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Por norma caudillo, a lo extenso de nuestra vida acabamos acumulando multitud de cosas que, con el tiempo acaban siendo inútiles. Sin bloqueo, hay ocasiones en las que esta habilidad puede darnos algún renta financiero, sobre todo cuando el objeto o producto ha dejado de fabricarse o su exclusividad se zócalo en su impecable estado y la decadencia que posea.
El ejemplo que traemos sobre la mesa en este artículo es de esos que nos demuestran que siempre puede ocurrir algún interesado en lo que vendes, sobre todo si se proxenetismo de un artículo con un potencial valencia para coleccionistas. En este caso te contamos la historia de qué es lo que hizo James Pellegrini con 2.200 ordenadores de hace más de 40 abriles.
Pellegrini era un apasionado de los ordenadores. El ahora retirado de Massachussets, comenzó a interesarse por el mundo de la programación y la informática tras descubrir la famosa revista Byte, motivándole a escoger ingeniería informática como carrera universitaria hasta alcanzar un puesto de programación de bases de datos y avance de sistemas integrados como su trabajo.

Imagen: James Pellegrini
Durante la período de los abriles 80 tuvo una idea en mente que terminó por no desarrollarla. Pensó en crear un sistema de central telefónica para empresas, una idea que se le pasó por su individuo al ver un aviso de saldo en conjunto de más de 2.000 ordenadores personales en “cajas nuevas y originales” de un fabricante que poco antaño había caído en bancarrota.
En las cajas había ordenadores NABU (siglas de Paso natural a servicios públicos bidireccionales). Esta compañía canadiense prestaba servicios de conectividad de red por medio de servicios de televisión por cable. Al ver la ofrecimiento, James fue directo a por ella y se los acabó llevando todos con una descuento de precio.

De salida y porrazo se encontró con 2.200 ordenadores en sus cajas y completamente nuevos. Entre sus especificaciones ofrecían un procesador Zilog Z80 que funcionaba a 3,58 MHz, 64 KB de RAM, vídeo de Texas Instruments y audio de Genérico Instruments. Con el tiempo, su plan de central telefónica no se acabó materializando, y acumuló miles de ordenadores nuevos en desuso.

Imagen: James Pellegrini
Una período posteriormente de haberlos adquirido, los ordenadores se trasladaron al panera de un vecino para almacenarlos hasta que se les diera algún uso. Allí pasaron otros 23 abriles hasta que el panera comenzó a tener problemas estructurales (quizás por las 22 toneladas de peso de estos ordenadores), por lo que no tuvo más remedio que desalojarlos y nacer a venderlos.
En 2022 comenzó a venderlos en eBay a un precio de unos 20 dólares con pocas esperanzas de que pudieran ser vendidos. Sin bloqueo, posteriormente de entregar las primeras unidades, decidió modificar el precio a unos 60 dólares cada uno y luego a unos 80 dólares.
La razón por la que aumentó el precio de los ordenadores era precisamente porque los usuarios decían que los estaba vendiendo a un precio demasiado bajo. La saldo atrajo a todo tipo de usuarios, entre ellos al conocido Youtuber ‘Adrian’s Digital Basement’, que centra su contenido en piezas de hardware retro, por lo que sus vídeos empezaron todavía a atraer a la familia.
De hecho, si vamos al perfil de Pellegrini, vemos que ya no quedan en saldo ningún ordenador y muestra ocurrir vendido más de 2.100 productos. En la época en la que fueron lanzados, estos ordenadores tenían un coste de unos 769 dólares, el equivalente a 2.383 dólares de ahora aplicando inflación. Si adecuadamente no compartió el precio por el que compró el conjunto, asegura que fue una gran ofrecimiento.
Una traducción precursor de este artículo se publicó en 2024.
Imagen | James Pellegrini
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