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Hay una lucha encarnizada por ver quién se lleva el trozo de pastel más regordete en el sector de la programación asistida por IA. Desde que conocemos que OpenAI está dispuesta a comprar Windsurf, el editor de código impulsado por IA, con un acuerdo de unos 3.000 millones de dólares, desde mayo no hemos vuelto a retener falta de ello, pese a que se rumoreaba que la adquisición iba a ser inminente.
Mientras se confirma este histórico acuerdo, Windsurf se ha manido sorprendida por una valor drástica de Anthropic: el corte casi total del golpe a sus modelos Claude 3.x. Hace unas semanas ocurría lo mismo en VSCode, donde Microsoft restringió el golpe a sus extensiones a plataformas de terceros similares.
Varun Mohan, consiliario delegado de Windsurf, ha expresado públicamente su desengaño por la valor de Anthropic de eliminar prácticamente toda la capacidad de golpe directo a los modelos Claude 3.x con menos de cinco días de preaviso. Una medida que ha obligado a la empresa a despabilarse alternativas urgentes entre otros proveedores de inferencia para ayudar el servicio activo.
Según Mohan, desde Windsurf habían dejado claro su deseo de seguir pagando por el golpe completo a la capacidad de los modelos de Anthropic, lo que hace aún más sorprendente la valor parcial de cortar el suministro. La empresa ha tenido que acelerar sus acuerdos con otros proveedores, aunque asegura ocurrir conseguido capacidad suficiente para el corto plazo.
Esta medida no afecta a otros modelos disponibles en la plataforma, como Gemini 2.5 Pro -que mantiene una tasa del 0,75x- o GPT 4.1, que siguen funcionando con normalidad.

El timing de la valor de Anthropic ha despertado interrogantes en la comunidad tecnológica. Los primeros informes sobre la posible adquisición de Windsurf por parte de OpenAI surgieron en abril, pero desde entonces ni OpenAI ni Windsurf han ofrecido comunicación oficial alguna sobre el estado de la operación.
Tal y como comparten expertos como Gergely Orosz en X, esta yerro de transparencia alimenta las especulaciones sobre si ambas empresas forman ya parte de la misma ordenamiento, lo que explicaría la desgana de Anthropic -competidor directo de OpenAI- a seguir proporcionando golpe a sus modelos a una plataforma que podría estar bajo control de su rival.
La logística de cercar el golpe a herramientas esencia no es monopolio de Anthropic. Microsoft ya había afectado el camino al comenzar a restringir activamente el uso de sus extensiones más populares de Visual Studio Code -como las de C/C++, C# o Pylance- sólo a su propia plataforma.
Esta medida, implementada tras abriles de tolerancia, ha afectado especialmente a editores como Cursor, VS Codium y el propio Windsurf, que hasta ahora podían utilizar estas extensiones mediante descargas manuales o técnicas de proxy inverso. Ahora, las extensiones detectan automáticamente si se ejecutan fuera del ecosistema oficial de Microsoft y cancelan su instalación.
Sin retención, el movimiento de Microsoft parece dirigido especialmente contra Cursor, desarrollado por Anysphere, que se ha convertido en la alternativa más popular de ‘vibe coding’ gracias a su combinación de la colchoneta de código destapado de VS Code con capacidades avanzadas de inteligencia sintético. Queda ver hasta cuánto se va a acercar la situación. De momento tendremos que esperar a que alguna de las compañías lo confirme para salir de dudas.
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