este experto en ciberseguridad me ha convencido para usarlas en 2025

A lo holgado de los últimos abriles las amenazas en Internet han crecido y se han extendido de forma exponencial, lo que hace que los usuarios confíen cada vez más en herramientas que garanticen su seguridad y privacidad en crencha. Y las VPNs son un buen paso por donde originarse.

Normalmente suelo utilizar esta tecnología en mi día a día, pero ayer no lo tenía tan claro. En este sentido, Dark Marc, perito en ciberseguridad y creador de la newsletter homónima, explica las razones por las que una VPN nos puede auxiliar de grandes aprietos, y todavía la cara oculta de los servicios que prestan esta tecnología.

Dos casos reales que prueban por qué una VPN es útil

Este perito en ciberseguridad sugiere que todo agraciado debería contar con una VPN en 2025 conveniente al aumento de las amenazas en red. Los ciberataques han evolucionado, utilizando herramientas automatizadas que permiten escanear redes y detectar vulnerabilidades en cuestión de minutos. Tal y como comenta este perito, antiguamente, los hackers menos experimentados dependían de herramientas preconfiguradas, pero ahora tienen acercamiento a marcos más avanzados que les permiten ejecutar ataques sofisticados con facilidad.

Imagen: eSecurity Planet

Las filtraciones de datos son tan frecuentes que se ha convertido en poco habitual encontrar correos electrónicos, contraseñas, números de teléfono y registros financieros expuestos en la dark web. Los ciberdelincuentes pueden adicionalmente cruzar esta información con otros datos filtrados para obtener identidades completas y aceptar a cuentas sensibles. Grupos de ransomware, hackers patrocinados por estados o ciberdelincuentes, pueden proceder con una precisión y prontitud sin precedentes. Por ello mismo, encargar solo en conexiones HTTPS o proxies ya no es suficiente, y una VPN se ha convertido hoy por hoy en un petición esencial.

Dark Marc ejemplifica por qué una VPN es necesaria con dos escenarios reales. En el primero, un agraciado accede a un foro de hacking para educarse más sobre ciberseguridad. Aunque usa un apodo y un correo marginal, no emplea una VPN, por lo que su dirección IP queda registrada en la colchoneta de datos del foro. Meses posteriormente, la web es hackeada y su colchoneta de datos filtrada. Un atacante obtiene la IP del agraciado y la compara con otras filtraciones de sitios como LinkedIn o Facebook, descubriendo su identidad auténtico. Con esta información, podría ser víctima de robo de identidad o de ataques dirigidos. Si hubiera utilizado una VPN, su IP auténtico no habría quedado expuesta.

En el segundo atmósfera, una persona se conecta a la red Wi-Fi gratuita de una cafetería para revisar su cuenta bancaria. Un atacante en la misma red usa una utensilio como Wireshark para analizar el tráfico y detecta que el agraciado está accediendo a una plataforma bancaria. Para rendir esta oportunidad, emplea un dispositivo llamado Wi-Fi Pineapple, que imita la red legítima y fuerza a la víctima a conectarse a su punto de acercamiento. Una vez interiormente, el atacante redirige el tráfico a una página falsa idéntica a la del faja. Sin sospechar nadie, la víctima introduce sus credenciales y en cuestión de minutos su cuenta queda comprometida. Si hubiera usado una VPN, su tráfico estaría secreto y el atacante no podría interceptarlo.

No todas las VPNs son igual de fiables

Para utilizar una VPN, debemos poner nuestra confianza en una sola empresa que gestione todo el tráfico de internet. Tal y como expone Dark Marc, si esta empresa no es tan segura o transparente como afirma, el agraciado puede estar más expuesto que si no utilizara ninguna VPN.

Incluso si la compañía fuese de fiar en un momento determinado, su situación puede cambiar con el tiempo. Un nuevo inversor o la saldo del negocio podrían alterar sus prioridades. Una filtración de datos podría exponer adicionalmente la información que intentaba proteger. Contiguo a esto, las autoridades podrían todavía imponer a la empresa a registrar y compartir los datos de sus usuarios.

Adicionalmente, al utilizar una VPN, el proveedor tiene acercamiento a todo el tráfico de navegación del agraciado, incluyendo los sitios visitados, el tiempo de conexión y los dispositivos utilizados. Aunque muchas empresas afirman no registrar datos, algunas han sido descubiertas haciéndolo en secreto. Un dictamen de seguridad en la compañía podría exponer todavía información sensible, y los gobiernos podrían obligarlas a registrar y compartir datos de los usuarios.

Entre otros peligros, algunos servicios gratuitos monetizan los datos de sus usuarios vendiéndolos a terceros, mientras que otros pueden contener malware o rastrear la actividad en oficio de protegerla. Una utensilio de seguridad no debería introducir nuevas amenazas, pero en el caso de las VPN, estos riesgos son una existencia que debe ser considerada.

Dark Marc advierte que, aunque una VPN es una utensilio útil, no todas las opciones del mercado son igual de seguras. Para designar una adecuada, recomienda optar por proveedores auditados que no registren datos, evitar servicios con sede en países con leyes de vigilancia estrictas y cerciorarse de que utilizan secreto robusto y protocolos de seguridad avanzados. Todavía subraya la importancia de la velocidad y estabilidad del servicio para avalar una buena experiencia de navegación.

Imagen de portada | FlyD

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