En Japón tener un mal jefe es una razón común para dejar un trabajo, así que están dejando que los empleados elijan a sus jefes

Tener un mal director puede ser mortífero para los ánimos de los trabajadores. Y para evitarlo en Japón hay una nueva tendencia en algunas empresas muy curiosa llevando la selección de supervisores a nuevos límites. Por ejemplo, Nobitel Inc., una empresa de Tokio, permite a sus empleados "elegir" a sus supervisores. Otras empresas ofrecen a sus empleados la oportunidad de nominar a empleados que preferirían como sus gerentes. 

Nobitel fue pionera. La empresa opera 270 centros donde realizar ejercicios de flexibilidad bajo su marca especializada Dr. Stretch interiormente y fuera de Japón y ya lanzó su sistema de elecciones generales en 2016. 

Las últimas elecciones generales se celebraron la pasada primavera, el 21 de mayo, para separar a un nuevo regente de radio. Primero había una evaluación preliminar de desempeño de la que salieron cuatro candidatos para competir por el puesto. Más de 1.000 empleados votaron por sus candidatos favoritos a través de sus teléfonos inteligentes.

El presidente vio a los empleados muy centrados en sus jefes y no en los clientes

Este sistema fue idea, hace 10 abriles, del presidente de la compañía, Masahiro Kurokawa. Por otra parte de las entrevistas individuales para hacer las típicas evaluaciones de desempeño, decidió comparar las evaluaciones de desempeño de empleados seleccionados al azar con los resultados de sus entrevistas con el personal y hubo poco que le chocó especialmente: 

"Mi conclusión fue que cada evaluación estaba influenciada, al menos en cierta medida, por las preferencias de los superiores en dirección a sus subordinados".

Es sostener que veía a los trabajadores más pendientes de sus jefes que de los clientes. Según sus palabras, "los empleados estaban más preocupados por el estado de talante de sus jefes que por el de sus clientes, ya que los gerentes eran, en particular, los responsables de las decisiones sobre las evaluaciones de los empleados" lo que, en la maña le resultaba una presión inapropiada sobre sus empleados.  Al fin y al extremo, es un director quien puede osar si un empleado merece una subida salarial o mejorar sus condiciones por lo que es natural que sientan esa presión. 

Y decidió realizar un importante cambio. Por un flanco los salarios de los empleados dejaron de determinarse según la evaluación de sus superiores, sino que pasaron a evaluarse en función de ventas, la satisfacción del cliente y otros indicadores esencia de rendimiento objetivos.  Y por otro comenzó el mencionado proceso para que trabajadores puedan evaluar cómo sus gerentes ejercen su agricultura. 

Los empleados evalúan a sus jefes

Otra maña se ha adulterado como "nominación o evaluación inversa" y permite a los subordinados realizar y separar por sí mismos a los funcionarios de longevo rango de la empresa. 

Por ejemplo, la empresa Sakura Kozo, con sede en Sapporo tiene un cuidado "sistema de selección de supervisores", mediante el que se clasifican las características personales de quienes ocupan puestos directivos —incluyendo su personalidad, habilidades, fortalezas y debilidades— en tres categorías, de forma similar a un referencia escolar. 

Siete jefes de sección del área son evaluados anualmente por sus 15 subordinados, de modo que los trabajadores pueden ser asignados a la sección de su comicios. 

Esta política se implementó posteriormente de que un fresco empleado muy apreciado por su talento renunciara a Sakura Kozo alegando una mala relación con un supervisor. Desde entonces, en 2020 para evitar que se repitiera esto comenzaron a permitir a los empleados evaluar a sus jefes. Hasta la plazo, se sabe que dos jefes de sección han sido rechazados por sus subordinados. 

La Gen Z está sufriendo las jerarquías

Ya hemos manido que la lozanía, la procreación Z, tiene unas dinámicas laborales que no siempre cuadran con los sistemas tradicionales en las empresas y en Japón todavía sucede. Según estudios locales, la incompatibilidad de los trabajadores jóvenes con sus superiores está siendo problemática, especialmente para las empresas afectadas por la escasez de mano de obra: los empleados jóvenes descontentos, suelen renunciar rápidamente. 

Una sondeo del Ocupación de Trabajo reveló que hasta un 35% de los recién graduados universitarios que finalizaron sus estudios en marzo de 2021 renunciaron a sus trabajos en los tres abriles siguientes a su incorporación a las empresas. 

Más allá de la Gen Z tenemos otro estudio, realizado en 2024 por el portal de búsqueda Ben Navi para abogados y despachos jurídicos especializados en conflictos laborales, preguntó a 1.656 hombres y mujeres de entre 20 y 50 abriles sobre sus quejas sobre sus jefes y al menos el 66,7 % de los encuestados afirmó sobrevenir considerado dejar su empresa oportuno a su supervisor. De estos, el 39,7 % afirmó sobrevenir renunciado o cambiado de trabajo.

En Japón la relación con el director puede supone un serio problema y muchos estudios sociológicos hablan de que es global tener jefes que ejerzan acoso laboral y abusos a sus subordinados. 

Imagen | Foto de Jason Ortego en Unsplash

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