El Gobierno de EEUU se ha hecho con el 10% de Intel y eso plantea temores sobre favoritismos. Es un acuerdo inédito y Trump promete más

"Hace vigésimo o treinta abriles éramos líderes. Ahora el mundo ha cambiado. No estamos entre las diez principales empresas de semiconductores" es lo que reconocía hace unos días el líder de Intel antiguamente de dejar un 10% de la empresa en manos del Gobierno de Estados Unidos. La empresa no ha rematado adaptar sus productos a los nuevos tiempos y Nvidia ha arruinado liderando ese mercado, con chips adaptados a las deposición de la inteligencia industrial.

Con este panorama, llega el intervencionismo: según ha anunciado la propia Intel, Estados Unidos invertirá 8.900 millones de dólares en acciones de la empresa, y eso se suma a los 2.200 millones de dólares que el Gobierno de EEUU pagó a la empresa por un software federal aceptado en 2022, de nombre CHIPS and Science Act.

Concretamente, Intel Corporation anunció un acuerdo con la Delegación Trump "para apoyar la continua expansión del liderazgo estadounidense en tecnología y manufactura". Según la empresa, esto refleja la confianza que la Delegación deposita en Intel para impulsar prioridades nacionales secreto y el papel crucial que desempeña la compañía en la expansión de la industria doméstico de semiconductores, "como la única empresa de semiconductores que realiza I+D y fabricación de dialéctica de vanguardia en Estados Unidos", todo según el comunicado oficial.

Estas palabras contrastan con la desconfianza que el ejecutante de Trump estuvo demostrando estas semanas frente a el director caudillo de la empresa, Lip-Bu Tan por una historia turbia de su pasado.

Los desencuentros de Intel y Trump

Lip-Bu Tan, el director caudillo de Intel, lideró una empresa condenada por entregar secretos a China. Hace un par de semanas, Xataka recogía cómo antiguamente de conseguir a Intel, el CEO dirigió Cadence Design Systems entre 2009 y 2021, una empresa estadounidense especializada en el avance de herramientas de software y hardware para diseñar y corroborar circuitos integrados. Esa firma fue condenada en julio por el Unidad de Imparcialidad de EEUU por entregar secretos comerciales a China.

Un senador acusa a Lip-Bu Tan de cambiar en muchas empresas chinas. Adicionalmente, el senador estadounidense Tom Cotton en una carta dirigida a la concilio directiva de Intel acusó al CEO de usar su empresa de renta peligro Walden International para "hacerse con participaciones en más de 600 empresas chinas, incluidas startups de chips que suministran al ejército chino". El presidente Trump llegó a pedir su dimisión en Truth Social.

Trump y Lip-Bu Tan se reunieron. El 11 de agosto la empresa comunicó que "en el transcurso del día de hoy, el Sr. Tan tuvo el honor de reunirse con el presidente Trump para sostener un diálogo franco y constructivo sobre el compromiso de Intel con el fortalecimiento del liderazgo de Estados Unidos en tecnología y manufactura. Agradecemos el firme liderazgo del presidente para impulsar estas prioridades estratégicas y esperamos trabajar estrechamente con él y su Delegación en el proceso de restaurar la corpulencia de esta emblemática compañía estadounidense".

Cómo es el acuerdo. Ahora, el Gobierno de EEUU entra en el accionariado, pero sin tener poder de valentía, según lo pactado. Según RFI, el presidente Donald Trump confirmó que el Estado entrará en el renta de la empresa con un 10%, sin vestir un céntimo, gracias a los 11.000 millones de dólares en subvenciones prometidos por la filial de Biden y según asimismo ha dicho el líder republicano en su perfil de su red social. El temor ahora es que, tras este acuerdo, haya un preferencia con destino a esta firma, lo que interfiera en la competencia. Por ejemplo, cuando las agencias gubernamentales tengan que cerrar acuerdos con empresa del sector podrían agacharse por Intel en detrimento de otras.

Por qué es un acuerdo inédito. Esta es la primera vez que el Gobierno de EEUU interviene una empresa desde que se produjo el rescate de la industria automovilística durante la crisis de 2008 y muchos la han criticado como un intervencionismo estatal poco coincidente con la política económica del país. Como explica Xataka, Intel es el mayor fabricante de chips estadounidense, y, por consiguiente, es la mejor opción del país indiano a la hora de competir en la producción de circuitos integrados con la compañía taiwanesa TSMC y la surcoreana Samsung.

Trump quiere mucho más. El político ha anunciado que seguirá en esa misma estría: "Haré tratos similares para nuestro país todo el tiempo (y) ayudaré a las compañías que hagan esos negocios lucrativos para Estados Unidos".

Vía | Xataka

Imagen | Foto de BoliviaInteligente en Unsplash

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