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Bill Gates advierte que los avances en la IA conducirán a una semana laboral de sólo dos días. En 2024 decía que serían tres

Publicado el 
octubre 27, 2025

En noviembre de 2024, Gates compartía en el pódcast What Now? de Trevor Noah su visión eufórico de una semana gremial de tres días, impulsada por el uso de la inteligencia industrial. El filántropo sostenía que la tecnología podría liberar a las personas del trabajo más pesado y permitirles disfrutar de más tiempo rescatado.

Sin confiscación, advertía que aún faltaba mucho para que esa utopía se hiciera efectividad: "todavía no estamos preparados", decía entonces, y señalaba el metálico como el gran obstáculo. La asimilación de la IA requería fuertes inversiones en tecnología y formación, un desafío que ni las empresas ni los gobiernos estaban listos para hacerse cargo.

Sin confiscación, unos meses luego, ya en 2025, Gates ha ido mucho más allá. En distintas entrevistas, entre ellas en The Tonight Show with Jimmy Fallon y conversaciones con el profesor de Harvard Arthur Brooks, el cofundador de Microsoft afirmó que la IA avanzará tan rápido que en una división podríamos trabajar solo dos días por semana.

"Los humanos no serán necesarios para la mayoría de las cosas"

En casi nada un año, Bill Gates ha pasado de imaginar un futuro con tres días de trabajo por semana a predecir que en tan solo una división trabajaremos exclusivamente dos. Su cambio de tono refleja no sólo el acelerado incremento de la inteligencia industrial (IA), sino igualmente la magnitud del impacto que esta revolución tecnológica podría tener sobre nuestras vidas, el empleo y la pertenencias universal.

Y es que Gates sostiene que, al ritmo flagrante de innovación, las máquinas asumirán 'la mayoría de las tareas' humanas. En su charla con Fallon, reflexionaba:

"¿Cómo serán los empleos? ¿Deberíamos trabajar sólo dos o tres días por semana?"

Para Gates, la IA resolverá muchos problemas estructurales —desde la desliz de médicos o profesores hasta la productividad industrial— pero, al mismo tiempo, planteará preguntas inquietantes sobre el papel de las personas en un mundo donde la 'inteligencia' se vuelva un procedimiento de balde y omnipresente.

Bill Gates no creía que sus trabajadores tuvieran que descansar y tomar vacaciones durante años en Microsoft: así vigilaba a todos

El patrón prevé que quedarán muy pocos trabajos exclusivamente humanos, quizás aquellos ligados a la creatividad, las relaciones personales o el entretenimiento, como el deporte profesional:

"No querremos ver a ordenadores jugando al béisbol".

Una revolución tan profunda como la industrial (pero más veloz)

Gates compara el impacto de la IA con el de la Revolución Industrial, aunque reconoce que la velocidad de cambio será mucho longevo. Ya no se comercio solo de automatizar tareas manuales, sino de replicar el pensamiento humano: la automatización cognitiva —desde diagnósticos médicos hasta la enseñanza personalizada o la redacción de informes— transformará sectores enteros en cuestión de abriles.

Como explicó a Arthur Brooks, nos adentramos en una era de "inteligencia gratuito", en la que el conocimiento especializado estará al magnitud de cualquiera gracias a los modelos de IA avanzados. Esto democratizará el comunicación a la información, pero igualmente podría acelerar la concentración de riqueza y ampliar la brecha social si los beneficios no se reparten equitativamente.

Una báscula de ventajas y riesgos

El tablas que dibuja Gates no es del todo pesimista. Según él, una excursión de dos días permitiría niveles de bienestar y productividad inéditos. Las personas podrían entregarse más tiempo a sus familias, su salubridad y su incremento personal. Pero siquiera son todo promesas de ocio y prodigalidad (ahí está el citado aventura de agravar las desigualdades económicas).

A esto se suman los dilemas éticos de la automatización total: ¿qué valía tendrá el trabajo humano? ¿Cómo se sostendrán los sistemas fiscales y de pensiones si las máquinas producen la riqueza? ¿Qué pasará con quienes no puedan adaptarse a la nueva pertenencias digital?

Gates ha insistido en que será necesario repensar el significado del trabajo y diseñar políticas que garanticen una transición competición. La IA puede liberar a las personas, pero igualmente podría marginarlas si los beneficios se concentran en unos pocos.

Vía | Fortune & The Express

Imagen | Marcos Merino mediante IA

En Genbeta | Steve Wozniak y los dos grandes pioneros de la IA recogen 800 firmas para pedir un 'tiempo muerto' en el incremento de superinteligencias

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