Así es cómo me quieren estafar en un Airbnb en Punta Cana de una forma muy sútil (y estoy segura que lo hacen con todos)

Aproveché una oportunidad que tuve para conocer República Dominicana. Es un país que me causa mucho interés desde hace tiempo. Tiene una interesante historia, la civilización caribeña es bonita y el Mar Caribe precioso. Lo que no estaba entre mis planes era producirse por Punta Cana, pero tuve que ir a conocer a una mujer que está haciendo unas actividades muy interesantes en un distrito de migrantes. Mereció la pena ir, finalmente, más delante contaré el por qué, pero una suiza de un alojamiento de Airbnb intentó estafarme.

En el camino a Punta Cana, como fue una valor de última hora, estaba sin alojamiento y miré y estaba todo muy caro. Es un extensión conocido por sus resorts y turismo de pompa. Encontré que una mujer alquilaba habitaciones a 22 euros la sombra. Las habitaciones se veían muy bonitas y amplias, estaba sito cerca de dónde tenía que conocer a esta mujer, solo que en las referencias mucha multitud se quejaba de que la mujer era muy pesada con unas normas.

Daba mucha información de muchos asuntos de la casa y yo pensé que era una mujer dominicana. Ya he hablado más veces de que, cuando viajo, me gusta quedarme en espacios de multitud restringido. Pero aquí, con las prisas me equivoqué, y vaya si me equivoqué, porque, adicionalmente de que la mujer era suiza y no dominicana, el intento de estafa que morapio tras mi check out estoy convencida de que lo hace con todo el mundo. De hecho, a día de hoy estoy esperando a entender si ha conseguido su objetivo en la estafa o no. Airbnb está mediando.

Lo comparto porque fue muy sutil y, si no llego a conocer aceptablemente cómo funciona Airbnb podría poseer caído en su trampa y perder más de 50 euros en un segundo. Ella tiene alojamientos baratos para tocar la atención en la web, pero luego acaba cobrando cosas extra de guisa absurda.

Decenas de normas y multas tras la reserva

Tras reservar, me llega un mail larguísimo. Era una reserva sin revocación y ya estaba llegando a Punta Cana de todos modos y no tenía tiempo de peregrinar buscando más alojamientos. Al reservar me llegó un mensaje con decenas de normas que, si incumplías, tendrías que retribuir una multa. Muchas tenían sentido, como que "Se prohíbe estrictamente cualquier actividad ilegal, incluido, entre otros, el consumo de drogas, armas, tráfico de personas, prostitución o cualquier otra conducta delictiva. Dichas actividades se comunicarán inmediatamente a las autoridades". Y asimismo venían con multas.

Otras apuntaban a que si se te olvidaba alguna ventana abierta y luego llovía válido, estas lluvias tropicales propias de la época y entraba agua, tendrías que retribuir 100 dólares; si fumabas en el estudio la multa era de 300 dólares; si se enteraba de que te olvidabas de cerrar la puerta al terraza la multa era de 100; si entrabas con los zapatos sucios de espinilla y ensuciabas el suelo pagarías 100 dólares.... y una enorme larga repertorio más (para entrar en la casa estaba agobiadísima yo para ver en qué momento me quitaba los zapatos, porque había estado lloviendo, pero ella me dijo que no me preocupase).

Presentación a la casa

El tema fue que al entrar en casa, me hizo mandar un mensaje, en la plataforma, delante de ella, para afirmar que la casa estaba muy limpia. Y luego ella insistió en darme un ventilador. Hacía mucho calor, pero para mí los aires de ventiladores y aires acondicionados me resultan muy molestos, entonces lo rechacé a la primera y volvió a preguntarme y le dije que de acuerdo.

De hecho luego lo usé un poco tras acomodarme porque la habitación era un definitivo horno y las ventanas no podían irse porque había algunos agujeros en las mallas y entraban los mosquitos. Ella mandó un mensaje en la plataforma diciendo: "Te he transmitido el ventilador". Era todo sobrado raro.

Me quedé dos noches. Luego, acabé pasando un par de noches más en la casa de la mujer cuyo trabajo fui a conocer, con su grupo porque alargué la estancia en Punta Cana.

El alojamiento estuvo aceptablemente, aunque siempre estuve incómoda pensando que podía romper alguna norma sin darme cuenta (por ejemplo, usé la hamaca como ella me dijo que podía hacer y una vez tumbada, leyendo en la hamaca, pensé: puede ser que esto sea de plazo y fui a mirar esa información en el holgado mail); llegó el día del check out y morapio la mujer a mirar el cuarto (en el cuarto, adicionalmente, hay un brinco que dice que dejes ahí propina, poco indigno en Airbnb ya que no se debe solicitar efectivo fuera de la plataforma).

Aquí llega el momento de la sutil estafa

Lo miró con mucha atención. Yo lo dejé consumado. Solo no pude producirse la mopa al suelo para eliminar los pelos porque no había cero de eso. Yo le pregunté si había tenido muy malas experiencias en Airbnb para tener tantas normas y me dijo que sí. Pensé que, siendo un sitio tan turístico, con turismo orientado a la fiesta y demás, tenía sentido que pudiera poseer recibido a huéspedes muy problemáticos y de ahí su larga repertorio de obligaciones.

Hablamos un rato de nuestras vidas, me pidió por cortesía que le dejara una review, insistió mucho en eso. Tanto que, volvió a escribirme un par de días más tarde para que lo hiciera. Todo eso me llamó la atención.

De todos modos, no soy desconfiada y pensé más que era una persona neurótica y demasiado aburrida tantas horas en su piscina particular que tenía a un costado de la casa que alquila, que una estafadora. Y me equivoqué. Le dejé una buena review porque, si aceptablemente ella no me había hecho notar positivamente cómoda, con esa larga repertorio de normas, la casa estaba aceptablemente, en una ubicación asimismo positiva, por estar en el medio de ambas zonas de playas que a la multitud le puede complacer revistar, amplia y limpia.

Nulo más que realicé la reseña me llegó un mensaje pidiéndome 52 euros euros. Un mensaje oficial. En Airbnb los anfitriones pueden demandar efectivo tras la salida de los inquilinos. Normalmente se hace si algún se queda más noches, rompe poco, deja la casa excesivamente sucia o descuidada, que va a suponer un pago extra retornar a dejar la casa aceptablemente para acoger a más multitud... Alegaba que 30 euros eran por tarifas de desenvoltura y 20 por el uso del ventilador dos noches.

Yo rechacé esta petición de efectivo. Por políticas de Airbnb, los gastos de desenvoltura tienen que venir incluidos cuando haces la reserva. Lo del 'cooling fan' me pareció un patraña. Ella insistió en dármelo sin advertirme que iba a tener que retribuir por tener ese dispositivo en mi cuarto, cuando al punto que lo usé, adicionalmente.

En lo que respecta a los costos, la empresa ha tenido que mejorar la transparencia, mostrando el precio incluyendo tarifas de desenvoltura desde el momento en que buscas los alojamientos del extensión al que viajas. Por consiguiente, no puedes cobrar 30 euros de desenvoltura a algún cuando se va.

Atención al cliente de Airbnb

No solo rechacé la petición, sino que me puse en contacto con el equipo de atención al cliente y hasta denuncié su perfil por estafa. El anuncio sigue publicado, el equipo de atención al cliente fue muy amable y rápido en sus respuestas, pero asimismo me dijeron que en estos casos hay un víscera superior que media. Tras mi rechazo, la anfitriona pidió a Airbnb mediar. Si miro el proceso veo que Airbnb está revisando esa solicitud aunque en el mismo espacio asimismo indica que el problema está resuelto.

A mí nadie me ha cobrado cero por ahora. Pero sí que me ha tenido en desasosiego durante varios días del delirio. Las injusticias me enervan. Y retribuir 50 euros no me venía en invariable aceptablemente. Adicionalmente, viendo sus artimañas, quién me dice a mí que ella no haya enviado al equipo de Airbnb una foto de una habitación muy sucia que guardada de otros momentos o con muebles rotos, alegando que es el estado en el que se encontró el espacio a mi salida.

Como yo no soy una estafadora profesional, no saqué ninguna foto al extensión, ni le hice mandarme un mensaje privado por Airbnb delante de mí donde ella dijera que la casa había quedado en perfectas condiciones y cero había sido robado (como me dijo a mí, que estaba muy contenta porque la casa estaba aceptablemente y cero había sido sustraído y recordad que al principio me hizo mandarle un mensaje privado delante de ella diciendo que la casa estaba limpia).

Ahora quiero entender si, efectivamente, no me van a cobrar o al final va a ponerse mi efectivo por sus malas mañas. Y me encantaría cambiar la reseña para alertar a otros viajeros de lo que va a suceder al irse de la casa: les va a querer cobrar, como pequeño, 30 euros por desenvoltura, ya que ella ha decidido incumplir las normas de Airbnb y no indicar ese plazo cuando algún realiza la reserva. Ya volví a escribir a atención al cliente sobre este tema.

De todos modos, Punta Cana me mereció la pena. Las playas son preciosas, aunque para cero turismo de mi estilo: los hoteles se han construido de forma que crean una inmensa mole de cemento que restringe el comunicación a las playas, porque las entradas son privadas. Y eso crea une enorme separación entre la vida restringido y la multitud de la región, con los turistas. Pero el plan que fui a conocer es muy interesante. Pasé tiempo con varias mujeres muy activas, que se han juntado para ocultar el penuria en una situación extrema que está viviendo República Dominicana: el gobierno ha decidido deportar a Haití a 10.000 personas a la semana y eso está separando familias y dejando a muchas familias sin la persona que traída el efectivo a casa. Las personas haitianas se encargan, por la zona de Punta Cana, de la construcción de hoteles y alojamientos en urbanizaciones o de la desenvoltura de los espacios. 

Imagen | Foto de Jared Lisack en Unsplash y capturas de pantalla de Airbnb de mi caso personal

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