
ARTDEPARTMENT

La masa cambia, es una obviedad, pero en el caso de aquellos que han triunfado en el ámbito profesional hasta convertirse en figuras relevantes para millones de personas, modificar conductas parece más complicado. Bill Gates es una de esas personalidades que no ha escondido profundos cambios en su guisa de ser y realizar. El hombre que levantó un imperio, Microsoft, llegó a ser insoportable para sus trabajadores. Sin secuestro, eso es cosa del pasado, y desde entonces se ha dedicado a predicar con el buen ejemplo. O casi.
El Bill Gates “malo”. En sus inicios en Microsoft, instauró una civilización de trabajo extrema. Vigilaba a los empleados desde su oficina, llegando a observar el parking para aprender quién salía temprano o llegaba tarde. Gates era, por aquel entonces, un firme creyente de que el éxito requería dedicación total, sin fines de semana ni vacaciones de por medio, las cuales veía sobrevaloradas.
De hecho, esta ejercicio impuso una presión intensa en el equipo de Microsoft, un nivel de exigencia que el mismo Gates se ha encargado de subrayar que era insostenible y que con el tiempo aprendió a valorar un equilibrio más saludable entre vida y trabajo.

El Bill Gates “bueno”. Abriles posteriormente de imponer esta presión intensa en el entorno profesional, Gates reconoció que era inasumible y contraproducente para el bienestar y la propia creatividad de la empresa y sus empleados. El hombre aprendió que la autoexigencia excesiva no es parecido de productividad, y desde entonces lleva a rajatabla una serie de pautas que aconseja a quien le quiera escuchar para tener éxito en la vida. La primera y más básica: no esperar tanto para valorar un estabilidad entre trabajo y vida personal.
Primera esencia del éxito, según Gates. La primera de todas es aquella que deje de dudar como poco sano y fundamental para resolver problemas. Gates recomienda comenzar cualquier proceso de resolución de problemas con dos preguntas esenciales: “¿Quién ha afrontado este problema de guisa efectiva? ¿Y qué podemos ilustrarse de ellos?”.
Tanto es así, que para el magnate este enfoque es primordial y “facilita el educación de experiencias previas, encima de fomentar la toma de decisiones informada”.
Segunda esencia del éxito, según Gates. El segundo consejo tiene que ver con el tiempo y la forma en la que nos organizamos la vida. Inspirado por Warren Buffett, Gates cuenta que aprendió la importancia de tener un calendario flexible. Mientras que el ex jefazo de Microsoft solía guatar cada minuto de su memorándum cuando estaba en la empresa, ahora reconoce que estaba muy erróneo, dándole todo el valía del mundo a reservar tiempo para reflexionar o simplemente no hacer nulo.
Cómo explica, “no guatar cada momento del día no es un refleja de errata de seriedad, sino de buena diligencia del tiempo”.
Tercera esencia del éxito, según Gates. El tercer consejo tiene que ver con poco que resulta esencia en épocas de tanto estrés y ansiedad en común. Gates señala que un líder adherido al éxito necesita, sobre todo, paciencia, especialmente cuando trabaja con muchas personas. La comprensión y el tiempo adecuado para cada tarea o relación son, a su parecer, esenciales para construir un equipo y un entorno de trabajo fructíferos, más allá de los objetivos financieros.

Los “otros” consejos. Bill Gates se ha convertido en lo opuesto al personaje que entraba por las puertas de Microsoft. El ex ejecutor, en su discurso a los graduados de la Universidad del Septentrión de Arizona, compartió cinco consejos basados en sus propios errores y aprendizajes en Microsoft.
Entre ellos, enfatizó la importancia de no descuidar el descanso, como detallamos más hacia lo alto, cultivar las relaciones y convenir que la vida profesional permite cambios y errores. Por otra parte, recomendó poco que cree esencia: que la masa busque trabajos con un propósito relevante y valorar las amistades por encima de todas las cosas, mención específico a su propia experiencia con Paul Allen, cofundador de Microsoft.
Consejos todos que reflejan la cambio de su perspectiva sobre el éxito y el bienestar. Suponemos que es lo que te da la experiencia, y una cuenta corriente llena de ceros.
Imagen | Wikimedia Commons (Jennifer Jacquemart)
En Genbeta | Bill Gates tuvo tal obsesión con la productividad que memorizaba las matrículas de sus empleados para aprender quién salía antaño
Compartir este artículo
Consultoria Personalizada
¡Si aun no tienes presencia en internet o
necesitas ayuda con tus proyectos, por favor, escribenos!