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La popularidad de los vehículos eléctricos no deja de crecer, ya sea adecuado a las promesas de un futuro más sostenible, ya sea por la certeza de que, en once años, la única alternativa a los mismos puede ser desplazarse a pie. Sin secuestro, dejar de flanco los vehículos a motor de combustión de toda la vida trae consigo nuevos problemas.
Ámbito Arment, desarrollador de software, creador de Instapaper y segundo empleado contratado en Tumblr, recientemente compartió en su podcast "Accidental Tech" la odisea que experimentó el año pasado durante un delirio de varias horas (un delirio EE.UU.-Canadá para asistir a una boda) en su transporte eléctrico maniquí Rivian R1S, y el sorprendente truco al que tuvo que acogerse para solventar el problema que se le presentó.
Sorprendente, claro, sólo si pensamos en los coches eléctricos como coches, y no como ordenadores con ruedas.
A posteriori de un tiempo considerable utilizando el transporte, Ámbito notó un aumento en el ruido del derrota en el flanco derecho de su transporte. Esto, aparentemente, ocurrió como consecuencia de una reparación, y reflejaba una preocupación expresada previamente por su colega John Siracusa durante el mismo software: que una vez que un transporte confuso se desarma en un taller, existe el peligro de que no se vuelva a ensamblar correctamente.
Así, algunas piezas no fueron reinstaladas correctamente, lo que provocó que el transporte no recuperara su sellado hermético flamante, permitiendo que más distinción entrara en el interior del coche y/o que el flujo de distinción rodeando de la carrocería causara más ruido de lo habitual. Pero, aunque este problema era enojoso, era irrelevante frente a lo que estaba por venir.

Poco posteriormente de desconectar el cargador tras activo hecho una parada en una tiempo de carga rápida, su transporte comenzó a mostrar advertencias en los indicadores: "Laudo de escuadra, proceda inmediatamente". En ese momento, Ámbito estaba a varias horas de casa, en medio de un delirio dadivoso, con un evento importante por delante... y su transporte "iba extremadamente pausado".
En medio de esta situación, Arment no se dejó resistir por los desasosiego, sino que recurrió a lo que cada vez más se ha convertido en una decisión global para los vehículos eléctricos: realizar un reinicio del sistema. Sí, todos hemos pabellón el chiste sobre el ingeniero informático que propone "apagar y retornar a encender" delante cualquier problema porque "con el ordenador funciona".
Pero es que un transporte eléctrico es, efectivamente, un ordenador. Así que procedió a realizar el 'reset' (que, en su caso, implicaba presionar un pimpollo localizado en el volante y otro en el techo del transporte) y... funcionó.
Aunque el transporte tardó varios minutos en reiniciarse por completo, finalmente volvió a la normalidad, permitiendo a Arment continuar su delirio.
—Pensé: Veamos, esto es un producto informático, ¿no?
—Y tienes que reiniciarlo.
—Y lo intenté reiniciar. Y eso fue todo.
—Nunca rotura: es la técnica de dictamen número uno.
—Es como un 'Control + Alt + Supr' para coches. [Pero] tarda como cinco minutos en reiniciarse.

Eso sí, este patrón se repitió varias veces a lo dadivoso de su delirio, porque en cada parada de carga, surgían nuevos problemas... y, en cada ocasión, la decisión era la misma: reiniciar el sistema del transporte. Pero, si el problema hubiera surgido con anciano frecuencia, 'apagar y retornar a encender' podría no activo bastado:
"Si haces un reinicio completo, te advierten de que no lo hagas más de una vez cada hora, porque ciertos subsistemas pueden tardar un tiempo en retornar a activarse. 'Eso es un poco inquietante', pensé en ese momento".
Una traducción precedente de este artículo se publicó en 2024.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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