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La situación de los dos astronautas que llevan meses en la Fase Espacial Internacional (ISS) ha cedido un desvío inesperado tras las recientes declaraciones de Elon Musk y Donald Trump. Lo que en principio era un plan proporcionadamente establecido por la NASA se ha convertido en el centro de una controversia política y mediática.
Elon Musk encendió las redes sociales al afirmar en su cuenta de X que la distribución de Joe Biden había "dejado varados" a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams. En un mensaje que se volvió vírico en minutos, Musk aseguró que el gobierno estadounidense había pedido a SpaceX que los rescatara cuanto ayer.
Poco luego, Donald Trump reforzó la narrativa en Truth Social, asegurando que él mismo había solicitado la intervención de SpaceX para traer de reverso a los astronautas, quienes, según sus palabras, habían sido "prácticamente abandonados en el espacio". Su publicación culminaba con una expresión de apoyo a Musk y la esperanza de que la cometido de rescate tuviera éxito.
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Los astronautas Wilmore y Williams llegaron a la ISS en junio de 2024 a costado del Starliner de Boeing, una nave que debía permanecer una semana en campo ayer de su regreso. Sin secuestro, problemas en el sistema de propulsión forzaron un prospección pormenorizado de la nave, que finalmente regresó a la Tierra sin tripulación.
Allí de estar "abandonados", Wilmore y Williams fueron incorporados a la tripulación permanente de la ISS y reasignados a la cometido Crew-9 de SpaceX. De hecho, Williams ejerce como comandante de la Expedición 72 y recientemente participó en un paseo espacial. El plan de la NASA era siempre que entreambos astronautas regresaran con la Crew-9, cuyo regreso está previsto para finales de marzo o principios de abril de 2025.
La NASA no organizó un rescate inmediato porque no había una Crew Dragon extra habitable en ese momento. En su emplazamiento, se optó por un enfoque pragmático: liberar dos asientos en la cometido Crew-9 para traer de reverso a los astronautas sin alterar la rotación de tripulaciones.
Por otro banda, Boeing enfrenta dificultades con su software Starliner. La NASA canceló el planeo que la compañía tenía programado para 2025, dejando a SpaceX como responsable de las dos rotaciones de astronautas de este año mientras Boeing investiga y corrige los fallos de su nave.
Con la Crew-9 programada para regresar a la Tierra en marzo de 2025, la polémica generada por Musk y Trump podría presionar para un adelanto de la cometido. Sin secuestro, hasta el momento, la NASA mantiene su cronograma sin alteraciones.
Imagen de portada | Daniel Oberhaus y Wikipedia
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