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El maniquí mutualista de Muface, que ofrece cobertura sanitaria a 1,5 millones de funcionarios y sus familias, enfrenta una de sus mayores crisis en sus 50 primaveras de historia. La aseguradora DKV acaba de anunciar su audacia de no participar en el nuevo concierto propuesto por el Gobierno para el periodo 2025-2027.
Transmitido que Adeslas, otra de las principales entidades del sistema, había anunciado lo propio hace unos días, esto deja a Asisa como la única posible salvadora de un sistema que parece colapsar por su insostenibilidad económica.
DKV, que en 2024 acumuló pérdidas de 70 millones de euros correcto al coetáneo sistema, calcula que podría confrontar pérdidas de hasta 100 millones en el nuevo anuencia.
Adeslas, la decano aseguradora de salubridad en España, asimismo argumentó que la propuesta ministerial era insuficiente para equilibrar ingresos y gastos
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Recordemos que el origen del conflicto radica en las discrepancias entre las aseguradoras y el Gobierno respecto a las condiciones económicas del nuevo concierto. La oficina central propuso un incremento de primas acumulado del 33,5% en tres primaveras, elevando el presupuesto a 4.478 millones de euros.
Aunque esta guarismo supone un aumento significativo respecto al concierto antedicho, las aseguradoras consideran que aún no es suficiente para cubrir los crecientes costos de las prestaciones médicas.
Las aseguradoras han señalado repetidamente que el maniquí de Muface está infrafinanciado. Según DKV, en la última término el consumición inodoro per cápita en las comunidades autónomas y las mutuas colaboradoras aumentó un 60,6%, mientras que la prima ponderada de Muface solo creció un 31,6%.
Este desajuste ha generado una presión insostenible sobre las aseguradoras, que ya no ven viable prolongar el servicio bajo las actuales condiciones.
La renuncia de DKV y Adeslas deja en el elegancia el futuro de la atención sanitaria para cientos de miles de funcionarios. Asisa, la única aseguradora que aún evalúa participar, enfrenta el lucha titánico de atender a todos los mutualistas si decide quedarse en el sistema. Sin requisa, la compañía todavía no ha confirmado su adhesión y está estudiando las condiciones de la concurso.
En caso de que Asisa asimismo decline participar, la Sanidad pública tendría que absorber a los mutualistas de Muface. Esto podría derivar en un aumento significativo de las listas de calma y una decano presión sobre los servicios públicos de salubridad, ya de por sí tensionados en muchas comunidades autónomas.
En presencia de el cesión de DKV y Adeslas, el Profesión de Función Pública podría optar por una tercera concurso, con condiciones más atractivas para las aseguradoras, o aceptar el colapso del maniquí mutualista. Hasta el momento, el ministro Óscar López ha defendido el esfuerzo presupuestario realizado, pero las aseguradoras insisten en que las propuestas gubernamentales no son suficientes.
Mientras tanto, se ha prorrogado el concierto coetáneo hasta abril de 2025, y se evalúa extenderlo hasta septiembre como una opción temporal. Sin requisa, esta medida no resuelve los problemas estructurales del sistema y solo aplaza una crisis que parece obligatorio si no se realizan cambios profundos.
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