taza, evidenciado por récords en listas de paciencia quirúrgicas y prolongados plazos de atención (España registró en diciembre de 2023 un récord de 849.535 personas en listas de paciencia quirúrgicas).

El incremento además afecta a los trabajadores autónomos, quienes, pese a registrar menos bajas en comparación con los asalariados, presentan cifras históricamente elevadas. En 2024 se situó en 39,8 incapacidades por cada 1.000 profesionales por cuenta propia, lo que, aunque es una ligera disminución respecto al año previo, se mantiene como la segunda guarismo más suscripción en la serie histórica.

Asimismo, los expertos señalan que la estabilidad en el mercado sindical influye en estos números. Desde El País recogen la opinión de María del Mar Crespí, profesora de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universitat de les Illes Balears, quien comenta lo subsiguiente: "No puedo afirmar que haya contribuido al aumento del absentismo, pero hay muchos estudios de muchos países que demuestran que hay una relación clara entre la seguridad sindical y el absentismo. Por ejemplo, en los periodos de prueba casi nadie tiene bajas".

Tal y como recoge el medio, algunos empresarios creen que ahora, con una tasa de paro mínima, la seguridad en el puesto de trabajo favorece el incremento del absentismo.

Otro aspecto relevante es el papel de los convenios colectivos. Según apunta Crespí, "la cantidad de convenios que complementan la incapacidad temporal por  contingencias comunes ha crecido. A los trabajadores les cuesta menos estar de desvaloración. En 2013 el 70% de los convenios colectivos complementaban la prestación y en junio de 2024 eran el 78". En este sentido, la aprobación de la ley integral para la igualdad de trato y la no discriminación en 2022 ha reforzado la protección sindical durante estos periodos, dificultando los despidos.

Finalmente, se observa además un aumento en la duración media de las bajas. Mientras que para los asalariados las incapacidades por contingencias profesionales pasaron de 36,2 días en 2023 a 39,2 en 2024, en el caso de los autónomos estas cifras son notablemente superiores, correcto a que suelen padecer enfermedades más graves que requieren periodos de reposo más largos.

Imagen de portada | Arlington Research

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