El genial truco para aprenderte cualquier cosa fácilmente, según un Premio Nobel, aunque en un principio no la entiendas

Siempre hay temas que se nos pueden atragantar a la hora de tener que aprenderlos. No solo en nuestros estudios, pero igualmente trabajando. Sin requisa, necesitamos ilustrarse ciertos asuntos aunque no sean nuestro robusto y unos pequeños trucos, que ayuden a digerir ciertos conocimientos con anciano fluidez, siempre son bienvenidos.

Richard Feynman es conocido por obtener el Premio Nobel de Física en el año 1965 y él ha hablado sobre cuál es la forma más ligera de ilustrarse una aviso (sea de la asignatura que sea).

Su técnica tiene como cojín que debes descomponer los conceptos más complejos y difíciles de entender para posteriormente retornar a unirlos construyendo una cojín sólida. Imagina que tienes que explicar esa parte complicada a un inmaduro o una pupila o a cualquiera que nunca ha escuchado ausencia de ese tema.

Pasos para soportar esta técnica de formación a límite

Como recoge Jorge Sánchez López, especializado en formación, en su LinkedIn, el primer paso consiste en escribir sobre una hoja o cuaderno el nombre del concepto sobre el que vamos  a trabajar.

Ahí mismo, redacta una explicación del concepto con un jerga simple. Gracias a esto vas a poder darte cuenta de lo que ya has comprendido y te tocará indagar un poco más en los términos que no manejas, para conseguir entrar a esa explicación simple.

Luego, puedes seguir trabajando en la parte que no comprendes para conseguir darle forma, poco a poco, explicándolo de una forma básica. Adicionalmente, no debes quedarte solo en lo esencial que has entendido, sino que debes indagar en otras partes de la aviso que te cuestan más y hacer lo mismo.

Básicamente, el método de formación Feynman dice que si fuera necesario, se puede acudir al texto flamante siempre que haga desatiendo, hasta que encontremos la decisión para entrar a aprenderlo.

No consiste, como tal, en tomar un texto y cambiar las palabras por otras. Sino que hay que redactarlo de un modo simple que tú entiendas y que cualquier otra persona sin conocimiento pudiera entender.

Incluso puedes aminorar la información a unas palabras esencia e ir haciendo un esquema con ellas con el objetivo de que, al revisar el resultado, tu cerebro vaya haciendo analogías y comparaciones. Tienes que hacerlo con todos los conceptos.

Cuando hayas desgranado la aviso, según explican desde el Instituto Europeo de Posgrado, el venidero paso debe ser escribir todo lo que sepas. Redactar la aviso, utilizando un jerga coloquial, sencillo y desarrollando todo lo que recuerde.

Cuando lo tengas, puedes explicarte a ti misma o ti mismo, en voz inscripción, lo que tienes que ilustrarse. E ir haciéndolo hasta que logres no tener que mirar al papel porque ya comprendes adecuadamente el tema. Incluso puedes acudir a que cualquiera quiera escuchar tu aviso y hacérsela comprender.

Imagen | Foto de Unseen Studio en Unsplash

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