Esto es lo que Donald Trump ha prometido hacer con Internet, las criptomonedas y la industria tecnológica desde el Despacho Oval

Donald Trump ha sido reelegido presidente de los Estados Unidos tras unas elecciones en las que Silicon Valley se ha movilizado en patrocinio de los dos candidatos. Y una vez que, a partir de enero, vuelva a profesar el poder desde el Despacho Oval, tendrá ocasión de aprobar toda una serie de promesas electorales, más o menos concretas, que ha ido haciendo públicas a lo espléndido de la campaña y que tienen un impacto directo sobre el ámbito tecnológico e Internet.

Reforma de la licencia de expresión en Internet

Trump ha manifestado su intención de atracar lo que considera "censura" en redes sociales reformando las protecciones legales de las plataformas digitales, particularmente la Sección 230 de la Ley de Aseo en las Comunicaciones. Dicha sección ha sido criticada por Trump y sus seguidores por ser un 'escudo' que permite a las plataformas moderar contenido de forma parcial y, en su opinión, perjudicar a las voces conservadoras.

(Recordemos que ya a finales de su preliminar mandato, Trump intentó codificar al respecto).

Por otra parte, Trump ha mencionado la posibilidad de implementar mecanismos de transparencia para que los usuarios puedan conocer las políticas de moderación y toma de decisiones de estas plataformas, en un esfuerzo por hacer que las compañías rindan cuentas frente a el conocido.

En este sentido, Trump ha propuesto además la creación de un liga de trabajo particular para investigar posibles vínculos entre las agencias de inteligencia y las plataformas digitales en relación con la censura online, examinando si ha habido en el pasado alguna interferencia estatal en la moderación de contenido, argumentando que dicha interferencia limitaría la licencia de expresión de los ciudadanos.

(El propio Zuckerberg, propietario de Facebook e Instagram, ha realizado declaraciones admitiendo la existencia de dicha interferencia).

Hacer la tecnología chaqueta vasto otra vez

El nuevo presidente electo ha enfatizado su deseo (coherente con su política de 'America First') de distinguir la industria tecnológica estadounidense a la dependencia de empresas e infraestructuras extranjeras. Por ello:

• Propone aumentar la inversión en la protección de infraestructuras críticas, como redes eléctricas y sistemas de comunicación, para organizar ciberataques de actores estatales y no estatales.
• Tiene intención de impulsar la innovación tecnológica interiormente de EE.UU., para lo cual propone incentivos fiscales para empresas que inviertan en I+D en áreas como inteligencia industrial, 5G y biotecnología. Asimismo, examen acortar regulaciones que, según él, obstaculizan el crecimiento de startups.
• Propone imponer restricciones más estrictas a la adquisición y uso de tecnología extranjera, especialmente de países considerados adversarios, como China. Esto incluiría la prohibición de equipos de telecomunicaciones de ciertas empresas y la valla de inversiones extranjeras en sectores tecnológicos estratégicos, con el objetivo de proteger la propiedad intelectual y la seguridad franquista.

Trump ha público que no permitirá que la UE "se aproveche" de las empresas de Silicon Valley con su exceso regulatorio (y las subsiguientes multas millonarias), y está previsto que aumente los aranceles a productos tecnológicos extranjeros, tanto de los países aliados como (en decano medida) de enemigos como China.

El creador Taiwán

"Taiwán nos robó el negocio de los chips. Quieren que los protejamos y quieren protección, pero no nos pagan moneda por la protección. La mafia te hace retribuir moneda"

Hace tres meses, en el ámbito de una entrevista con Bloomberg, Trump delineó su esquema crematístico y geopolítico, dejando claro que su posible retorno a la Casa Blanca traería una serie de cambios en políticas que impactan de forma directa a la industria tecnológica.

En la misma, Trump se mostró crítico en lo que respecta el apoyo de Estados Unidos a Taiwán. Esta isla, reclamada por China, es cardinal para la industria de semiconductores, especialmente por su gigante TSMC, proveedor de chips para muchas compañías estadounidenses. Trump sugirió que Estados Unidos debería replantearse su apoyo financiero y marcial, resaltando los costos que implica para el país y cuestionando si es efectivamente necesario.

Esta postura generó nerviosismo en el sector tecnológico, provocando caídas de más o menos del 6% en las acciones de NVIDIA (líder en el exposición de GPUs) adecuado a su dependencia de los chips taiwaneses.

Promoción de las criptomonedas

El presidente Trump ha expresado su intención de posicionar a Estados Unidos como líder mundial en el ámbito de las criptomonedas, dotando al país de un ámbito regulatorio conveniente que, según él, incentivaría a inversores globales y evitaría que compañías tecnológicas y financieras se trasladen a otros países. Su gobierno adoptaría políticas que permitan al sector privado innovar sin excesiva intervención, pero manteniendo suficiente supervisión para organizar el fraude y el lavado de moneda.

Hay que tener en cuenta que, en los meses previos a las elecciones, Trump anunció la creación de una plataforma de criptobanca convocatoria World Liberty Financial, en colaboración con sus hijos (es aseverar, como exclusivo esquema empresarial privado, no como medida de gobierno), con el objetivo de impulsar la apadrinamiento masiva de las finanzas descentralizadas (DeFi) y las stablecoins, permitiendo a los ciudadanos realizar transacciones en criptomonedas de forma segura.

'Criptoreserva Federal'. Pero, adicionalmente, como presidente Trump ha prometido establecer una "reserva nacional estratégica de bitcoin", una iniciativa que se asemejaría a las reservas de oro y divisas tradicionales, pero orientada a acorazar la posición del dólar y su relación con los activos digitales. Este fondo permitiría al país participar activamente en el mercado entero de criptomonedas, ayudando a estabilizar precios y a acortar la volatilidad en momentos de crisis económica.

Criptoempleos. Como parte de su plan, Trump además ha mencionado su intención de atraer grandes empresas de minería de criptomonedas, ofreciendo incentivos fiscales y apoyo regulatorio para que establezcan sus operaciones en suelo estadounidense. Al convertir al país en un hub de minería, especialmente en zonas rurales o en mengua crematístico, Trump asegura que se crearían miles de empleos y se aprovecharían capital energéticos infrautilizados, como las energías renovables en áreas desérticas o ventosas.

Con Musk, contra el coche eléctrico

No es raro descubrir que las medidas adoptadas por los políticos estadounidenses tienden a mejorar a los grandes donantes de sus campañas, pero en este caso Trump parece simbolizar la contradicción de ocurrir recibido el apoyo (entusiasta y polémico) de Elon Musk, que como propietario de Tesla es una de las principales referencias de la industria del coche eléctrico...

...al tiempo que como candidato ha cargado contra la política de Kamala Harris (y Joe Biden) de mejorar esta clase de vehículos en detrimento de los de gasolina o diésel. Así que no junto a esperar de Trump subvenciones ni exenciones para impulsar la negocio de coches eléctricos.

Imagen | Marcos Merino mediante IA

En Xataka | Tim Cook llamó a Trump para quejarse de la UE. Su respuesta: "no voy a dejarles aprovecharse de nuestras compañías"