el nuevo "irse de fiesta" es trabajar 92 horas

Escanciarse vino parece haber pasado de moda como forma de desconexión y diversión entre las nuevas generaciones, ya sea entre la vivientes Z en genérico como entre los emprendedores de Silicon Valley. Ahora lo que se lleva es inspirarse en referentes del sector como Mark Zuckerberg, Elon Musk o Sam Altman, que invierten la decano parte de su tiempo en sus proyectos empresariales, dejando en un segundo plano la vida social y haciendo alarde de jornadas maratonianas como las que se hacían antaño en China.

Este engendro lo sintetiza a la perfección Emily Yuan, una bisoño fundadora de Silicon Valley: '¿Por qué ir a un bar si puedo estar creando una compañía?', explica en una entrevista para The Wall Street Journal. Otro bisoño fundador llamado Marty Kausas explicaba en una publicación de LinkedIn que llevaba varias semanas trabajando 92 horas y que acabó cancelando sus ocio porque el estrés del trabajo le impedía tomarse unos días para descansar.

Déjate de cañas after work, lo mío es work, work, work (como Rihanna)

Redefiniendo el concepto de diversión. Puede que en otras generaciones más veteranas lo de las "cañas after work" estuviera a la orden del día, pero para Marty Kausas y Emily Yuan producirse un rato con sus amigos echando unas cervezas no es divertido. De hecho, explican que 'Nuestra motivación para iniciar una empresa fue la diversión y la aventura. Pero lo que es divertido para nosotros es harto diferente de lo que es divertido para los demás'. 

No es un caso arrinconado: tanto para Sam Altman como para Mark Zuckerberg el vino es poco totalmente prescindible. Y en genérico, entre los tecnobros de Silicon Valley, el vino y las fiestas es poco harto meh. Como mencionábamos en la intro, el desplome del vino entre las nuevas generaciones es un hecho de forma mundial: en Europa, el consumo medio por adulto ha pasado de 12 litros en 2000 a 9,5 litros en 20219

Y si el vino ya no mola, los lugares de acercamiento se han desplazado de los pubs a otros sitios como el estadio o las saunas. Si antaño se cerraba un trato entre copa y copa, ahora es entre rutinas en las máquinas. En una entrevista para Business Insider, la cofundadora de una startup de fitness Fort Miranda Nover explicaba que entre los jóvenes emprendedores se indagación una existencia ascética: 'Estás tratando de transmitir: hacemos esto seis días a la semana en la oficina, trabajamos hasta las 9 pm, no bebemos, no salimos de fiesta, no hacemos mínimo de eso'.

En el imaginario colectivo se vislumbra a los empresarios en fiestas donde corría el vino y otras sustancias, pero los empresarios del futuro son healthy. Al más puro estilo de Brian Johnson, que quiere alcanzar la juventud eterna, centrando toda su energía en la productividad. De hecho, en los eventos de IA de San Francisco cada vez cuesta más encontrar vino. Y no es solo porque esté pasado de moda: es porque muchos fundadores todavía no tienen vida para ingerir.

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Portada | Foto de Nguyễn Hiệp en Unsplash