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Cuando yo estaba recién graduada, gracias a que comencé a teletrabajar ya en 2008, antiguamente de que se pusiera de moda, pude estar en países nuevos. En muchas ocasiones conocí a menudo a personas de países del septentrión de Europa, jóvenes (muchas veces de casi nada 18 primaveras) que estaban tomando un "año sabatino" para plantearse qué querían de su futuro estudiantil /gremial. Poco que en España no se hacía. Me contaban que, o recibían ayuda de su comunidad, o habían trabajado un verano en su país, de altos sueldos y luego podían pagarse varios meses en algún país de lance.
Los teóricos afirman que eso tiene un nombre y que aunque ya lo hacían ciertos millennials hace más de 15 primaveras, la engendramiento Z ha puesto esta praxis muy de moda. Son los 'microretiros' o la 'microjubilación' , términos acuñados en el 2007 (en el ejemplar The 4-Hour Workweek de Timothy Ferriss, como recuerda ahora The Guardian), pero que ahora está en auge gracias a la reconocida como Gen Z y a su modo de plantearse la vida.
Como analiza un investigador colegial de una universidad australiana, especializado en fortuna humanos, para The Conversation, parte de "la idea es que la compensación no tiene por qué ser un periodo fijo y definido al final de la vida gremial" y mucha muchedumbre ya ve como una verdad "recuperar la energía humana y los niveles de bienestar entrando y saliendo" de la vida gremial, "con pequeñas o grandes interrupciones de la carrera profesional".
"La microjubilación es una especie de interrupción de la carrera profesional", ha explicado Marlene Pöhlmann, experta en carreras profesionales de la agencia de contratación Robert Half, con sede en Alemania. Explica que suele tomarse entre un trabajo y otro, pero durante varios meses y no sólo dos o tres semanas, tiempo suficiente para recorrer, darlo todo por la comunidad o dedicarse a nuevas aficiones.
Por un banda, ya hemos pasado que muchas personas jóvenes hablan abiertamente de un cambio de tipo en el que no están dispuestas a dar toda su energía y tiempo para un empleador, como ayer hacían otras generaciones. Cambiar de trabajo frente a la incomodidad no es poco extraño en estos momentos.
En este caso, Pöhlmann señala varias razones por las que conceptos como la microjubilación atraen a los miembros de la engendramiento Z (personas nacidas entre mediados de los noventa y mediados de los 2010). La experta menciona que dan prioridad a un inmovilidad satisfactorio entre trabajo y vida privada, al bienestar mental y a la realización personal.
En segundo extensión, recuerda la doble que el mundo gremial ha cambiado: las trayectorias profesionales ya no son tan rígidas como antiguamente: "Los empleados más jóvenes, en particular, suelen tener 10 o más empresas en su historial gremial", afirma. A muchos todavía les preocupa que sus mejores primaveras hayan quedado detrás cuando se jubilen y está la incertidumbre implementada por muchos sistemas políticos y económicos que lleva a la pubescencia a pensar que la pensión no será una verdad cuando se jubilen adentro de unas décadas.
Jonathan H. Westover, doctor universitario y parte de Forbes Councils Member, afirma que esta práctica es tendencia entre los profesionales jóvenes y defiende que "mejoramiento de la salubridad mental y reduce el agotamiento". Explica que una investigación ha demostrado que hacer pausas regulares en el trabajo puede estrechar significativamente el peligro de agotamiento y mejorar la salubridad mental y el bienestar normal. Al alejarse de las exigencias de sus funciones cotidianas, las personas que se "microjubilan" tienen la oportunidad de dedicarse a actividades de autocuidado, dedicarse a aficiones y recargar sus baterías mentales y físicas.
De acuerdo con el mencionado colegial, de nombre Sugumar Mariappanadar de una universidad australiana, "cuando la engendramiento Z deje de microjubilación, a menudo no se refiere exactamente a lo mismo que a un año sabatino pagado" sino que "para muchos, la microjubilación es una opción voluntaria de poner fin a su empleo y mantenerse con ahorros personales o ayudas públicas".
Este profesor de universidad afirma que puede suceder que "los salarios futuros de una persona que intenta reincorporarse al mercado gremial tras una interrupción de su carrera profesional pueden ser más bajos que si hubiera tenido una carrera ininterrumpida".
No hay una respuesta sencilla a la pregunta de cómo afectará a la carrera profesional tomarse periodos de excedencia prolongados. Hay que tener en cuenta varios riesgos, dice Pöhlmann. En algunos países, por ejemplo, tener un historial gremial sin interrupciones sigue siendo la norma.
Incluso advierte de que los microjubilados pueden perderse posibles ascensos. Estar en el extensión adecuado en el momento adecuado puede ser muy importante, y "si no estás tanto, no te ven tanto".
Muchos estudios y todavía reconocidos directivos han hablado, incluso, de la importancia para los profesionales jóvenes, de trabajar en una oficina en vez de en remoto si quieren asentar una carrera profesional para su futuro, por la condición de ser vistos y conocidos en su sector. Incluso, hay quienes hablan de que en la pubescencia se deben trabajar más horas con este propósito y porque es cuando una persona tiene más energía.
Imagen | Foto de Will Kell en Unsplash
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