Teníamos miedo de que la IA nos quitara el trabajo. Pero en realidad está acabando con los que quieren empezar a trabajar

Encontrar el primer puesto de trabajo no es poco obvio para muchos jóvenes, ya que este va a marcar el inicio de su carrera profesional. El problema es que, a día de hoy, encontrar esta primera oportunidad es poco cada vez más complicado, oportuno a las numerosas exigencias que hacen los empresarios, sobre todo en materia de experiencia. Pero difícilmente se puede tener experiencia si nadie da esa primera oportunidad para trabajar.

Una de las formas tradicionales de alcanzar al mundo gremial es a través de prácticas que se realizan yuxtapuesto a los estudios, lo que comúnmente conocemos como «becarios». Un puesto de trabajo destinado a iniciarse en un oficio, comenzando a realizar las tareas más repetitivas, y que, en ingenuidad, nadie quiere hacer. Pero ahora se está viendo que la IA está empezando a habitar ese primer escalón de entrada.

Los trabajos de becario comienzan a peligrar con la IA

Así lo refleja un artículo de The New York Times, firmado por la responsable de oportunidades de LinkedIn. En él se apunta que "lo primero que está rompiendo es el peldaño más bajo de la escalera profesional", en relato a la aparición de la IA. El hecho de que esta tecnología esté realizando ese trabajo auténtico deja a los trabajadores sin posibilidad de dar sus primeros pasos. Poco que ya predijo Fortune. Y esto desemboca en que no logran mercar la experiencia necesaria para alcanzar al mercado gremial.

Es poco que ya se observa en grandes corporaciones, donde la IA se utiliza para cubrir tareas de apoyo. Amazon, Google o Microsoft ya la emplean para producir pequeños fragmentos de código o realizar tareas administrativas básicas, funciones que antiguamente solían recaer en los becarios que así ganaban experiencia.

Estados Unidos es uno de los países donde la IA se está instaurando de forma más rápida en el ámbito gremial, y esto asimismo se empieza a reverberar en la tasa de desempleo vivaz. Tal y como señalaba The Atlantic, la Reserva Federal de Nueva York alertaba de un incremento del desempleo entre los jóvenes recién titulados: del 5,8% al 6,2%.

No es el único coeficiente que interviene, ya que es difícil probar la relación directa, pero lo que parece evidente es que educarse desde debajo es cada vez más complicado en aquellas empresas donde la IA se está implantando con prontitud.

A grande plazo, esto puede convertirse en un problema estructural. Uno de los grandes retos que afronta el tejido empresarial es la dificultad para cubrir puestos oportuno a la exigencia de contar con varios abriles de experiencia previa. Y pocas empresas están dispuestas a trastornar en formar a cierto desde cero.

Pero se llega a un punto en el que, si a un novato no se le ofrece esa primera oportunidad de formarse en un ámbito concreto, nunca podrá ser contratado porque no dispondrá de la experiencia mínima requerida. Poco que, a la larga, puede destruir colapsando el sistema delante una previsible escasez de mano de obra cualificada.

Imágenes | Anton Savinov

Vía | Xataka

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