
ARTDEPARTMENT

El 17 de noviembre de 2023 OpenAI vivió uno de los momentos más convulsos de su historia al anunciar el despido de su CEO, Sam Altman. Una atrevimiento que parecía impensable y que puso en peligro a la propia compañía: cientos de empleados amenazaron con renunciar si Altman no regresaba.
Sin incautación, no todos en el mundo de la inteligencia industrial lamentaron su salida. Uno de los que celebró públicamente la atrevimiento fue Geoffrey Hinton, Premio Nobel de Física y uno de los pioneros en el ampliación del enseñanza profundo y todavía 'padrino' de la IA.
En un escueto comunicado, la sociedad directiva de OpenAI justificó el despido afirmando que Altman “no fue sincero en sus comunicaciones con la dirección”. Sin incautación, pronto comenzaron a trascender tensiones internas. Por ejemplo, el tirada de ChatGPT —el hito más mediático de la compañía— habría sorprendido incluso a algunos miembros de la sociedad, que se enteraron del producto a través de Twitter.
Pese a la presión mediática y a la amenaza de desbandada interna, la sociedad terminó reculando y pidió a Altman que volviera a su puesto. Microsoft, que ya era el principal socio de OpenAI, se había mostrado dispuesta a acogerlo yuxtapuesto a su equipo en sus propias oficinas, lo que aumentó aún más la tensión. Pero finalmente, todo volvió al punto de partida: Altman regresó como CEO.
La reacción de Geoffrey Hinton fue muy diferente a la mayoría. En una manifiesto breve pero sólido, afirmó:
"Estoy particularmente orgulloso de que uno de mis estudiantes despidiera a Sam Altman. Y creo que es mejor dejarlo ahí", afirmó Geoffrey Hinton


Hinton hacía remisión a Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, entonces miembro de su sociedad directiva y uno de los cerebros detrás del despido. Sutskever había sido escolar de Hinton en la Universidad de Toronto, donde uno y otro colaboraron en el ampliación de AlexNet, el maniquí de visión por computadora que revolucionó el campo del registro de imágenes en 2012. Tras el escándalo, Sutskever todavía abandonó OpenAI para fundar una nueva empresa: Safe Superintelligence Inc. (SSI).
¿Por qué Hinton celebró la salida de Altman? El motivo principal está en la dirección que OpenAI había tomado bajo su liderazgo. Hinton, que abandonó Google en 2023 para poder murmurar autónomamente sobre los riesgos de la inteligencia industrial, era muy crítico con el vuelta comercial y acelerado de muchas compañías del sector, y en particular con el cambio de OpenAI: de ser una organización sin ánimo de lucro, a convertirse en una empresa con fines comerciales. Un cambio que todavía fue duramente cuestionado por Elon Musk. Aunque finalmente han entregado marcha detrás en esta atrevimiento.
Para Hinton, ese enfoque ponía en peligro el ampliación responsable de la inteligencia industrial. Temía que la presión por monetizar modelos como GPT-4 y sus sucesores llevara a priorizar los ingresos y la satisfacción de accionistas por encima de la seguridad, la transparencia y los límites éticos. En otras palabras, se preocupaba por que la IA avanzara más rápido de lo que podemos comprender o controlar.

Este episodio ha vuelto a situar el debate sobre la seguridad de los modelos de IA en el centro del círculo. Hinton, como otros investigadores del campo, advierte de que si no se actúa con cautela, las consecuencias podrían ser impredecibles a amplio plazo.
El caso Altman no solo desató una crisis interna en OpenAI, sino que todavía dejó al descubierto las tensiones ideológicas que atraviesan al sector: entre la apetencia comercial, la innovación acelerada y la requisito —cada vez más urgente— de desarrollar inteligencia industrial de forma segura y ética.
Imágenes | Levart_Photographer Collision Conf en Flickr Wikipedia
En Genbeta | DeepSeek en nave era calibrado lo que buscaba: una inteligencia industrial de calidad, privada y sin suscripciones
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!