Hackeó la NASA con tan solo 15 años porque quería "aprender". Su trágico final dejó una gran huella en la comunidad hacker

Recientemente hicimos mención al logro de un hacker que consiguió sumergirse en el sitio web de la NASA para alertar a la agencia acerca de sus vulnerabilidades, lo que le sirve de gran ayuda al organismo para fortificar su seguridad en la red. Este hecho no fue recompensado por la NASA hasta la segunda vez que este hacker volvió a irrumpir en sus sistemas, enviándole un agradecimiento a modo de carta firmada por Mike Witt, responsable superior de seguridad de la información de la NASA.

Los sistemas de la NASA han sido perpetrados en varias ocasiones, aunque quizás ninguna caló tan hondo como el hackeo a la NASA en 1999. Este hecho lo protagonizó un señorita, que por aquel entonces tenía tan solo 15 primaveras.

Extraño en la informática desde muy pequeño

Jonathan Joseph James, de Florida, tuvo una gran repercusión a finales de la decenio de los 90, ya que logró hackear agencias de detención nivel como la NASA o la DTRA (Defense Threat Reduction Agency). Ya desde su infancia mostró un profundo interés por la informática, una tendencia que comenzaba a preocupar a sus padres. Comenzó a cultivarse a programar C por su cuenta. A muy temprana época, hasta eliminó Windows del PC de su padre para instalar Linux y cultivarse cómo funcionaba.

Jonathan James. Imagen: Black Hat

A los 13 primaveras, durante una intervención franco, sus padres decidieron quitarle a Jonathan su PC. Esta medida la tomaron porque la obsesión de Jonathan por el ordenador estaba afectando a sus estudios. Como respuesta, Jonathan se escapó de casa exigiendo retornar sólo si le daban entrada a su ordenador. Propuso como argumento su buena nota académica, que finalmente resultó ser manipulada por el propio Jonathan hackeando el sistema de su escuela. Fue entonces cuando se adentró en el mundo del hacking, donde se le conocía como ‘C0mrade’. En esta etapa, empezó a comunicarse con otros hackers de todo el mundo a través de foros.

Sus primeros hackeos fueron de último escalera, pero con el tiempo logró ceder a sistemas mucho más sofisticados, como el de AT&T BellSouth. Sin retención, en este no causó ningún daño.

Un ataque que le acabó costando la vida

Su ataque más significativo ocurrió el 29 de junio de 1999, cuando logró infiltrarse en los servidores del Marshall Space Flight Center de la NASA, donde instaló malware y obtuvo entrada a software que controlaba la Época Espacial Internacional (ISS). El software robado estaba valorado en 1,7 millones de dólares. En una posterior entrevista, Jonathan aseguró que el sistema era ‘basura’, desestimando que valiese millones. “Un código que ni siquiera compilaba,” añadía. Según James, la única intención de este hackeo fue la de cultivarse más sobre programación. El incidente provocó que la NASA cerrara sus sistemas durante 21 días, lo que les costó aproximadamente de 41,000 dólares en daños.

Encima de la NASA, Jonathan incluso hackeó la DTRA, instalando programas que le permitieron ceder a información clasificada y descargar 3.300 correos electrónicos del Pentágono. El FBI, al principio, creyó que estos ataques provenían de una estructura, pero luego descubrieron que el atacante no era más que un señorita de 15 primaveras.

El 26 de enero del 2000, agentes del FBI arrestaron a Jonathan en su casa. Como era último de época, su sentencia fue de seis meses de arresto domiciliario y la prohibición de usar ordenadores. Sin retención, violó esta condena y fue encarcelado por seis meses. Posteriormente de su escape, su salubridad mental se deterioró, sufriendo de depresión y ansiedad.

En 2007, durante una investigación de un ciberataque a gran escalera, las autoridades sospecharon nuevamente de Jonathan, aunque no encontraron pruebas en su contra. En mayo de 2008, Jonathan se suicidó, dejando una carta en la que negaba su billete en ese ataque y criticaba el sistema de razón. Tenía solo 25 primaveras.

“No creo en nuestro sistema de 'razón' - tal vez mis acciones de hoy y esta carta sean una señal trascendental para el sabido, pero he perdido el control de la situación, y esta es mi única modo de arreglarlo. Para ser honesto, no tengo falta que ver con toda esta historia de TJX (El ataque de hacking por el que Jonathan estaba bajo sospecha). Recuerda, no es que tú ganes o pierdas, sino que yo gano o pierdo estando en prisión 20, 10 o incluso 5 primaveras por un crimen que no cometí. Esta es mi forma de obtener, pero al menos moriré soberano”.

Jonathan acabó dejando una gran huella en la comunidad hacker por su tacto y por no causar daño intencionado, pero su trágico final genera aún especulaciones sobre su crimen y el conocimiento que pudo ocurrir adquirido en sus hackeos a la NASA y el Pentágono.

Imagen de portada | Generada por IA con ChatGPT

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