Bill Gates y Steve Jobs compartían una habilidad muy tóxica. El propio Bill Gates lo cuenta

Bill Gates y Steve Jobs coincidieron en un momento de la historia donde la tecnología estaba avanzando a ritmos acelerados. Entreambos lideraron en sus correspondientes empresas, y ser líderes hizo que todavía se relacionaran de mejor o peor forma. Ahora, en las últimas memorias de Bill Gates "Source Code" y todavía en diferentes entrevistas lo sigue teniendo muy presente. Incluso reconoce que compartían un vestido muy tóxico con sus empleados: que trabajaran más horas de la cuenta.

Gates nunca ha tenido reparos en musitar sobre su relación con Steve Jobs. En una entrevista concedida a Axios a principios de 2025, se refirió con franqueza al carisma del fundador de Apple:

"Siempre le decía a Steve: 'Mira, soy un mago último. Tú eres un mago viejo. Puedes divulgar hechizos que yo no puedo, pero como soy un mago último, tus hechizos no me funcionan. Ya veo lo desatinado de que solo estás hipnotizando a esta gentío'".

Incluso llegó a burlarse de algunos productos de Apple, como la computadora NeXT, afirmando que:

"Esta cosa es una computadora lenta y costosa con una carcasa negra demasiado cara."

Aun así, Gates reconocía el valía de Apple y su nuncio, al punto de que Microsoft ayudó a rescatar a la compañía en su momento. Pese a esto, Gates lamenta que Microsoft se deshiciera de las acciones de Apple adquiridas durante ese acuerdo.

Gates compartía un plumazo tóxico con Jobs

Pero más allá de sus diferencias, Gates reconoce que él y Jobs compartían un plumazo en global como jefes:

"Claramente, él tenía muchas habilidades que yo no tenía, pero entreambos éramos un poco flautistas de Hamelín a la hora de conseguir que la gentío trabajara horas ridículas".

Y no exagera. Gates era conocido por su exigencia extrema y control sobre los empleados. En los inicios de Microsoft, su oficina tenía tino al estacionamiento para retener quién se marchaba temprano y quién se quedaba hasta tarde. Llegó incluso a memorizar matrículas y a determinar que no creía en las ocio.

Paul Allen, cofundador de Microsoft, ya señalaba en su momento que el animación de trabajo era de mucho estrés conveniente a las exigencias de Gates, quien aun así aseguraba que “no era más intenso que Steve Jobs”.

Jobs todavía tiene su historial en cuanto a hábitos laborales tóxicos. Uno de los casos más conocidos fue el del equipo de software del Macintosh, formado por jóvenes entre 20 y 30 primaveras, quienes en teoría llegaban a trabajar hasta 90 horas semanales. El propio Jobs lo decía con orgullo.

Algunas experiencias recogidas en Quora afirman que esas jornadas eran reales: se trabajaban entre 10 y 13 horas al día, de lunes a sábado o domingo. Y en momentos críticos, como el divulgación de un producto, se podía montar a las 100 horas semanales, durmiendo incluso en la oficina.

Jobs siquiera creía en las ocio. Se ha sabido que, durante los períodos de alivio de sus empleados, era global que los llamara varias veces al día para comentar ideas o pedir avances. El alivio positivo era prácticamente impracticable.

En definitiva, Gates tenía razón: aunque sus estilos y filosofías eran distintos, entreambos compartían un enfoque obsesivo por el trabajo, que imponían a sus equipos sin reparos. Poco que todavía se ha manido más recientemente con figuras como Elon Musk, quien ha sido criticado por prácticas similares tras su aparición a X (ayer Twitter).

Imágenes | Gulom Nazarov Wikipedia Apple

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