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Una ordenamiento criminal que operaba utilizando datos robados de plataformas online y comprados en la 'dark web' ha sido desmantelada por la Policía Doméstico, tras acaecer afectado a, al menos, 282 usuarios, a los que habrían sustraído un total de 420.000 euros.
La red utilizaba las credenciales personales robadas para realizar compras fraudulentas en plataformas de cesión online, suplantando la identidad de los clientes legítimos, cargando los productos adquiridos a las tarjetas de plazo registradas en los perfiles de las víctimas.
El pasado 19 de diciembre, la Policía realizó cinco registros simultáneos en Madrid, confiscando teléfonos móviles, dispositivos informáticos, 72 tarjetas de crédito, 110 tarjetas SIM de prepago y moneda en efectivo. Tras realizar estos registros, se procedió a detener a 17 sospechosos.
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Las ciberestafas se han convertido en el segundo delito más popular en España, solo superado por los hurtos. Sin ir más allí, en el final referencia del Empleo del Interior, correspondiente al periodo enero-septiembre de 2024, se registraron 48.891 casos de ciberestafas en la Comunidad de Madrid, un mudable descenso del 4,8 % respecto al año mencionado.
Y todos esos casos pasan por camarilla singular que persigue fraudes informáticos desde un edificio de la calle Huertas, el mismo en el que sitúa igualmente la comisaría del Retiro.
Y es que, en presencia de los alarmantes datos que mencionábamos antiguamente, la Mando Superior de Policía de Madrid dio hace unos meses un paso al frente con la creación de este camarilla, que lleva eficaz desde mayo de 2024 y está conformado por una treintena de agentes.
En estos siete meses, ha conseguido rodear 3 millones de euros defraudados, principalmente relacionados con estafas bancarias.

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El 'carding', o fraude con tarjetas de crédito, es la modalidad de estafa más popular a la que tienen que hacer frente, aunque no necesariamente la más lucrativa. Estas estafas comienzan en la dark web, donde bandas criminales compran bases de datos con información sensible de usuarios bancarios, desde números de polímero hasta códigos de seguridad.
A partir de ahí, una red de 'mulas bancarias' realiza transacciones fraudulentas con el moneda de las víctimas (jugándose varios primaveras de calabozo a cambio de obtener pequeños porcentajes de dichas transacciones).
Entre las estafas más curiosas y recurrentes destaca el 'Bizum inverso', que se da en plataformas de compraventa de segunda mano. Aquí, el estafador engaña a la víctima para que, en emplazamiento de tomar moneda, acabe enviándolo.
Otros modus operandi frecuentes incluyen el uso de técnicas como el 'phishing' (correos electrónicos falsos), 'vishing' (fraudes telefónicos) y 'smishing' (mensajes SMS fraudulentos), e incluso las estafas románticas en las que perfiles falsos en aplicaciones de citas engañan a usuarios para que inviertan en criptomonedas.
Y por supuesto, desde hace unos primaveras, nos encontramos con nuevos clásicos, como el timo del 'hijo en apuros', en el que los estafadores suplantan a un abierto y solicitan transferencias de grandes sumas de moneda. En un caso nuevo, una madrileña transfirió 200.000 euros al creer que estaba ayudando a su hijo en el Reino Unido.

Según explican desde este camarilla singular, muchas veces las organizaciones criminales que están detrás de estas estafas funcionan como auténticas empresas. Algunas invierten en posicionamiento SEO, compran anuncios en redes sociales e incluso establecen centros de operaciones, como ocurrió en la operación Especulación, llevada a parte el pasado mes de junio.
En este caso, siete jóvenes con historial por tráfico de drogas operaban desde un 'call center' en Leganés, obteniendo ilegalmente datos personales de clientes de entidades financieras y los usaba para realizar compras fraudulentas de productos tecnológicos de parada valía, como iPhones y televisores.
Luego contactaban a las víctimas haciéndose suceder por su porción, logrando obtener códigos de comprobación SMS bajo el pretexto de suspender cargos ficticios. Usaban técnicas de 'spoofing' para suplantar el número de atención al cliente de las entidades bancarias, dando credibilidad al disimulo.
Imagen | Marcos Merino mediante IA
En Genbeta | Los hackers cada vez atacan más ayuntamientos españoles. La Comunidad de Madrid cuenta con sus propios 'hombres de enfadado' para estos casos
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