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Los más ricos de Silicon Valley se enzarzan en una polémica con política y fondos públicos de por medio. La disputa viaje en torno a las recientes decisiones supuestamente tomadas por Elon Musk desde su cargo en el gobierno estadounidense. Unas decisiones que Bill Gates ha supremo con gran dureza:
"La imagen del hombre más rico del mundo matando a los niños más pobres del mundo no resulta agradable".
La controversia surge a raíz de las medidas tomadas por el renombrado 'Área de Eficiencia Ministerial' (más conocido por sus siglas en inglés: DoGE), hasta ahora dirigido por Elon Musk, y que habría cerrado 'de facto' la Agencia de los Estados Unidos para el Explicación Internacional (USAID), el principal organismo a través del cual se canaliza la ayuda internacional estadounidense.
Según Gates, esta movimiento precipitada dejó toneladas de alimentos y medicinas almacenadas sin distribuir, lo que pone en peligro la vida de millones. Enfermedades prevenibles como el sarampión, el VIH o la polio podrían resurgir, según Gates.
Uno de los ejemplos más dramáticos señalados por Gates es la suspensión de subvenciones a un hospital en la provincia de Lazo (Mozambique), que evitaba la transmisión del VIH de madres a hijos. En opinión de Gates, Musk habría creído erróneamente que se estaba financiando el giro de preservativos al categoría islamista Hamás en la Franja de Lazo, Palestina.
Cuando se le preguntó por esta confusión, hace ya tres meses, a Musk, éste aclaró que "no estoy seguro de que debamos remitir condones por valía de 50 millones de dólares a cualquier parte, francamente".
Y ciertamente, legado que el contemporáneo Gobierno estadounidense ha suprimido hasta el 83% de los programas de la USAID, es improbable que el nivel de conocimientos geográficos de Musk hubieran podido influir en el mantenimiento de esa ayuda en concreto.

Gates, sin secuestro, insiste diciendo que "me encantaría que fuera y conociera a los niños que ahora están infectados con VIH gracias a que recortó ese caudal".
Coincidiendo con sus declaraciones contra Musk, Bill Gates ha utilizado para anunciar sus planes para donar prácticamente toda su fortuna —estimada en más de 100 mil millones de dólares— declarando que su objetivo pasa por "erradicar enfermedades", y "ampliar el paso a la educación" en los países más necesitados.
Sus planes, así mismo, pasan por cerrar la Fundación Bill y Melinda Gates de aquí a vigésimo abriles por simple agotamiento presupuestario, pues aplazamiento duplicar su consumición anual a más de 10 mil millones de dólares.
Este no es el primer roce entre Gates y Musk. Aunque entreambos firmaron la iniciativa Giving Pledge, impulsada por el propio Gates y que buscaba que las personas más ricas del mundo se comprometieran a donar al menos el 50% de su fortuna a causas benéficas, Musk ha criticado en más de una ocasión la filantropía tradicional, calificándola de 'basura' y defendiendo que las soluciones comerciales son más eficaces para resolver problemas como el cambio climático.
Gates, así mismo, siquiera ha ocultado su preocupación por la posible asesinato de exenciones fiscales a las fundaciones por parte del expresidente Donald Trump, cuya influencia aún pesa en la política estadounidense.
El propio Gates, sin secuestro, asimismo ha sufrido críticas por su papel como 'el anciano filántropo de la Tierra': el año pasado se publicaba "El problema de Bill Gates", del periodista de investigación Tim Schwab, en el que recordaba que la Fundación Gates ha invertido su caudal en proyectos en los que Bill Gates tenía intereses económicos (como la criticada multinacional de los transgénicos, Monsanto).
Igualmente, Schwab sacó a colación cómo un antiguo director del software de malaria de la OMS, Arata Kochi, había inculpado en 2007 acusó a la ordenamiento de Gates de "usar" su riqueza para "hacerse con la investigación mundial sobre la enfermedad, y restringirla a un cártel", una polémica que quedó olvidada tras convertirse, poco luego, en el segundo anciano donante de la OMS.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
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