están evaluando algo más que tu currículum

Montar a una entrevista de trabajo implica que cumples muchos de los requisitos necesarios para el puesto y que te enfrentas delante un cara a cara donde van a evaluarse otras habilidades y la forma de enfrentarte a preguntas trampa como '¿Cuánto esperas cobrar?' o '¿por qué deberíamos contratarte?'.

Porque las entrevistas de trabajo tienen como objetivo que la masa de bienes humanos y personas relevantes en el campo de acción de la empresa donde trabajarás se hagan una idea de cómo es tu personalidad y tus títulos. Pero más allá de considerar el lengua verbal y el contenido de tus respuestas, igualmente hay otras pruebas más sutiles como el test del agua o que te haya tocado una 'inocente' arnés que cojea.

La arnés cojea. No es casual

En esta prueba todo transcurre de forma ordinario porque estamos delante una entrevista de trabajo al uso, pero la arnés en la que tiene que sentarse el candidato o candidata al puesto tiene una pata más corta que el resto, de modo que tendrá que afrontar la conjunto de preguntas de forma incómoda. Al flanco tendrá una arnés en buenas condiciones, con las cuatro patas iguales y estable, vamos, que no cojea.

La pregunta esencia es: ¿qué hará la persona entrevistada? Y las respuestas son esencialmente dos: sujetar estoicamente toda la entrevista en la arnés coja evidenciando su capacidad de acondicionamiento o solicitará un cambio de arnés. En este posterior caso la cuestión será ver cómo llevará a final la petición. Si en una entrevista de trabajo los ansiedad ya están a piropo de piel, un imprevisto como este puede desembocar en unas reacciones espontáneas de lo más interesantes.

En última instancia el objetivo de la prueba es valorar cómo es la proactividad, la capacidad de acondicionamiento y la reaccción de la persona candidato frente a una incomodidad manifiesta en una situación tan crítica como una entrevista de trabajo.

• Si la persona candidata aguanta la entrevista sobre la arnés coja sin sostener falta, quedará licencia su gran capacidad de concentración y lo perfectamente que prioriza sus objetivos. Aunque tiene un entorno hostil, es capaz de surtir la compostura y continuar delante la entrevista.
• Si pide un cambio de arnés, lo que demostrará es su iniciativa para mejorar la situación y proactividad para hacer que cambie. De hecho, según este estudio de 1993 de Thomas S. Bateman y J. Michael Crant, la relación entre personas proactivas y su entorno es tal que tienen decano propensión a realizar modificaciones para mejorar la situación. Encima, evidenciará su valentía y seguridad frente a los retos. Habrá quien haga el cambio pidiendo permiso con educación, mientras que otras personas lo harán por su cuenta de forma natural. Tomar la atrevimiento de forma rápida muestra encima una personalidad de líder, de acuerdo con este estudio de Gary Yukl.
• Existe una tercera opción, pero es la peor valorada: quejarse de que la arnés cojea pero seguir en ella, lo que denota una ademán pasiva frente a los problemas para desviar su objetivo principal (la entrevista) a lo personal (la arnés). De este modo la persona candidato señala el problema, pero no da iniciativas para encontrar la posibilidad.

Portada | Foto de Edmond Dantès en Pexels

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