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"No sólo las universidades públicas se han encarecido, sino que al subir la nota de corte son muchas las familias que están optando por despachar a sus hijos a universidades privadas", explicaba hace unos días Patricia Suárez, presidenta de Asufin, Asociación de Usuarios Financieros. Ella misma mostraba cómo una carrera de ADE puede suceder de los 4.000 euros en la Complutense de Madrid a más de 14.000 euros en una privada. Medicina puede durar a subir a 145.000 euros en algunas universidades privadas españolas.
Con este panorama, afirma Suárez que desde la Asociación ha comprobado que ha aumentado el número de familias que se endeudan para despachar a sus hijas e hijos a la universidad (sobre todo con el asunto de los másteres que, como veremos más delante, ha ido consolidándose con veterano propuesta en las privadas). La presidenta afirma que "muchas de las familias optan por un préstamo, que están en un tipo de interés del 7, 8 y hasta el 9%".

Al mismo tiempo, a la prórroga de obtener los próximos datos en diciembre de este año, a finales de 2024, el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA afirmaba que el cuerpo de negocio generado por las universidades privadas y escuelas de negocios alcanzó la sigla de 3.700 millones de euros en 2023, lo que supuso un crecimiento del 11,8% respecto al gimnasia precedente.
Como recuerda El Diario, desde hace ya tiempo, el Plan Bolonia caldo con un cambio de sistema donde el división necesita de otra especialización más allá par diferenciar al futuro profesional.
Con ello, las matriculaciones en másteres se dispararon, mientras que las universidades públicas, con una financiación escasa, no han mostrado capacidad para poder cubrir esa demanda. Sigue habiendo, según cifras oficiales, más másteres en las públicas, pero las cifras muestran que no tanta como la falta que existe entre la sociedad.

A principios de este año, el informe Datos y Cifras del Sistema Universitario Español, publicado por el Empleo de Ciencia, Innovación y Universidades. En concreto y además recogido en otro reportaje de El Diario, los campus de iniciativa civil tenían en el curso 2023-24 un total de 145.306 estudiantes de máster (50,3%) frente a los 143.649 (49,7%) que se matricularon en los públicos.
En los grados sigue haciendo muchas más personas matriculadas en la pública, aunque ha ido subiendo la sigla de quienes recurren a grados en las universidades privadas.

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Cuando yo quise estudiar periodismo, no había universidad pública con esta titulación en Asturias pero sí una institución de educación superior privada (ahora sigue sin poseer pública y esa privada desapareció tras resultar que sus títulos no tenían homologación en España.... no sé si esto ha cambiado con el paso del tiempo por el acertadamente de sus antiguos estudiantes). A mis padres les daba pena separarse de mí y quisieron que barajase la opción de la privada.
Encima de que no me gustaba ese centro educativo, donde en la entrevista intentaron convencer a mis padres y no a mí de lo que ofrecían (control a la afluencia del alumnado, por ejemplo, en vez de presentarme a mí los beneficios de su plan formativo), además había otra superioridad a la hora de poder arriesgarse.

Y es que estudiar y habitar en Madrid saldría más ganga que respaldar la matrícula en aquel centro privado. Encima de que en una pública podría ceder a becas por mis notas que para la otra no servirían, traspasar una habitación en el centro de la hacienda era poco más asumible que en los últimos abriles. Ahora es vox pópuli que el precio de los alquileres está disparado en toda España (y Europa).
Si un zagal quiere mudarse de comunidad autónoma para poder resistir a extremo sus estudios en la universidad pública, porque sabe acertadamente lo que quiere estudiar y en su región no lo ofrecen, su grupo va a tener que enfrentarse además a un detención coste del locación. En un país, adicionalmente, donde gran parte de las universidades se han concentrado en las grandes ciudades en España.

Luego, para las familias supone endeudarse tanto una universidad privada, como tener que respaldar los estudios en la pública a sus hijos si no tienen la propuesta educativa que sueñan cerca. La desigualdad que existe entre las diversas autonomías hace que quienes hemos nacido en provincias más pequeñas tengamos que mudarnos de región para estudiar con el costo extra que eso supone para el faltriquera ascendiente.
Imagen | Foto de Limbo Hu en Unsplash y Empleo de Ciencia, Innovación y Universidades
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